Mimi, la madre con discapacidad que fren¨® unas semanas su desahucio
Es ocupa, tiene 45 a?os, una discapacidad del 87% y dos hijas. En septiembre est¨¢ previsto que la saquen del piso donde vive en Barcelona
¡°Es el tercer lanzamiento y ser¨¢n los Mossos los que determinen si se le puede entregar el piso al propietario o no¡±. As¨ª de contundente anunciaba este martes la comitiva judicial a los miembros del Sindicato de Inquilinos y del Grupo de Vivienda de Sants que la justicia ya hab¨ªa movido ficha para echar de un piso del n¨²mero 29 de la calle Begur, de Sants, a Mimi (diminutivo de Noem¨ª) Oset. Mimi tiene 45 a?os y una discapacidad del 87%. Vive desde 20...
¡°Es el tercer lanzamiento y ser¨¢n los Mossos los que determinen si se le puede entregar el piso al propietario o no¡±. As¨ª de contundente anunciaba este martes la comitiva judicial a los miembros del Sindicato de Inquilinos y del Grupo de Vivienda de Sants que la justicia ya hab¨ªa movido ficha para echar de un piso del n¨²mero 29 de la calle Begur, de Sants, a Mimi (diminutivo de Noem¨ª) Oset. Mimi tiene 45 a?os y una discapacidad del 87%. Vive desde 2019 en un piso ocupado junto con su compa?ero y sus dos hijas, una de ellas menor, ambas con discapacidad.
Una pareja de la polic¨ªa auton¨®mica se ha acercado este martes hasta el inmueble donde unos cincuenta activistas estaban concentrados en las puertas. El sargento de los Mossos ha sido r¨¢pido. Ha llamado a comisar¨ªa y ha alertado de que hab¨ªa mucha gente y que no ser¨ªa posible llevar a cabo el desalojo. Esa llamada ha hecho ganar a Mimi y su familia unos d¨ªas de margen. A¨²n as¨ª, antes que la comitiva del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 30 de Barcelona se fuera se ha aguado esa peque?a victoria: ¡°El pr¨®ximo lanzamiento ser¨¢ con fecha abierta¡±. Es decir, nadie sabr¨¢ ni a qu¨¦ hora ni qu¨¦ d¨ªa vendr¨¢n los agentes a desahuciar a esta familia por lo que de esta forma ser¨¢ casi imposible que los activistas puedan concentrarse en las puertas de la vivienda, como han hecho este martes, y la expulsi¨®n ser¨¢ irreparable.
Mimi mira la escena acompa?ada de su perra Boira. ¡°Yo tengo una enfermedad autoinmune y Boira est¨¢ entrenada para actuar si me ahogo por la noche, si me caigo¡ no puedo vivir sin ella¡±, informa. Sabe que solo ha ganado tiempo pero esas semanas se las debe a los activistas que, sin conocerla, se han acercado hasta el portal de su casa para frenar el desalojo. Coge un micr¨®fono y agradece entre l¨¢grimas: ¡°Lo hemos parado pero me echar¨¢n en septiembre. Es complicado volver a encarar un cuarto lanzamiento porque en estas semanas a mi no me saldr¨¢ un piso de debajo de las piedras. Ahora necesito que las administraciones funcionen porque si no me echar¨¢n de verdad¡±, lamenta.
La historia de Mimi no es nueva. En marzo de 2019 ella y su compa?ero sentimental pasaban por una mala situaci¨®n econ¨®mica y de salud. El propietario del piso en el que viv¨ªan les subi¨® el alquiler y les ped¨ªa 1.300 euros. La ¨²nica opci¨®n que les qued¨® fue ocupar otro inmueble que llevaba varios a?os vac¨ªo. La empresa propietaria del piso en la calle Begur denunci¨® la ocupaci¨®n y el proceso judicial ha llevado a los se?alamientos e intentos de desahucios actuales.
En el transcurso de esta ocupaci¨®n, el compa?ero de Mimi, que se recuper¨® de una depresi¨®n, volvi¨® a conseguir trabajo. A¨²n as¨ª, arrastra varios embargos y a penas ingresa 700 euros casa mes. Mimi no puede trabajar debido a su enfermedad y tiene una peque?a pensi¨®n de 356 euros. Marina es la hija mayor (22 a?os), tambi¨¦n ha heredado la enfermedad de la madre, estudia y trabaja en un comedor escolar e Ingrid (9) es la hija menor que tambi¨¦n est¨¢ enferma y precisa de atenci¨®n escolar.
La familia ha intentado un alquiler social con los propietarios del inmueble pero siempre se ha negado. Su situaci¨®n es de alta vulnerabilidad. ¡°El ayuntamiento ahora nos ofrece ir los cuatro a una residencia de estudiantes. Todos en una habitaci¨®n sin cocina, sin ba?o y sin Boira que es un seguro de vida para m¨ª¡±, advierte Mimi.
El Sindicato de Inquilinos lleva d¨ªas exigiendo en las redes sociales a la Generalitat que no enviara los antidisturbios a desalojar a Mimi. Este martes no han acudido. ¡°Ahora es el turno de las administraciones para ofrecer una alternativa habitacional a esta familia. Mimi est¨¢ enferma y no puede vivir en una pensi¨®n. Tiene concedido un piso de emergencia habitacional pero pueden pasar casi dos a?os hasta que se lo entreguen. Hay que buscar una soluci¨®n r¨¢pida¡±, admite ?rsula, del sindicato de inquilinas.
El Consistorio admite que se ha acreditado la situaci¨®n de extrema vulnerabilidad de la familia para que se suspendiera el desahucio que tampoco ha servido. Mimi ha ganado unas semanas de margen. En septiembre los Mossos la echar¨¢n del piso. Ahora es el turno de encontrar una nueva vivienda para comenzar su segunda oportunidad.