Crisis policial: ?m¨¢s coches y nueva uniformidad?
La pandemia y algunos fen¨®menos sociales, botellones a la cabeza, han puesto de manifiesto es que lo que est¨¢ en crisis es del modelo policial como tal, en toda su complejidad
El pluralismo sindical es un hecho, es decir que por cada rama de actividad profesional hay tantas organizaciones como maneras de velar por los intereses de sus afiliados. Y si dejamos aparte el ritual unitario del 1 de mayo , la unidad sindical en sentido estricto no es muy frecuente. Por ello, cuando hay unidad sindical ante un hecho significativo, se nota, y en el caso que nos ocupa, la hay. Todas las organizaciones sindicales de todas las fuerzas policiales que hay en Catalu?a mostraron hace poco una indignaci¨®n un¨¢nime, acompa?ada de una convocatoria unitaria de manifestaci¨®n ¡ª2.000 agent...
El pluralismo sindical es un hecho, es decir que por cada rama de actividad profesional hay tantas organizaciones como maneras de velar por los intereses de sus afiliados. Y si dejamos aparte el ritual unitario del 1 de mayo , la unidad sindical en sentido estricto no es muy frecuente. Por ello, cuando hay unidad sindical ante un hecho significativo, se nota, y en el caso que nos ocupa, la hay. Todas las organizaciones sindicales de todas las fuerzas policiales que hay en Catalu?a mostraron hace poco una indignaci¨®n un¨¢nime, acompa?ada de una convocatoria unitaria de manifestaci¨®n ¡ª2.000 agentes, seg¨²n la Guardia Urbana¡ª por el modo como a su parecer les ignora y les ofende el Parlament de Catalu?a, empezando por el propio Govern.
En una sesi¨®n de control al Govern a primeros de mes, el PSC presenta una moci¨®n de apoyo cerrado a Mossos y Polic¨ªas Locales ?qu¨¦ menos?, se acaba la sesi¨®n y ning¨²n grupo parlamentario de la mayor¨ªa, encabezada por el Govern es capaz de apoyar esta propuesta (u otra equivalente). Despu¨¦s, todo han sido matices, y con varios d¨ªas de retraso el conseller de Interior se descuelga con una oferta¡?irresistible! Les compraremos cuatrocientos coches m¨¢s, uniformes nuevos y habr¨¢ una nueva convocatoria de plazas.
Hemos visto demasiadas veces que los polic¨ªas aguantan de todo ante manifestantes que saben que nos les pasar¨¢ nada
Lo que la pandemia y algunos fen¨®menos sociales, botellones a la cabeza, han puesto de manifiesto es que lo que est¨¢ en crisis es del modelo policial como tal, en toda su complejidad. En Madrid, de modo razonable, ante un botell¨®n de m¨¢s de treinta mil personas de comportamiento del todo imprevisible, los mandos policiales renunciaron no hace mucho a intervenir; aqu¨ª tres cuartos de lo mismo. Hemos visto a un pu?ado de agentes tener que acabar huyendo a la carrera ante un grupo muy numeroso de energ¨²menos que les tiran de todo. Hemos visto demasiadas veces que los polic¨ªas han de aguantar de todo (f¨ªsicamente incluso) ante manifestantes que van a la gresca, porque saben que no les pasar¨¢ nada, y si aquellos (los polic¨ªas) cursan denuncias, el Govern no las tramita (sic!) porque as¨ª son las exigencias de la CUP, un selecto grupo de revolucionarios de sobremesa que en las ¨²ltimas elecciones sac¨® el 6,6% de los votos.
En Francia, desde las manifestaciones de los chalecos amarillos hasta las actuales contra todo control sanitario, hay pintadas que dicen ¡°?polic¨ªa, suic¨ªdate!¡±, y tambi¨¦n all¨ª los sindicatos policiales han dicho basta. Un pol¨ªtico franc¨¦s me dijo una vez que un gobierno no puede permitirse una polic¨ªa indisciplinada, y a cambio la polic¨ªa (para que sus miembros puedan ser sancionados cuando proceda) ha de sentirse respaldada, y no solo por el Gobierno, sino por la totalidad de las fuerzas parlamentarias, y ya puestos, por la mayor¨ªa de la sociedad. Cada vez que pasa algo grave (y Torra dec¨ªa a los CDR ¡°Apreteu, apreteu!¡±), en sede parlamentaria todo ser¨¢n florituras de sal¨®n, incluyendo tambi¨¦n a su manera a la oposici¨®n en su aburrido pim pam pum contra el Govern. Mientras, habr¨ªa que ir pensando en una polic¨ªa con una estructura, funciones y formaci¨®n a la altura de un futuro muy complicado. Para empezar, ser¨ªa indispensable extraer este tema de los rid¨ªculos y pobres enfrentamientos entre pol¨ªticos y sus corifeos medi¨¢ticos: es de sentido com¨²n.
La polic¨ªa ha de sentirse respaldada, y no solo por el Gobierno, sino por todas las fuerzas parlamentarias
Pero en segundo lugar, la reflexi¨®n de fondo ha de ser sobre la creciente inadaptaci¨®n o desajuste entre los modelos policiales actuales, y las aceleradas mutaciones de los problemas que han de gestionar. En Italia el otro d¨ªa el primer ministro Draghi y el secretario general de la CGIL (el primer sindicato del pa¨ªs) salieron juntos a la puerta de la sede sindical para denunciar el asalto fascista de que fue objeto. Los fascistas, de extrem¨ªsima derecha y nada pac¨ªficos, marchaban cantando Bella Ciao (?sic! (en Barcelona y en Madrid ha pasado ya un par de veces). O los convocantes anuncian que se manifestar¨¢n para denunciar la Agenda 2030 y en realidad montan una manifestaci¨®n hom¨®foba y tambi¨¦n fascista.
?C¨®mo reflexionar sobre los cambios estructurales necesarios en el modelo policial? Desde luego yo no empezar¨ªa por una ¡°comisi¨®n de investigaci¨®n¡± parlamentaria¡ ?Ah! Disculpen, esas mismas fuerzas de la mayor¨ªa y del Govern, que negaron su apoyo a los Mossos, han anunciado hace pocos d¨ªas la puesta en marcha de una ¡°comisi¨®n investigaci¨®n¡± parlamentaria para ¡°fiscalizar la mala praxis policial¡±, encabezada por la diputada Sabater, de la CUP. ?En serio? Si va de mala praxis, estos grupos de la actual mayor¨ªa deber¨ªa empezar por analizarse a s¨ª mismos. Antes se llamaba ¡°examen de conciencia¡±.