El S¨®nar concluye su edici¨®n de 2021 en el CCCB apelando al baile
Il Quadro De Troisi firm¨® el concierto m¨¢s amable del festival
Y al final se impuso la fiesta. Con un cartel que el s¨¢bado fue quiz¨¢s m¨¢s anguloso que el viernes, el Pati de les Dones del CCCB se convirti¨®, ya desde media tarde, en un concurrido club al aire libre donde se celebr¨® la proximidad entre los cuerpos en movimiento durante la ¨²ltima jornada del S¨®nar. Mientras tanto los escenarios del Complex y del Hall mantuvieron un correcto nivel de ocu...
Y al final se impuso la fiesta. Con un cartel que el s¨¢bado fue quiz¨¢s m¨¢s anguloso que el viernes, el Pati de les Dones del CCCB se convirti¨®, ya desde media tarde, en un concurrido club al aire libre donde se celebr¨® la proximidad entre los cuerpos en movimiento durante la ¨²ltima jornada del S¨®nar. Mientras tanto los escenarios del Complex y del Hall mantuvieron un correcto nivel de ocupaci¨®n que solo fue trist¨®n en el concierto de B Flecha. A ¨²ltima hora de la noche, sin otra actividad posible, el Hall se llen¨® con DJ Nigga Fox y sus aires ex¨®ticos y previamente Koreless en el Complex realiz¨® un magn¨ªfico directo que se impuso pese a resultar imposible de bailar cuando lo que el p¨²blico deseaba era preciosamente eso, bailar. El mundo S¨®nar tiene estas cosas.
Trat¨¢ndose de un s¨¢bado la ocupaci¨®n fue m¨¢xima: 1.900 entradas vendidas para un espacio con una limitaci¨®n de aforo al 80%, cuyos dos escenarios, situados en los extremos del recinto, albergan a 750 personas (400 el Complex y 350 el Hall). Se impon¨ªa as¨ª facilitar la movilidad del p¨²blico en un espacio ya de por s¨ª dificultoso, dado que el Pati de les Dones era a la vez pista de baile y zona de paso entre Complex y Hall. A¨²n con todo, a alg¨²n responsable del CCCB se le ocurri¨® aplicar r¨ªgidamente la pol¨ªtica de aforos, y a ¨²ltima hora de la tarde se form¨® un peligroso tap¨®n entre el bar de la Plaza Corominas y el Pati de les Dones, donde se quer¨ªa evitar el acceso de m¨¢s personas.
Incluso hubo una amenaza de cerrar la verja para impedir el paso, lo que por fortuna no se hizo ante las protestas del p¨²blico y un s¨²bito rayo de cordura por parte de quien dio la orden, evit¨¢ndose as¨ª males mayores. Parecer¨ªa que deber¨ªa estar sabido que seg¨²n en qu¨¦ casos aplicar estrictamente las normas puede desencadenar mayores problemas que los que se desean evitar.
Por hacer un resumen art¨ªstico de la jornada, se podr¨ªa establecer un arco que iba del folk experimental y depresivo de Parremin & Weinrich & Rollet, al retorno mental a la mentalidad espiritual post-hippy de Die Wilde Jagd, que mezclaron rock y electr¨®nica en modo planeador, pasando por el eclecticismo formal y la gravedad de Marina Herlop, el pop electr¨®nico amigable y mel¨®dico de Il Quadro De Troisi, quiz¨¢ el concierto m¨¢s amable del festival. O quiz¨¢ la electr¨®nica ambiental y pausada con alma mel¨®dica y coraz¨®n de rhythm and blues de B Flecha, que vaci¨® su escenario como una carga de fusiler¨ªa un cuadro de infanter¨ªa. No parec¨ªa el p¨²blico dispuesto a sensaciones tenues. Por eso, pese a no ser bailable, Koreless se impuso con su concierto.
Rara belleza digital
Productor vinculado a artistas como FKA Twings, Lewis Roberts, invisible tras sus instrumentos, sin luz alguna que le enfocase, puso de largo partes de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Agor, un disco de rara belleza digital formado por pistas de audio que parecen recortadas y pegadas de manera que se note el corte, abrupto, ritmos no pautados en clave de baile, capas de ruido que pasaban por las composiciones como nubes de niebla y loops de voces que se repet¨ªan entrecortadas o que funcionaban como ¨²nico asidero memorizable, caso por ejemplo del remix de Never Come Back o en Joy Squad. Todo ello a un volumen de alarma nuclear y con unos sonidos y crepitaciones de una nitidez asombrosa.
En la parte posterior de la sala, Holly Herndon, una de las reinas de la voz generada por inteligencias artificiales y estrella del Sonar A+I intentaba, como casi todo el mundo, asirse a alg¨²n elemento que permitiese bailar. Como todos, lo logr¨® en escasos momentos, pues la actuaci¨®n, que se inici¨® y continu¨® amagando un ¨¦xtasis final, no lo ofreci¨® en ning¨²n momento. Contenci¨®n de la expansi¨®n como quien agita una botella de cava que sabe nunca destapar¨¢. Fue uno de los mejores momentos del festival, al que ya espera el pr¨®ximo verano un coloso que no ha podido despertar estos dos ¨²ltimos a?os.