?Qui¨¦n aplaude contra Vox?
Cuando habla el l¨ªder del partido en Catalu?a me siento a menudo transportado a la inauguraci¨®n de un pantano por el caudillo en 1955
Cuando habla el l¨ªder de Vox en Catalu?a, Ignacio Garriga, me siento a menudo transportado a la inauguraci¨®n de un pantano por el caudillo en 1955. Para que se hagan una idea, les transcribo un fragmento de la sesi¨®n de este mi¨¦rcoles: ¡°la rica diversidad sobre la que se construy¨® nuestra patria chica y que es santo y se?a de nuestra patria grande¡±. Si no fuera por el timbre de voz, se dir¨ªa que nos habla la voz de Franco desde el pasado. Siempre espero que, alg¨²n d¨ªa, Garriga diga algo del ¡°contu...
Cuando habla el l¨ªder de Vox en Catalu?a, Ignacio Garriga, me siento a menudo transportado a la inauguraci¨®n de un pantano por el caudillo en 1955. Para que se hagan una idea, les transcribo un fragmento de la sesi¨®n de este mi¨¦rcoles: ¡°la rica diversidad sobre la que se construy¨® nuestra patria chica y que es santo y se?a de nuestra patria grande¡±. Si no fuera por el timbre de voz, se dir¨ªa que nos habla la voz de Franco desde el pasado. Siempre espero que, alg¨²n d¨ªa, Garriga diga algo del ¡°contubernio judeo-mas¨®nico¡±. Pero no, ah¨ª Vox ha actualizado el discurso de odio y la xenofobia: ¡°menas magreb¨ªes¡± e ¡°islamizaci¨®n¡± est¨¢n a la orden del d¨ªa, y los voxistas cuelan los conceptos vengan o no a cuento.
Normalmente, el presidente de la Generalitat despacha las alharacas agresivas de la ultraderecha con un par de frases despectivas, y a otra cosa mariposa. Pero en la ¨²ltima sesi¨®n de control de este mi¨¦rcoles, tras escuchar c¨®mo Garriga exig¨ªa la suspensi¨®n de la autonom¨ªa (nada que no haya hecho Pablo Casado en Madrid, por otra parte), Pere Aragon¨¨s ha improvisado una proclama a favor del cord¨®n sanitario. Dirigi¨¦ndose a los otros grupos, les ha animado a romper toda relaci¨®n con Vox: ¡°no compartan nada con este nuevo fascismo que intenta poner el veneno de la divisi¨®n en nuestro pa¨ªs.¡± Aragon¨¨s ha imprimido un tono de ¨¦pica indignaci¨®n a sus palabras.
La observaci¨®n detallada de c¨®mo ha reaccionado cada grupo a este discurso permite hacer, de paso, un diagn¨®stico afinado del equilibrio pol¨ªtico actual: standing ovation por parte de los dos socios del Govern, Esquerra y Junts per Catalunya; tambi¨¦n se han puesto en pie los comunes y, en cambio, los diputados de la CUP han aplaudido sentados en sus esca?os: el idilio pol¨ªtico Aragon¨¨s-Jessica Albiach (En Com¨²-Podem) desde el voto de los presupuestos est¨¢ haciendo mella.
En los esca?os socialistas, bastantes aplausos pero algo t¨ªmidos y sin alzamiento de sus se?or¨ªas; Salvador Illa no aplaudi¨®, y la portavoz Alicia Romero, s¨ª. Y eso, a pesar de que fue Illa quien impuls¨® primero en el Parlament el pacto antiultras. Como era previsible, no hubo palmas ni en Ciutadans ni en el PP. El problema que tienen estos grupos para marcar distancias con la ultraderecha, especialmente los de Carlos Carrizosa, es que en Catalu?a comparten con ellos los grandes temas de la agenda: antiindependentismo, nacionalismo espa?ol y defensa a ultranza del castellano frente al catal¨¢n.
La lengua, de hecho, ha protagonizado buena parte de las intervenciones del mi¨¦rcoles. Est¨¢n calientes la pol¨¦mica por la decisi¨®n del Supremo de pedir m¨¢s castellano en las aulas y el ¨²ltimo susto del Gobierno central a ERC matizando el doblaje de Netflix. La primera enfrenta a catalanistas contra espa?olistas, la segunda es otro desgarro en el fr¨¢gil tejido del Govern de coalici¨®n. Y ya saben que la lengua es m¨¢s que sensible en Catalu?a; en realidad, es el elemento clave de todo el armaz¨®n de la diversidad nacional: descartada la religi¨®n o la etnia, la identificaci¨®n de lo catal¨¢n como distinto de lo espa?ol se funda sobre todo en la lengua. De ah¨ª que cada vez que surge el tema salten chispas entre nacionalismos.