La justicia condena a Pepita Vilallonga por estafa y le proh¨ªbe dedicarse al esoterismo
La sentencia impone una pena de dos a?os y medio de c¨¢rcel y de inhabilitaci¨®n a la vidente televisiva
La vidente televisiva Pepita Vilallonga ha sido condenada a dos a?os y medio de c¨¢rcel por estafar m¨¢s de 31.000 euros a una mujer que atravesaba un mal momento personal y que acudi¨® a su consultorio en busca de ayuda. La sentencia de la Audiencia de Barcelona proh¨ªbe a Vilallonga, adem¨¢s, dedicarse a los negocios esot¨¦ricos durante ese perio...
La vidente televisiva Pepita Vilallonga ha sido condenada a dos a?os y medio de c¨¢rcel por estafar m¨¢s de 31.000 euros a una mujer que atravesaba un mal momento personal y que acudi¨® a su consultorio en busca de ayuda. La sentencia de la Audiencia de Barcelona proh¨ªbe a Vilallonga, adem¨¢s, dedicarse a los negocios esot¨¦ricos durante ese periodo de tiempo por una estafa que ella y dos colaboradores perpetraron con un ¡°especial grado de inhumanidad y crudeza¡±.
En 2016, Rosal¨ªa P. estaba ¡°en un agujero¡±. Vio el programa de Vilallonga en un canal de televisi¨®n y decidi¨® acudir a su consulta de Barcelona ante la perspectiva de que pudiera darle una salida a sus problemas. Seg¨²n detall¨® la v¨ªctima en el juicio, la vidente la amenaz¨®: ¡°Me dijo ¡®tienes un mal de ojo, llevas un muerto en la espalda y tus perros y t¨² vais a morir, no lleg¨¢is al fin de semana¡±. Rosal¨ªa entr¨® en una espiral de terror que le llev¨® a desembolsar ese mismo d¨ªa 4.400 euros en efectivo y, en las semanas siguientes, otras importantes cantidades de dinero.
La mujer, finalmente, abri¨® los ojos y logr¨® llevar a Vilallonga y a dos personas vinculadas al Gabinete de Futurolog¨ªa (el colaborador David L. y su hijo, Fran B.) a juicio. Los tres han sido condenados a la misma pena de c¨¢rcel e inhabilitaci¨®n por un delito continuado de estafa. ¡°Durante dos meses¡±, concluye la sentencia, consiguieron que arraigara ¡°en el esp¨ªritu de la v¨ªctima la idea de que iban a morir indefectiblemente, ella y sus perros, consiguiendo desquiciarla¡±. Los acusados sab¨ªan que la mujer ¡°cre¨ªa a pies juntillas todo lo que le dec¨ªan¡±.
Los magistrados consideran probado que, al pronosticarle una ¡°muerte inminente¡±, Vilallonga provoc¨® en Rosal¨ªa ¡°un estado de pavor e inseguridad¡±. La vidente se aprovech¨® de la ¡°vulnerabilidad¡± de la clienta para ¡°obtener un beneficio econ¨®mico a su costa¡±. Puesta en manos de sus colaboradores, estos hicieron que la mujer sintiera un ¡°miedo cerval¡± por su vida y accediera, previo pago, a someterse a un sinf¨ªn de tratamientos para paliar el mal de ojo.
El padre Giorgio
La sentencia considera probado que la mujer desembols¨® diversas cantidades en efectivo. En una ocasi¨®n, entreg¨® 17.000 euros que le hab¨ªan pedido para lograr la intermediaci¨®n de un tal ¡°padre Giorgio¡±, un falso sacerdote llegado del Vaticano expresamente para ayudarla. Cuando la mujer anunci¨® que ya no ten¨ªa m¨¢s dinero, los acusados le dijeron que les entregase al menos 3.000 euros m¨¢s para que Giorgio pudiera enterrar unas prendas suyas en Jerusal¨¦n y as¨ª lograra salvar la vida.
La sentencia recuerda que, en el momento de los hechos, Rosal¨ªa ten¨ªa 57 a?os y estaba en ¡°un estado de gran fragilidad y vulnerabilidad emocional¡±. Ese es uno de los elementos clave que han permitido acreditar la estafa. El otro es el testimonio s¨®lido de la v¨ªctima. Y el hecho de que haya ¡°renunciado a ser indemnizada por el perjuicio econ¨®mico padecido¡±, lo que le otorga a¨²n m¨¢s credibilidad. ¡°Como dice tajantemente en un momento de su declaraci¨®n¡±, recoge la sentencia, ¡°su objetivo es solo que los acusados no vuelvan a cometer hechos semejantes con otras personas¡±. Los magistrados admiten que, ¡°para un espectador medio¡±, el relato de Rosal¨ªa ¡°puede parecer ins¨®lito¡±, pero insisten en el estado de gran agitaci¨®n en que se encontraba.
La versi¨®n de los acusados, en cambio, ofrece nula credibilidad. En una ¡°escenograf¨ªa perfectamente orquestada¡±, lograron ir ¡°envolviendo¡± a la v¨ªctima hasta ¡°manipular su voluntad¡±, dice la sentencia.