Una roca de 30 metros se agrieta y amenaza a los vecinos de Gerb

Los vecinos de Gerb (Lleida) viven con la mirada fija en el pe?¨®n rocoso que da cobijo al pueblo. La arcillosa loma conocida popularmente como Penya de l¡¯Esp¨ªgol amenaza con desgajarse y provocar un descalabro sobre este peque?o n¨²cleo, situado en el margen derecho del r¨ªo Segre y adscrito al t¨¦rmino municipal de Os de Balaguer. ¡°Si se cayera toda la roca, se comer¨ªa medio pueblo¡±, avisa la alcaldesa Estefania Rufach. Afirma que los desprendimientos de guijarros nunca fueron extra?os en la zona, sobre todo tras temporales de lluvia, pero las profundas grietas detectadas recientemente en la mon...

Los vecinos de Gerb (Lleida) viven con la mirada fija en el pe?¨®n rocoso que da cobijo al pueblo. La arcillosa loma conocida popularmente como Penya de l¡¯Esp¨ªgol amenaza con desgajarse y provocar un descalabro sobre este peque?o n¨²cleo, situado en el margen derecho del r¨ªo Segre y adscrito al t¨¦rmino municipal de Os de Balaguer. ¡°Si se cayera toda la roca, se comer¨ªa medio pueblo¡±, avisa la alcaldesa Estefania Rufach. Afirma que los desprendimientos de guijarros nunca fueron extra?os en la zona, sobre todo tras temporales de lluvia, pero las profundas grietas detectadas recientemente en la monta?a han disparado los temores por la posible ca¨ªda en bloque de un pedrusco que alcanza los 33 metros de largo.

Fue, precisamente, un creciente desplome de piedras lo que llev¨® al ayuntamiento a mover pieza para averiguar qu¨¦ pasaba en lo alto de la Penya de l¡¯Esp¨ªgol. A finales del a?o pasado se fragu¨® una intervenci¨®n de limpieza y supervisi¨®n del talud, para tratar de obtener un diagn¨®stico sobre la solidez de la roca. Se puso una malla met¨¢lica para sujetar la ca¨ªda de piedras y, adem¨¢s, se instalaron sensores para medir si aparec¨ªan nuevas fisuras.

La intervenci¨®n cost¨® 250.000 euros y supuso medio a?o de obras, con la ayuda de un helic¨®ptero y de personal especializado en trabajos en altura. ¡°La idea era controlar ese menhir, y hacer un estudio a lo largo de un a?o¡±, manifiesta Rufach. ¡°La sorpresa fue que, al cabo de 10 d¨ªas, todos los sensores marcaban movimiento, lo que indicaba que la pe?a se resquebrajaba de arriba a abajo¡±. Una grieta ya conocida de antemano, de unos cinco metros de largo, creci¨® hasta los 20 metros, con una profundidad de otros ocho metros. ¡°Ese hecho nos alarm¨®, por la posibilidad que una masa de piedra grande se pueda desprender de la roca madre¡±, detalla la alcaldesa. El Ayuntamiento espera poder destinar de 50.000 euros para una actuaci¨®n de urgencia.

Junto con los sensores de movimiento, se dispuso un sistema de alarma que activa una sirena cuando hay temblores. Se dispar¨® el 31 de diciembre y, luego, otra vez el 6 de enero. ¡°Cuando suena la alarma nadie puede estar dando vueltas por debajo¡±, dicen desde el ayuntamiento. Una prevenci¨®n que complica la log¨ªstica en Miq-Mac Art Culinari, una empresa de comidas preparadas que tiene el asador y un almac¨¦n a los pies de la roca. Miquel Boneu, es el responsable del negocio y afirma vivir ¡°con sensaci¨®n de angustia¡±. Concede que al principio lo afront¨® ¡°con cierto cachondeo¡±, hasta tomar conciencia de que el asunto ¡°es peligroso¡±. Y, m¨¢s aun, dice, cuando escuch¨® de boca de un ge¨®logo que ¡°tarde o temprano esto se va caer, seguro¡±.

Boneu vive desde hace m¨¢s de 30 a?os en una casa que tambi¨¦n queda bajo la sombra de la roca. ¡°Primero estuvo la piedra, claro, pero ?por qu¨¦ tengo que irme de mi casa?¡±, pregunta. Considera que son necesarias actuaciones de urgencia. ¡°La administraci¨®n, en este caso la Diputaci¨®n, deber¨ªa funcionar por una vez en la vida como un empresa privada, tomar una decisi¨®n y ejecutarla¡±. En Gerb viven unos 600 vecinos, est¨¢ cerca de Balaguer y la alcaldesa apunta que en los ¨²ltimos a?os han ganado poblaci¨®n. Boneu alerta que el riesgo no es solo para los vecinos, sino que tambi¨¦n queda expuesto todo aquel que circule por la carretera que une Gerb con Sant Lloren? de Montgai. ¡°Tenemos un problema, hay que ponerle remedio. Si se puede arreglar el viernes, que no esperen hasta el lunes¡±, apremia.