Tres disparos por defender su casa ocupada

Un hombre se dio a la fuga el pasado s¨¢bado tras disparar a dos personas en el distrito de Sant Mart¨ª, en Barcelona. Agentes de la polic¨ªa cient¨ªfica buscaban este domingo huellas dactilares y otras pruebas en el domicilio donde sucedieron los hechos. Entre los polic¨ªas, de un lado a otro de la casa se mov¨ªa nerviosa una mujer, la esposa de uno de los dos heridos. Su marido, de 32 a?os, est¨¢ ingresado en el Hospital de Sant Pau con tres ...

Un hombre se dio a la fuga el pasado s¨¢bado tras disparar a dos personas en el distrito de Sant Mart¨ª, en Barcelona. Agentes de la polic¨ªa cient¨ªfica buscaban este domingo huellas dactilares y otras pruebas en el domicilio donde sucedieron los hechos. Entre los polic¨ªas, de un lado a otro de la casa se mov¨ªa nerviosa una mujer, la esposa de uno de los dos heridos. Su marido, de 32 a?os, est¨¢ ingresado en el Hospital de Sant Pau con tres heridas por arma de fuego.

La mujer atend¨ªa a los agentes de los Mossos d¡¯Esquadra, a unos operarios de una empresa de reparaciones del hogar y a un cerrajero a quien ha contratado para cambiar la puerta de acceso. La casa, el n¨²mero 6 del pasaje de Foret, fue construida en 1925 y su fachada destaca por unos bellos acabados florales y cabezas femeninas. Las ventanas est¨¢n engalanadas con plantas cuidadas con mimo y luces de Navidad ya apagadas. El s¨¢bado por la tarde, la polic¨ªa auton¨®mica tuvo rodeada esta vivienda y la colindante. Durante cuatro horas creyeron que un atacante se encontraba escondido en su interior, pero finalmente, al acceder por la fuerza el Grupo Especial de Intervenci¨®n, descubrieron que ya hab¨ªa huido.

Hay una persona detenida por su presunta relaci¨®n con el ataque. Los Mossos aportan pocos detalles de la investigaci¨®n: solo indican que por lo menos uno de los heridos recibi¨® lesiones por perdigones. La mujer que reside en la casa s¨ª explica a EL PA?S su versi¨®n de lo sucedido: ¡°Quiero que se haga justicia¡±.

Esta persona quiere mantenerse en el anonimato pero confirma su identidad y la de su esposo mediante v¨ªdeos que guarda en el m¨®vil y que tom¨® su marido durante el incidente que acab¨® a tiros. En estos v¨ªdeos pueden verse a varios individuos armados amenazando a la persona que filma la escena. Todo empez¨® hace tres a?os, dice, cuando ella, su marido y sus hijas ocuparon ilegalmente la casa. La propietaria la ten¨ªa alquilada a una persona que pasaba la mayor parte del a?o fuera de Barcelona. La propietaria termin¨® por aceptar la situaci¨®n, asegura la mujer y corroboran dos vecinos consultados por este diario. El matrimonio, dice ella, cedi¨® posteriormente el uso de la casa a dos j¨®venes amigos suyos. Estos recibieron el s¨¢bado la visita de dos personas que se identificaron como polic¨ªas, oblig¨¢ndoles a abandonar la vivienda. Y as¨ª lo hicieron.

Alertados por los dos desalojados, el marido y el hermano de este ¡ªlos dos heridos¡ª se acercaron al lugar para esclarecer qu¨¦ hab¨ªa sucedido. All¨ª se encontraron a cinco miembros de un conocido clan gitano del distrito que estaban cambiando las cerraduras y vaciando la vivienda. Fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n confirman la posible implicaci¨®n de un grupo criminal de etnia gitana.

Cuando los dos hermanos les instaron a irse, los asaltantes les amenazaron con navajas. Los hermanos no se retiraron y fue entonces cuando tres de los nuevos ocupantes volvieron con un perro de presa y tres armas de fuego, seg¨²n el testimonio de ella. A uno de los heridos le impact¨® un proyectil en el brazo mientras hu¨ªa. Este fue dado de alta hospitalaria este domingo. El herido grave, el marido de la mujer, no corri¨® tanta suerte: en el interior de la vivienda recibi¨® un disparo en la rodilla, otro en la pierna y un tercero en la espalda.

¡°Le pusieron una pistola en la cabeza y le exigieron que besara los pies del que mandaba mientras le llamaban moro de mierda¡±, relata su mujer. La familia es de origen marroqu¨ª. ¡°Tengo miedo porque son gente conocida en el barrio, yo me los he cruzado m¨¢s de una vez, siempre con sus grandes coches¡±. La casa colindante, precintada por la polic¨ªa, albergar¨ªa una plantaci¨®n de marihuana de este grupo delincuente, seg¨²n la mujer.

Protesta vecinal

La Asociaci¨®n de Vecinos del barrio del Maresme convoc¨® una protesta a ¨²ltima hora de la tarde del domingo para denunciar que el tiroteo del s¨¢bado evidencia un creciente incremento de la inseguridad. Una treintena de vecinos cortaron la avenida Diagonal. Los manifestantes reclamaron que las administraciones apliquen un mayor control policial en la zona y que elaboren un mapa de pisos vac¨ªos para promover su arrendamiento en condiciones asequibles pero tambi¨¦n para evitar que caigan en manos de mafias.