Tribulaciones de Jes¨²s Moncada
Diecis¨¦is a?os ha llevado colocar una placa en su domicilio en Gr¨¤cia
Un amigo me hace llegar un reportaje sobre Jes¨²s Moncada, el gran escritor, en L¡¯Independent de Gr¨¤cia, que se me hab¨ªa escapado. Esta excelente revista, en papel y en l¨ªnea, vale su peso en oro por sus muchas y buenas historias de barrio que, en edici¨®n impresa, de distribuci¨®n gratuita, encuentras en los comercios gracienses. En todos los barrios hay buenas historias por contar, pero Gr¨¤cia tiene adem¨¢s su propia publicaci¨®n, desde 2000, siguiendo una tradici¨®n federal que a nadie pide nada sino que simplemente ejecuta. Informa de los cinco barrios del distrito: la Vila de Gr¨¤cia, el ...
Un amigo me hace llegar un reportaje sobre Jes¨²s Moncada, el gran escritor, en L¡¯Independent de Gr¨¤cia, que se me hab¨ªa escapado. Esta excelente revista, en papel y en l¨ªnea, vale su peso en oro por sus muchas y buenas historias de barrio que, en edici¨®n impresa, de distribuci¨®n gratuita, encuentras en los comercios gracienses. En todos los barrios hay buenas historias por contar, pero Gr¨¤cia tiene adem¨¢s su propia publicaci¨®n, desde 2000, siguiendo una tradici¨®n federal que a nadie pide nada sino que simplemente ejecuta. Informa de los cinco barrios del distrito: la Vila de Gr¨¤cia, el Coll, Vallcarca-els Penitents, la Salut y el Camp d¡¯en Grassot-Gr¨¤cia Nova. Sus reportajes hist¨®ricos suelen ser a menudo indispensables para quienes trabajamos en la historia cultural.
¡°El llarg i tortu¨®s cam¨ª de l¡¯homenatge a Moncada¡±, titulaba Albert Balanz¨¤ en el n¨²mero del 24 de diciembre, en la secci¨®n de Pol¨ªtica, no en Cultura, subrayo. El homenaje ha consistido en la colocaci¨®n este diciembre de una placa en su memoria en el n¨²mero 155 de Torrent de l¡¯Olla, donde viv¨ªa Moncada tras dejar la calle Camprodon, tambi¨¦n en Gr¨¤cia. Poca trascendencia ha tenido la cosa, pero m¨¢s interesante que ese silencio son las peripecias de la placa y el recordatorio del escritor en Barcelona. Cuando muri¨®, demasiado joven, a los 63, hace ya m¨¢s de veinte a?os, Moncada era, y espero que siga siendo, uno de los autores m¨¢s le¨ªdos y traducidos, con Quim Monz¨®. A menudo se le contrapon¨ªa con esas historias gandulas de literatura rural o urbana, que los dos llevaban con iron¨ªa, ¡°insult¨¢ndose¡± con elegante retranca con esos mismos ep¨ªtetos. Moncada cumplir¨ªa este a?o los 80 y hasta esa edad ha tenido que esperar para que sus lectores le recordemos donde vivi¨® la mayor parte de su vida. De Mequinensa fue, de Barcelona tambi¨¦n. Basta ya, de situarlo en un ¨²nico paisaje natal. En Barcelona, Moncada naci¨® como escritor, este es tambi¨¦n su paisaje natal. Ha costado, eso s¨ª, cuesta todav¨ªa.
Si la muerte no nos lo hubiera arrebatado, tendr¨ªamos una novela suya barcelonesa, situada en el Eixample. Escritor sin concesi¨®n a las prisas, por desgracia no la termin¨®. Valdr¨ªa la pena saber cu¨¢nto dio por bueno o casi, adem¨¢s del cap¨ªtulo que La Vanguardia public¨® en 2010, aunque comprendo que a ¨¦l no le agradar¨ªa y que sus herederos se resistan a su comercio. Las tribulaciones de su memoria en el barrio empezaron en seguida. Ya en aquel mes de julio fatal, l¡¯Associaci¨® Cultural L¡¯Independent propuso que una plaza interior que se estaba abriendo llevara su nombre. Se lo dieron a las Dones del 36 (no creo que le disgustara). El historiador Eloi Babiano lo promovi¨® para dar nombre a una escuela. Ni caso. Poco antes de la pandemia, unos cuantos vecinos volvieron a insistir. Fue por fin aprobada la placa. La ha tenido que colocar la familia Moncada por su cuenta, alojando incluso a la delegaci¨®n de Mequinensa, el alcalde y seis personas m¨¢s. Las sesiones en las bibliotecas tambi¨¦n ¡°han tenido una organizaci¨®n municipal discreta¡±, informa Balanz¨¤, a quien agradezco de coraz¨®n su reportaje en el Independent.
?Tendremos que esperar veinte a?os m¨¢s, al centenario Moncada, para que Catalu?a lo celebre como es debido?