La esteticista de Madonna que trabaja en el Raval
La newsletter de EL PA?S Barcelona contacta con la profesional de la belleza a la que recurri¨® la cantante en la gira ¡®The Blonde Ambition Tour¡¯
Este art¨ªculo corresponde al env¨ªo de la newsletter de EL PA?S en Barcelona. La newsletter es gratuita y se env¨ªa cada mi¨¦rcoles a las 9.30 a los correos electr¨®nicos de aquellos que se han suscrito. Todos aquellos que quieran ...
Este art¨ªculo corresponde al env¨ªo de la newsletter de EL PA?S en Barcelona. La newsletter es gratuita y se env¨ªa cada mi¨¦rcoles a las 9.30 a los correos electr¨®nicos de aquellos que se han suscrito. Todos aquellos que quieran inscribirse pueden hacerlo en este enlace.
Buenos d¨ªas:
?Conoces a la esteticista de Madonna en el Raval? ?ngels Salvador P¨¦rez es la due?a de la Est¨¦tica i Bellesa ?ngels, en la calle Pintor Fortuny, y en verano de 1990, no puede precisar el d¨ªa, tras recibir una llamada telef¨®nica de la recepci¨®n del Hotel Ramada Reinassance de La Rambla (hoy Le Meridien) el deber la llev¨®, a toda prisa, a asistir a la m¨¢s VIP de las hu¨¦spedes. Madonna se hab¨ªa roto una u?a. No adelantemos acontecimientos, esta newsletter no solo va de c¨®mo ?ngels conoci¨® y resolvi¨® los percances de Madonna. Voy a revelar c¨®mo conoc¨ª a la esteticista de la Ambici¨®n Rubia.
El 29 de julio de 2015 el centro de Barcelona viv¨ªa totalmente abocado a la avalancha de turistas que lo invad¨ªan. Ada Colau acababa de llegar a la alcald¨ªa y nadie era capaz de pasear con una mascarilla en la boca si es que no ten¨ªa intenci¨®n de atracar tres farmacias y dos gasolineras. En esa hora incierta de despu¨¦s de comer saltaron todas las alarmas: tiroteo en el hotel Silken, en la calle Pintor Fortuny, a tres pasos de la Rambla. A la carrera y soportando la can¨ªcula fui hasta el hotel de los tiros. Al llegar, ya estaba acordonado. Frente a la puerta principal del edificio en cuesti¨®n resaltaba otro negocio: Est¨¦tica y Bellesa ?ngels. Entr¨¦ con la frase que siempre funciona: ¡°Buenas tardes, soy periodista de El Pa¨ªs. Vengo por lo de aqu¨ª delante. ?Ha visto usted algo?¡±. Mi interlocutora era una se?ora rubia. No recuerdo bien que me dijo, pero no dej¨® de sonre¨ªr. El ni?o de barrio chafardero que llevo dentro hizo el resto: ¡°?Qu¨¦ tienda m¨¢s chula? (siempre hay que alabar para que la persona se relaje y recuerde con m¨¢s detalle lo que vio). Aqu¨ª seguro que ven¨ªan hasta famosos¡±. La se?ora entr¨® al trapo: ¡°Uiii, no lo sabes t¨² bien. Yo he arreglado las u?as hasta a Madonna¡±. Me explic¨® parte del tiroteo, redact¨¦ (con muchas otras fuentes) aquel suceso, pero para m¨ª, aquel d¨ªa fue el d¨ªa que conoc¨ª a la esteticista de Madonna. Cada vez que paso por delante de la Estetica ?ngels me acuerdo de Madonna pero no fue hasta el jueves de la semana pasada que me decid¨ª a entrar.
La se?ora ?ngels segu¨ªa igual. Con mascarilla, pero estoy convencido que con la misma sonrisa postiroteo. ¡°Buenos d¨ªas soy periodista de El Pa¨ªs¡±, la entrada fue id¨¦ntica (es que siempre funciona). Le record¨¦ el suceso de hace siete a?os (de los tiros se acordaba, de m¨ª no, no la culpo, y eso que hay un personaje de Alvin y las Ardillas que es clavadito a m¨ª) y le dije que quer¨ªa contar su historia con Madonna. No lo dud¨® ni un segundo. Esta vez me sent¨¦ en esas mesas estrechas donde hacen la manicura y desde all¨ª acab¨® de desvelarme c¨®mo una esteticista del Raval arregl¨® una u?a rota a la cantante de la Isla Bonita.
?ngels Salvador P¨¦rez naci¨® en el Raval hace 66 a?os y sus padres eran los porteros del colegio de Notarios. De muy joven comenz¨® a trabajar como dependienta de una tienda de ropa, pero pronto se matricul¨® en una academia de est¨¦tica y empez¨® a trabajar. ¡°Aqu¨ª hab¨ªa una peluquer¨ªa donde yo ven¨ªa a hacer masajes. La cerraron y abr¨ª aqu¨ª mi tienda hace 35 a?os¡±, cuenta Salvador. La Barcelona preol¨ªmpica disfrutaba de mucho menos turismo y, por descontado, de menos hoteles. La jet set, cuando ven¨ªa, se alojaba en la misma Rambla. ¡°Entonces se trabajaba muy bien y hac¨ªa m¨¢s horas que un reloj. Me llamaban de la recepci¨®n de los hoteles y yo iba con la camilla arriba y abajo gan¨¢ndome la vida¡±, recuerda.
Un d¨ªa de finales julio de 1990, la cantante actuaba por primera vez en Barcelona en la gira The Blonde Ambition Tour. ¡°Me llamaron del Ramada Reinassance y me dijeron, directamente, que Madonna se hab¨ªa roto una u?a. Para all¨ª que fui con mis productos¡±, explica. ?ngels entr¨® en el hotel, la acompa?aron a una habitaci¨®n y all¨ª estaba ella.
Pregunta: ¡°Pero ?ngels. Ver a Madonna, tener la misi¨®n de arreglar su u?a rota. Cogerle la mano (yo es que soy de impresionarme mucho). ?Eso tiene que ser muy fuerte?¡±
Respuesta: ¡°Nooo, era sencilla, poca cosa, muy guapa. Sonre¨ªa. Yo no hablo ingl¨¦s y no pod¨ªa hablar con ella. Llevaba las u?as cortas y una se le hab¨ªa escamado. La pude arreglar y se la pint¨¦ de rojo. Despu¨¦s, uno de los que ten¨ªa al lado me pag¨® y me dio una propina que era m¨¢s de lo que hab¨ªa pagado por el arreglo¡±.
Madonna y su s¨¦quito aquel verano ocuparon 180 de las 280 habitaciones que ten¨ªa el hotel. Cada ma?ana sal¨ªa a hacer footing (entonces no se llamaba running) con ocho guardaespaldas que no dudaban en soltar un sopapo a los fot¨®grafos que quer¨ªan inmortalizar a la cantante. ¡°Uno de esos d¨ªas, yo ven¨ªa a trabajar y Madonna me vio. Me salud¨® con la mano mientras bajaba corriendo La Rambla¡±, la sonrisa de ?ngels (la intuyo bajo la mascarilla) se hace todav¨ªa m¨¢s grande.
Me fijo en las manos delicadas de la esteticista y solo pienso que estas manos son tambi¨¦n las que tocaron los dedos del icono mundial. Luego me explica que estas mismas manos masajearon la espalda de Kevin Costner, las pantorrillas de la Pantoja y la espalda de Juli¨¢n Mu?oz (aqu¨ª ya me emociono menos). ¡°Estos dos eran muy taca?os te pagaban solo un masaje y se lo divid¨ªan: piernas ella y espalda para Cachuli¡±, sonr¨ªe ?ngels.
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