Con esas tetas no hay quien te escuche

Ninguna de nosotras puede ser excesiva en nada. Serlo demasiado contin¨²a siendo una losa para muchas mujeres. Tenemos un pase para ocupar espacios que tradicionalmente no son nuestros y que amenazan con volver a sernos ajenos. Pero es que una tampoco puede tener demasiado. Debemos ser comedidas en el hablar y estrictas en el vestir. Lo p¨²blico sigue ejerciendo un espacio como si fuera un ring para las mujeres.

El mi¨¦rcoles, la portavoz del Gobierno catal¨¢n, la periodista Patr¨ªcia Plaja, se encontraba realizando su trabajo vestida de forma m¨¢s que sobria en la televisi¨®n p¨²blica de Catal...

Ninguna de nosotras puede ser excesiva en nada. Serlo demasiado contin¨²a siendo una losa para muchas mujeres. Tenemos un pase para ocupar espacios que tradicionalmente no son nuestros y que amenazan con volver a sernos ajenos. Pero es que una tampoco puede tener demasiado. Debemos ser comedidas en el hablar y estrictas en el vestir. Lo p¨²blico sigue ejerciendo un espacio como si fuera un ring para las mujeres.

El mi¨¦rcoles, la portavoz del Gobierno catal¨¢n, la periodista Patr¨ªcia Plaja, se encontraba realizando su trabajo vestida de forma m¨¢s que sobria en la televisi¨®n p¨²blica de Catalu?a cuando en cierto momento alguien avis¨® por alg¨²n pinganillo que el escote era excesivo. Por eso se coloc¨® primero un cartel que tapaba la zona de los pechos.

Seg¨²n ella misma ha explicado, Plaja no pidi¨® ser tapada en ning¨²n momento, pero alguien pens¨® que eso deb¨ªa enmendarse. Se hizo un apa?o en una breve pausa y apareci¨® con unos cent¨ªmetros menos de escote porque todo el mundo sabe que cuando una mujer ense?a unos cent¨ªmetros de m¨¢s, no puede ser escuchada, solo mirada.

La mayor¨ªa no sabemos ni de qu¨¦ estaba hablando Plaja: la noticia es que todav¨ªa debemos elegir taparnos de forma excesiva para no distraer. Dice la canci¨®n que dan miedo nuestras tetas y yo pienso que no es que den miedo, es que siguen siendo una forma de censura por ser. Las consideran inofensivas pero molestas excepto si son para el regocijo personal o la mercantilizaci¨®n.

Ya no hablo solo del recordatorio que le han hecho a Patr¨ªcia, ¡°no puedes ser escuchada as¨ª¡±, hablo de lo que nos pasa a todas. ?Cu¨¢ntas de nosotras nos miramos al espejo pregunt¨¢ndonos si somos suficientemente correctas? No s¨¦ si hay personas que creen que los pechos son un accesorio de quita y pon o bien que, si son ¡°demasiado¡± (?para qu¨¦ o para qui¨¦n?), lo que tenemos que hacer es taparnos. Es parad¨®jico c¨®mo luego esas mismas tetas sean objeto de deseo y tengan incluso su propia categor¨ªa porno. Pero es que una no puede ser deseable y tener voz. Y no digo que sea esa la situaci¨®n ocurrida en el plat¨®; lo que quiero decir es que la ense?anza popular es que nuestras tetas deben ser escondidas: ni amamantar, ni existir.

Y lo que es peor, tenerlas y por lo tanto estar con tu existencia de tetas supone una sexualizaci¨®n. ?Para qu¨¦ van a ser unas tetas si no para ser observadas? Vamos, fijo que la utilidad anat¨®mica es esa.

Las que tenemos un pecho grande, y eso nos conlleva, ya de por s¨ª, dolores de espalda, no queremos que encima nos d¨¦ dolores de cabeza. Qu¨¦ absurdidad pensar que esa situaci¨®n pod¨ªa suponer que existiera una distracci¨®n de la audiencia con respecto a lo que dec¨ªa. Porque ?qu¨¦ es lo que se dec¨ªa?

Yo no s¨¦ si alguien se ha preguntado c¨®mo se siente ahora mismo Patr¨ªcia Plaja. El poder sigue siendo hostil con nosotras.

En todo caso, creo que no tenemos ninguna intenci¨®n de masculinizarnos constantemente para ocupar los espacios que hemos tenido que batallar a los hombres.

Carla Vall es abogada especialista en la defensa de v¨ªctimas de violencias machistas, violencia sexual y vicaria

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