Malas noticias para Aragon¨¨s
El debilitamiento del PSOE a?ade otra dificultad para que S¨¢nchez acepte entrar en la negociaci¨®n del conflicto constitucional catal¨¢n
Al PP le ha salido redonda la t¨¢ctica de escalonar elecciones auton¨®micas a lo largo de la legislatura de gobierno de Pedro S¨¢nchez. Cada una de ellas ha servido para consolidar las posiciones de las derechas en las comunidades aut¨®nomas correspondientes y, a la inversa, erosionar las del PSOE. En cada una de las comunidades en juego, claro, pero tambi¨¦n en el escenario general, el propio del Gobierno de Espa?a.
Para el Gobierno de Pere Aragon¨¨s, es una mala noticia. Para que prospere la negociaci¨®n de gobierno a gobierno abierta por Esquerra Republicana en busca de una salida al confli...
Al PP le ha salido redonda la t¨¢ctica de escalonar elecciones auton¨®micas a lo largo de la legislatura de gobierno de Pedro S¨¢nchez. Cada una de ellas ha servido para consolidar las posiciones de las derechas en las comunidades aut¨®nomas correspondientes y, a la inversa, erosionar las del PSOE. En cada una de las comunidades en juego, claro, pero tambi¨¦n en el escenario general, el propio del Gobierno de Espa?a.
Para el Gobierno de Pere Aragon¨¨s, es una mala noticia. Para que prospere la negociaci¨®n de gobierno a gobierno abierta por Esquerra Republicana en busca de una salida al conflicto constitucional catal¨¢n se requiere que ambas partes sean fuertes. Y lo que ha sucedido es que una de ellas, el gobierno de S¨¢nchez, ha ido perdiendo empuje a golpe de adelanto electoral en la Comunidad de Madrid, en la de Castilla y Le¨®n y, el domingo pasado, en Andaluc¨ªa. Zancadillas intercaladas no por azar por los barones del PP en el recorrido de la legislatura que debiera culminar en 2023.
Est¨¢ por ver si S¨¢nchez apuesta por reanimar con hechos la negociaci¨®n con el gobierno catal¨¢n o si deja que esa carpeta siga en la aton¨ªa y las buenas palabras en que entr¨® hace un a?o despu¨¦s del indulto de los presos de la revuelta catalana de 2017. Aragon¨¨s lleva meses reclamando un reimpulso. El permanente ambiente preelectoral creado por PP ha contribuido a frenarlo, aunque es dif¨ªcil distinguir qu¨¦ parte hay de realidad y qu¨¦ de excusa en este argumento.
A estas alturas de la legislatura espa?ola cabe preguntarse, adem¨¢s, qu¨¦ ser¨ªa posible lograr en el plazo de aproximadamente un a?o que queda de legislatura. El punto de arranque es que Catalu?a se gobierna mediante un Estatuto de Autonom¨ªa que no es el votado por los ciudadanos en 2006; que esta situaci¨®n ha sido rechazada por una amplia mayor¨ªa del electorado catal¨¢n, hasta el extremo de dar pie a una alocada revuelta; y que el gobierno de S¨¢nchez ofreci¨® en 2019 una negociaci¨®n en la que, hasta el momento, no se ha entrado, que se sepa, en el fondo del asunto, que es el alcance del poder auton¨®mico catal¨¢n en el marco constitucional. Eso requiere abordar por lo menos, una reforma del Estatuto y, dadas las posiciones del Tribunal Constitucional sobre el desarrollo del Estado de las Autonom¨ªas, tambi¨¦n seguramente alg¨²n tipo de reforma constitucional. Pensar que eso puede resolverse en un a?o es irreal. Tambi¨¦n lo es creer que el PSOE est¨¦ por la labor de lanzarse a una apuesta de este calado. Y es puro desvar¨ªo pensar que eso no fuera aprovechado por el PP y su variante de Vox para llamar a deg¨¹ello de los vendepatrias y de la izquierda traidora. La agitaci¨®n del anticatalanismo allende el Ebro es una baza que las derechas nunca olvidan ni desde?an.
Cuando se obvia la cuesti¨®n de fondo, lo que queda en la negociaci¨®n reclamada por Aragon¨¨s tiene un recorrido perfectamente delimitado: unos indultos por aqu¨ª, unas inversiones por all¨ª, una mejora del clima pol¨ªtico, buenas palabras y poca cosa m¨¢s. En el otro plano, lo ¨²nico positivo de las elecciones andaluzas para los de Aragon¨¨s es que la cacofon¨ªa del anticatalanismo ha perdido uno de sus altavoces, aunque tambi¨¦n sea verdad que el pat¨¦tico hundimiento de Ciudadanos estaba ya m¨¢s que descontado.
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