Barcelona pretende acabar con el botell¨®n a base de sanciones
El Consistorio recurre a la ¡®ley mordaza¡¯ para elevar hasta 600 euros las multas por beber en la calle aunque ser¨¢n muy excepcionales
El Ayuntamiento de Barcelona est¨¢ dispuesto a acabar con los botellones y lo va a hacer a base de multas. As¨ª de contundente se ha mostrado este lunes el teniente de alcalde de Seguridad y Prevenci¨®n del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle. Pese a ello, la mayor¨ªa de las multas que se imponen no ser¨¢n superiores a 100 euros y las sanciones de 600 euros est¨¢n reservadas para casos muy excepcionales.
El teniente d...
El Ayuntamiento de Barcelona est¨¢ dispuesto a acabar con los botellones y lo va a hacer a base de multas. As¨ª de contundente se ha mostrado este lunes el teniente de alcalde de Seguridad y Prevenci¨®n del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle. Pese a ello, la mayor¨ªa de las multas que se imponen no ser¨¢n superiores a 100 euros y las sanciones de 600 euros est¨¢n reservadas para casos muy excepcionales.
El teniente de alcalde ¡ªque esta semana es el primer edil accidental en ausencia de Ada Colau¡ª ha advertido que hasta ahora solo se sancionaba el botell¨®n con la ordenanza de convivencia y con multas de hasta 60 euros. Unas sanciones que afectaban muy poco a la econom¨ªa de los denunciados ya que la propia normativa municipal establece que por pronto pago el infractor puede acogerse a una reducci¨®n del 75%. Por tanto, la multa para los que se apresuraban en abonarla solo era de 15 euros. Ahora se ha dado la orden a la polic¨ªa local de que exprima al m¨¢ximo la normativa imponiendo sanciones de 100 euros que con el pronto pago se quedar¨ªan en 25 euros.
El intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Vel¨¢zquez, ha detallado que entre el 2 y el 8 de agosto se han impuesto 747 sanciones por consumir alcohol en la v¨ªa p¨²blica. Todas estas infracciones son leves y se sanciona por beber alcohol, ensuciar la v¨ªa p¨²blica o molestar.
Pero donde est¨¢ el verdadero cambio sancionador es en las infracciones consideradas graves. Cuando los que participen en un botell¨®n molesten gravemente al vecindario, corten el tr¨¢fico o creen perturbaciones o altercados se aplicar¨¢ la ley de seguridad ciudadana, popularmente conocida como ley mordaza. Este tipo de sanciones oscilan entres 300 y 600 euros. El pronto pago en esta ley solo prev¨¦ una rebaja del 50%, por lo que las multas con esta bonificaci¨®n oscilan entre los 150 y los 300 euros. De momento no se ha multado a ning¨²n participante de botell¨®n con la ley mordaza pero a nadie se le olvidan los altercados que se produjeron en las ¨²ltimas fiestas de la Merc¨¨.
Vel¨¢zquez ha dicho este lunes que en comparaci¨®n con julio del a?o pasado, las llamadas al 112 por molestias de convivencia se han reducido un 27%. Por su parte, Batlle ha agregado que la ciudad est¨¢ funcionando con ¡°normalidad¡± y la ¡°sensaci¨®n¡± ¡ªen los primeros cinco meses, la delincuencia estaba un 23% por debajo de lo que estaba en 2019, antes de la pandemia¡ª es que la actividad delictiva ha bajado respecto al peor verano que se vivi¨® en la ciudad, hace tres a?os.
Patrullaje contra la delincuencia urbana
Esa sensaci¨®n tambi¨¦n se manifiesta a pie de calle. EL PA?S acompa?¨® la semana pasada a cuatro agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de la polic¨ªa local barcelonesa. Estos agentes, secretos, peinan la ciudad en busca, sobre todo, de carteristas y ladrones. ¡°Puede ser que haya menos gente robando en las calles que otros a?os. Tambi¨¦n parece que hay menos bandas especializadas de las que robaban mientras los clientes miraban ropa en las tiendas. Lo que s¨ª que vemos es que, los que hay, saben lo que hacen y saben hasta qu¨¦ cantidad tienen que robar para no meterse en problemas graves con la justicia¡±, lamenta el cabo Toni Mart¨ªnez.
Nada m¨¢s salir de la comisar¨ªa de la Rambla, uno de los lugares favoritos de los ladrones es el mercado de la Boqueria. Pronto interceptan a dos personajes, aseguran que son drogodependientes, que tambi¨¦n detectan a los agentes. Casi, casi se saludan entre ellos. Se cruzan miradas. ¡°Si no les pillamos in fraganti no podemos hacer gran cosa¡±, advierte el agente Jos¨¦ Mar¨ªa. Los supuestos ladrones ya han visto que la ma?ana ser¨¢ complicada y abandonan el mercado.
Los puntos favoritos de los ladrones coinciden con los m¨¢s concurridos por los turistas: Boqueria, Rambla, paseo Mar¨ªtimo, paseo de Gr¨¤cia¡ Las v¨ªctimas predilectas para los ladrones son los turistas orientales y americanos. ¡°Llevan mucho efectivo encima aunque tambi¨¦n saben que es peligroso porque si hurtan una cartera con m¨¢s de 400 euros ya no es una pena de multa sino de prisi¨®n¡±, puntualiza el cabo.
¡°Ahora han sido muy medi¨¢ticos los robos de relojes de alta gama. Es f¨¢cil detectar a los que se dedican a este tipo de actividad delictiva. Vas viendo que se fijan en las mu?ecas y no tienen prisa en perpetrar el robo. Pueden seguir a la v¨ªctima durante horas hasta ver que es el momento adecuado. El problema tambi¨¦n es que han aparecido ladrones que no son tan ¡®profesionales¡¯ y que est¨¢n copiando estos robos¡±, mantiene Mart¨ªnez.
Tras un peque?o paseo detectan a un joven con camisa con flamencos impresos que camina sin rumbo. Entra en un McDonald¡¯s, luego en un Five Guys, luego otro McDonald¡¯s¡ Lleva una mochila muy vac¨ªa. ¡°Eso nos da muchas pistas. Transportan mochilas vac¨ªas porque luego colocan dentro lo que roban¡±, traduce el cabo. El joven de la camisa de flamencos solo entra y sale de establecimientos de comida r¨¢pida. Tras media hora detr¨¢s de ¨¦l y sin que se diera cuenta de la persecuci¨®n, el individuo se hace con un bolso cuya propietaria hab¨ªa dejado en el suelo. Los agentes le dan el alto. Benrabah R. admite r¨¢pidamente que ha robado. ¡°Estuve 14 a?os sin robar pero ahora no tengo trabajo. Mi hija me dice que le da verg¨¹enza, pero tendremos que comer...¡±, se intenta justificar el ladr¨®n. Benrabah se presta a explicar a EL PA?S cu¨¢l es su t¨¦cnica. ¡°Yo me dedico a los bolsos que la gente descuida. Es f¨¢cil, solo tienes que fijarte. Nunca cojo los que hay sobre la mesa o la silla, siempre los que dejan en el suelo¡±, sonr¨ªe mientras le entregan la citaci¨®n.
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