La interinidad se enquista en el cuerpo de secretarios municipales y complica la labor de los ayuntamientos peque?os
El 40% de las poblaciones espa?olas tienen que recurrir a interinos para que realicen un trabajo vital en el funcionamiento local
Lisa y llanamente: sin un secretario municipal un Ayuntamiento no funciona. Su principal labor funci¨®n es certificar que toda la actividad consistorial se ajusta a la ley y, en la pr¨¢ctica, sin su visto bueno no pueden avanzar asuntos tan b¨¢sicos como la aprobaci¨®n de los presupuestos. Pese a ese rol clave, cuatro de cada diez responsables en los m¨¢s de 8.100 municipios espa?oles son interinos y el cambio generacional plantea una nueva amenaza: entidades supramunicipales como colegios profesionales alertan de l...
Lisa y llanamente: sin un secretario municipal un Ayuntamiento no funciona. Su principal labor funci¨®n es certificar que toda la actividad consistorial se ajusta a la ley y, en la pr¨¢ctica, sin su visto bueno no pueden avanzar asuntos tan b¨¢sicos como la aprobaci¨®n de los presupuestos. Pese a ese rol clave, cuatro de cada diez responsables en los m¨¢s de 8.100 municipios espa?oles son interinos y el cambio generacional plantea una nueva amenaza: entidades supramunicipales como colegios profesionales alertan de la falta de personal para responder al actual alud de jubilaciones.
¡°Llevamos diez a?os advirtiendo de que esta situaci¨®n llegar¨ªa¡±, lamenta Jos¨¦ Luis P¨¦rez, presidente del Consejo General de los Colegios Oficiales de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administraci¨®n local (Cosital). En los a?os 80 se entregaron unas 4.000 plazas y, tras el paso de casi 30 a?os, las jubilaciones se hacen sentir en el cuerpo de funcionarios. La figura del secretario var¨ªa de acuerdo al tama?o del municipio. Mientras que en los de m¨¢s de 20.000 habitantes se separan las figuras del secretario, interventor y tesorero, en los m¨¢s peque?os un mismo funcionario asume las tres funciones. En sus oposiciones, el Ministerio de Hacienda y Funci¨®n P¨²blica recoge diferentes escalas para esas tipolog¨ªas.
En lugares como Catalu?a, explica Joana Ortega, secretaria general de la Asociaci¨®n Catalana de Municipios (ACM), hay un problema espec¨ªfico de falta de tradici¨®n opositora ante la Administraci¨®n central. Es un fen¨®meno similar al que se da en la administraci¨®n de justicia o de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Jos¨¦ Luis P¨¦rez cree adem¨¢s que la falta de inter¨¦s de muchos profesionales por optar por el camino de la funci¨®n p¨²blica, espec¨ªficamente en el caso de los secretarios y secretarios-interventores tambi¨¦n se explica por los cambios en el sistema de oposiciones. Entre 2007 y 2013 se descentraliz¨® la oferta, generando un rosario de convocatorias por todo el territorio que despitaban a los interesados. ¡°La falta de regularidad en las convocatorias hac¨ªa que los interesados no se motivaran a intentarlo otra vez¡±, a?ade.
Las plazas libres pueden generar movimientos entre los secretarios de otros municipios pero el problema es el saldo vegetativo final. P¨¦rez cree que es un error que Hacienda -que organiza las oposiciones y despu¨¦s otorga el Ayuntamiento destino- limite cada a?o el n¨²mero de plazas en lugar de ofertar todas las que est¨¢n vacantes. ¡°Por ley, est¨¢ garantizado presupuestariamente el salario de los secretarios municipales¡±, insiste el presidente del colegio del ramo.
Desde la Asociaci¨®n Catalana de Municipios, Ortega certifica la dificultad y hasta la competencia que surge entre Ayuntamientos para poder conseguir secretarios. La v¨ªa de la interinidad es la m¨¢s utilizada, y son los consistorios los que designan sus bases. Pero en algunos casos, con tal de no frenar la m¨¢quina de la Administraci¨®n, se impone la laxitud en la valoraci¨®n de candidatos. La falta de personal es tan grave, explica, que un mismo trabajador interino puede hacer su labor en dos o tres municipios peque?os, a tiempo parcial. En el resto de Espa?a, asegura P¨¦rez, se da la misma situaci¨®n. ¡°Eso solo se puede aguantar una temporada¡±, critica.
Para intentar responder al escenario actual, la ACM ya ha cerrado acuerdos con universidades catalanas para crear posgrados que, de un lado, aseguren una mejor en el nivel formativo de los candidatos y tambi¨¦n sean una v¨ªa de preparaci¨®n a las oposiciones. Las diputaciones tambi¨¦n arriman el hombro en el caso de los micropueblos. La de Tarragona, por ejemplo, cuenta dentro de su Servicio de Asistencia Municipal con un cuerpo de secretarios itinerantes. Su diputado delegado, Enric Adell, explica que cuentan con un cuerpo de 12 personas que atienden a 31 Ayuntamientos de esa demarcaci¨®n que se han agrupado para compartir estas responsabilidades.
El Ministerio, que no entreg¨® sus datos sobre interinidad, aprob¨® en mayo pasado un real decreto que busca atajar ese problema. La v¨ªa es que los interinos que llevan m¨¢s de seis a?os puedan lograr la plaza. Cosital est¨¢ en contra de esa propuesta, pues considera que va en detrimento de los funcionarios que han invertido a?os preparando las oposiciones. ¡°Hay que dar una respuesta al problema de los interinos, pero lograr una plaza sin tener acreditada una formaci¨®n es una deslegitimaci¨®n de las oposiciones¡±, cree P¨¦rez. La Sala tercera de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo acept¨® el recurso presentado por el colegio.
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