La independencia vac¨ªa
Las desavenencias en el secesionismo demuestran que el significante de 2017 pierde contenido
El populismo acad¨¦mico adoptado por Podemos al inicio de su aventura pol¨ªtica atend¨ªa una cierta teor¨ªa de los significantes vac¨ªos que deb¨ªan tener la capacidad de concentrar los sentimientos y los deseos de las clases populares frente a las elites del poder. Mientras Pablo Iglesias los buscaba para conseguir el fin del bipartidismo y competir con el socialismo por la hegemon¨ªa de la izquierda, otros talentos pol¨ªticos, tanto o m¨¢s populistas, daban en Catalu?a con el exacto significante que...
El populismo acad¨¦mico adoptado por Podemos al inicio de su aventura pol¨ªtica atend¨ªa una cierta teor¨ªa de los significantes vac¨ªos que deb¨ªan tener la capacidad de concentrar los sentimientos y los deseos de las clases populares frente a las elites del poder. Mientras Pablo Iglesias los buscaba para conseguir el fin del bipartidismo y competir con el socialismo por la hegemon¨ªa de la izquierda, otros talentos pol¨ªticos, tanto o m¨¢s populistas, daban en Catalu?a con el exacto significante que sirvi¨® para lanzar una de las mayores movilizaciones populares de la actual democracia.
La independencia se convirti¨® en un tiempo fulgurante en una idea popular¨ªsima alrededor de la que se organiz¨® el movimiento en favor de la secesi¨®n inmediata de Catalu?a del Reino de Espa?a y la proclamaci¨®n de un Estado propio en forma de rep¨²blica. El sintagma se llen¨® hasta desbordarse. Todo cab¨ªa, desde los d¨¦ficits fiscales hasta el uso de la lengua en la escuela. Era una idea prodigiosa y redentora, que permit¨ªa atribuir todo lo malo a su contrario, es decir, a la actual situaci¨®n de Catalu?a dentro de Espa?a. Ten¨ªa adem¨¢s efectos bals¨¢micos y desculpabilizadores para la conciencia c¨ªvica y pol¨ªtica catalana y sobre todo para que sus dirigentes se sacudieran de encima cualquier responsabilidad.
Quienes cargaron la palabra de tanto significado no percibieron el riesgo que asum¨ªan para el caso harto probable de que luego no se tradujera en transformaci¨®n alguna. Atendieron a los deseos y sentimientos, pero fueron incapaces de definir un contenido concreto e institucional, de forma que pudo significar a la vez una rep¨²blica al estilo venezolano, una democracia iliberal a la polaca o un para¨ªso fiscal autoritario como Singapur. La mayor de las negligencias, sin embargo, afect¨® a su realizaci¨®n, hasta el punto de que ahora se considera una verdad aceptada que fue una mera finta negociadora, el enga?o de una palabra vac¨ªa para intentar la obtenci¨®n de un mejor estatus de Catalu?a dentro de Espa?a.
Al significante plet¨®rico de 2017 ahora le han quitado el tap¨®n y se est¨¢ vaciando a ojos vista. Lo demuestran las ¨²ltimas y cada vez m¨¢s graves desavenencias entre independentistas. Nadie, ni Marta Rovira ni Artur Mas, sabe ahora qu¨¦ significa y para qu¨¦ sirve. El desacuerdo es absoluto, sobre los medios y los objetivos, sobre las estrategias ¡ªinexistentes¡ªy los dirigentes ¡ªdescalificados por la gesti¨®n del proc¨¦s y luego por el mientras tanto, el gobierno de la autonom¨ªa. Si se trata de obtener leg¨ªtima y legalmente m¨¢s autogobierno, tanto como sea posible ¡ªque no es lo mismo que la independencia¡ª, la idea ya solo sirve para seguir dividiendo a sus partidarios y encima ahuyentar a quienes no comulgaron con aquellas amarillas ruedas de molinos.
El significante est¨¢ de nuevo vac¨ªo y el mejor servicio que se puede hacer a todos, incluso a la idea nacional catalana, es echarlo al cubo de los desperdicios in¨²tiles. Junto a las esteladas que tan bien lo representan, naturalmente.
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