Regular el alquiler no perjudica al peque?o propietario

Hace unos d¨ªas, se public¨® en estas p¨¢ginas un art¨ªculo de opini¨®n que ped¨ªa que el Gobierno no regule los alquileres. Afirmaba que hay inquilinos que no son tan pobres puesto que pagan alquileres caros, y caseros que completan su pensi¨®n con el alquiler de un piso. A?ad¨ªa que el Estado no puede solucionar el derecho a la vivienda ¡°diciendo que lo subvencionen unos particulares (los caseros)¡±. Que lo que debe hacer es vivienda p¨²blica. Creo necesario responder a dichas aseveraciones, puesto que se trata de t¨®picos sin base cient¨ªfica que se repiten a menudo.

1. La tan manida imagen del ...

Hace unos d¨ªas, se public¨® en estas p¨¢ginas un art¨ªculo de opini¨®n que ped¨ªa que el Gobierno no regule los alquileres. Afirmaba que hay inquilinos que no son tan pobres puesto que pagan alquileres caros, y caseros que completan su pensi¨®n con el alquiler de un piso. A?ad¨ªa que el Estado no puede solucionar el derecho a la vivienda ¡°diciendo que lo subvencionen unos particulares (los caseros)¡±. Que lo que debe hacer es vivienda p¨²blica. Creo necesario responder a dichas aseveraciones, puesto que se trata de t¨®picos sin base cient¨ªfica que se repiten a menudo.

1. La tan manida imagen del pensionista que no llega a fin de mes si se proh¨ªbe que el precio del alquiler siga subiendo no se corresponde con los datos. Seg¨²n la Encuesta de Condiciones de Vida, los ingresos medios de quienes arriendan una vivienda o un local alcanzan los 37.807 euros anuales, y eso sin contar la renta del alquiler. Ahora mismo, tener una vivienda alquilada en una ciudad como Barcelona implica sumar a ese ingreso un promedio de 12.000 euros al a?o. Una cifra que suele multiplicarse: m¨¢s de la mitad del mercado est¨¢ en manos de caseros con al menos 3 viviendas en alquiler. Por otra parte, la idea del inquilino privilegiado y acaudalado tampoco refleja la realidad: los hogares inquilinos ingresan la mitad que lo que ganan los caseros particulares (entre 19.061 y 23.160 euros), y eso sin descontar lo que deben pagar para tener un techo.

2. Es falso que regular los alquileres suponga que el casero ¡°subvenciona¡± al inquilino. Al contrario, si en Espa?a hay una figura que est¨¢ hiper-subvencionada es la del casero, y lo seguir¨ªa estando aunque los precios bajasen mucho. Para empezar, la relaci¨®n arrendaticia consiste en una transferencia de riqueza del inquilino al propietario. ?Subvenci¨®n? La que le da el inquilino al casero cada mes. Un pago que enriquece al segundo y empobrece al primero, que adem¨¢s ve mermadas sus opciones de ahorrar y acceder a una vivienda en propiedad. Si se da el caso de alg¨²n pensionista y casero que no llega a fin de mes a pesar de tener dos propiedades y de que los alquileres han subido un 40% desde 2014, la soluci¨®n no puede ser estrangular a¨²n m¨¢s al inquilino, sino subir las pensiones. ?Subvenci¨®n? La que tambi¨¦n recibe el casero del Estado en forma de regalo fiscal, puesto que el 60% de lo que cobra est¨¢ bonificado. De hecho, la inmensa mayor¨ªa de viviendas en alquiler fueron heredadas o compradas mediante m¨¢s desgravaciones. Por no hablar de quienes pueden poner sus pisos en una empresa: esos gozan de m¨¢s privilegios fiscales que nadie.

3. Decir que hay que hacer vivienda p¨²blica en lugar de limitar el precio del alquiler es plantear un falso debate. Tanto como gritar ¡°?m¨¢s empleo p¨²blico pero nada de subir el salario m¨ªnimo!¡± Nadie discute que necesitamos tanta vivienda protegida como la que tiene Viena, pero con los actuales presupuestos generales ¡ªde ah¨ª sale casi todo el dinero¡ª tardar¨ªamos 819 a?os en alcanzarla. Mientras tanto, ?qu¨¦ protecci¨®n se da a los millones de familias que viven de alquiler? El estudio sobre Barcelona que publicamos el a?o pasado muestra que la subida de precio de los ¨²ltimos a?os ha provocado que ocho de cada diez personas encuestadas destinen m¨¢s ingresos de los recomendables al alquiler. Resultado: de cada dos familias que se mudan, una lo hace porque la est¨¢n echando de casa. Una situaci¨®n que ya era grave y que solo va a empeorar si no se le pone freno.

Jaime Palomera es miembro del instituto de investigaci¨®n urbana La Hidra

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