El acoso de un pastor evang¨¦lico a su hijo por ser gay: ¡°Llevas el demonio dentro¡±
Juicio a unos padres de Terrassa que intentaron convencer al joven, de 17 a?os, para que dejara de ser homosexual
Ezequiel V. no hab¨ªa visto a sus padres desde que, en marzo de 2017, intent¨® recuperar su pasaporte para empezar una nueva vida y se vio arrastrado a una trifulca. El reencuentro se produce en una sala de vistas donde el chico, que ahora tiene 22 a?os, declara contra ellos por someterle a un acoso implacable cuando supieron, en el instituto, que era homosexual. Ezequiel viste unas Converse All Star blancas con una peque?a bandera del orgullo gay. Y cu...
Ezequiel V. no hab¨ªa visto a sus padres desde que, en marzo de 2017, intent¨® recuperar su pasaporte para empezar una nueva vida y se vio arrastrado a una trifulca. El reencuentro se produce en una sala de vistas donde el chico, que ahora tiene 22 a?os, declara contra ellos por someterle a un acoso implacable cuando supieron, en el instituto, que era homosexual. Ezequiel viste unas Converse All Star blancas con una peque?a bandera del orgullo gay. Y cuenta temblando el infierno al que sus padres, pastores de una iglesia evang¨¦lica de Terrassa (Barcelona) le hicieron descender por salir con un chico. ¡°Mi padre me dijo que necesitaba ayuda para sacarme el demonio que ten¨ªa dentro. Para ellos estaba enfermo¡±.
Ezequiel creci¨® en un entorno familiar opresivo, sometido junto a su hermana a una ¡°educaci¨®n estricta¡± que inclu¨ªa, seg¨²n su versi¨®n, ¡°castigos f¨ªsicos y psicol¨®gicos¡±. Sus padres eran pastores de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular, un culto evang¨¦lico. Mientras cursaba segundo de Bachillerato, siendo a¨²n menor de edad, Ezequiel empez¨® una relaci¨®n sentimental con Juan A. ¡°Lo llev¨¢bamos en secreto. Por la calle no mostr¨¢bamos nuestro afecto. Mis padres ten¨ªan una cafeter¨ªa y pod¨ªan enterarse¡±, explica. Temeroso de que la noticia cayera como una bomba, en enero de 2017 decidi¨® irse de casa. Busc¨® y encontr¨® ayuda en los responsables de su instituto, el IES Viladecavalls, que organiz¨® una reuni¨®n con los padres. No fue bien.
Vanessa A. era la orientadora que asisti¨® al chico y organiz¨® el encuentro. ¡°La madre estaba como apenada. El padre dijo que Ezequiel hab¨ªa escogido sentencia de muerte. Habl¨® de Dios. Y vino a decir que el pene est¨¢ para introducirse en la vagina, y que la mujer est¨¢ para reproducirse¡±, cuenta la testigo de un juicio en el que los padres ¨DDavid Antonio V. y Erika Jacquelina V.¨D afrontan una petici¨®n de dos a?os y cuatro meses de c¨¢rcel por delito contra la integridad moral y malos tratos. Ezequiel sinti¨®, en ese encuentro en el instituto, que la mirada de su madre era ¡°de decepci¨®n y desprecio¡±.
¡°?Qu¨¦ asco, qu¨¦ asco!¡±
Los padres se embarcaron entonces en una misi¨®n: salvar a su hijo, hacerle regresar al buen camino. Empezaron a presentarse en el instituto y a hostigarle para que ¡°recapacitara sobre su elecci¨®n sexual err¨®nea, antinatural, enfermiza e inmoral¡± y confiados en que ¡°Dios lo iba a curar¡±, recoge el escrito de la Fiscal¨ªa. ¡°Una vez mi padre me tir¨® una carta en la puerta del instituto. Dec¨ªa que lo que hac¨ªa no estaba bien, que era pecado, que deb¨ªa buscar ayuda¡±. En otra ocasi¨®n, cuando estaba en el autob¨²s junto a su pareja, el pastor evang¨¦lico golpe¨® con fuerza la ventanilla y grit¨®: ¡°?Qu¨¦ asco, qu¨¦ asco!¡±
El episodio que marc¨® el final de la relaci¨®n entre padres e hijo sucedi¨® el 7 de marzo. Ezequiel se hab¨ªa ido a vivir a casa de una amiga. Sin trabajo ni ingresos, necesitaba su documentaci¨®n personal para solicitar la prestaci¨®n m¨ªnima, que a¨²n percibe. Se cit¨® con sus padres y se hizo acompa?ar por Juan, que se qued¨® lejos porque el padre insisti¨®: ¡°No quiero que se me acerque ese maric¨®n¡±. La madre se neg¨® a entregarle el pasaporte, que llevaba en el bolso entreabierto. Ezequiel intent¨® cogerlo y ah¨ª se produjo un forcejeo en el que hay versiones contradictorias. Los padres afirman que fueron las v¨ªctimas de una agresi¨®n ¡°violenta, r¨¢pida e inesperada¡±, aunque los testigos avalan la versi¨®n del chico: el padre reaccion¨® de forma violenta contra Juan cuando intent¨® ayudar a su novio. Al final, su madre tir¨® el pasaporte sobre la acera. ¡°Aqu¨ª lo tienes, maric¨®n¡±. ¡°Se me rompieron las gafas. Cog¨ª a Juan y salimos corriendo¡±, explica el joven, defendido por el abogado Ricard De la Rosa.
Los padres lo niegan todo en el juicio. Sin aludir a su condici¨®n de pastores evang¨¦licos en ning¨²n momento, aseguran que nunca ¡°sospecharon¡± que su hijo fuera gay y que si le siguieron fue porque estaban ¡°preocupados¡± porque no sab¨ªan por qu¨¦ su hijo se hab¨ªa ido de casa. Niegan haberle infligido nunca castigos f¨ªsicos. Y aunque el padre admite que fue ¡°un shock¡± enterarse en el instituto de las preferencias sexuales de su hijo, dice que no es un tema que le preocupe: ¡°No tenemos ning¨²n inconveniente con su condici¨®n sexual¡±. Ezequiel niega con la cabeza, rompe a llorar. Juan, que ya no es su novio, pero sigue a su lado, le ofrece un pa?uelo de papel, le acaricia la mano, le susurra con ternura: ¡°Tranquilo¡±.
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