El ¡®proc¨¦s¡¯ y la danza de la lluvia
Cada vez es m¨¢s evidente que no hay m¨¢s discurso independentista que el de la fe y la emoci¨®n
Parece, tras la renuncia de Junts en el Govern, que nos esperan tiempos revueltos. Parece, digo, porque si algo hemos aprendido en pol¨ªtica catalana es que cuanto m¨¢s parece, en realidad menos es. Recordemos que ocho segundos dur¨® la independencia, con eso est¨¢ todo dicho. ?Ocho! Sin embargo, quienes montaron los ocho segundos son ...
Parece, tras la renuncia de Junts en el Govern, que nos esperan tiempos revueltos. Parece, digo, porque si algo hemos aprendido en pol¨ªtica catalana es que cuanto m¨¢s parece, en realidad menos es. Recordemos que ocho segundos dur¨® la independencia, con eso est¨¢ todo dicho. ?Ocho! Sin embargo, quienes montaron los ocho segundos son insistentes. S¨ª, lo s¨¦, si no llaman la atenci¨®n ?c¨®mo vamos a acordarnos de ellos? El caso es que, por incre¨ªble que parezca, el tema a¨²n da juego de la mano de un grupo de gente; grupo, digo, porque no s¨¦ cuantificar cu¨¢ntos son. En Wikipedia ¡ªa d¨ªa de hoy¡ª est¨¢n definidos como organizaci¨®n espa?ola ¡ªs¨ª, espa?ola¡ª de ¨¢mbito catal¨¢n que tiene como objetivo alcanzar la independencia de Catalu?a. Hab¨¦is acertado, me refiero a la Assemblea Nacional Catalana.
La ANC, con Dolors Feliu a la cabeza, tampoco es que sea un proyecto milenario, en contra de lo que puede parecer, su formaci¨®n es reciente, poco m¨¢s de diez a?os hace que est¨¢n con el mantra de la independencia, y tienen en su seno nombres ilustres del independentismo patrio, desde Carme Forcadell hasta Jordi S¨¤nchez, pasando por Quim Torra o Llu¨ªs Llach. Todos ellos preocupados, as¨ª se se?ala en su manifiesto fundacional, por aquel ¡°Espa?a nos roba¡±, els calers.
A Dolors Feliu la escuch¨¦ hace unos d¨ªas en el programa Caf¨¨ d¡¯idees. Yo no la hab¨ªa o¨ªdo nunca, y de inmediato record¨¦ un refr¨¢n espa?ol que dice: ¡°Otros vendr¨¢n que buenos nos har¨¢n¡±, rememorando a Paluzie, la anterior presidenta. Feliu es de esas personas convencidas ¡ªquiero pensar que se lo cree¡ª de ¡°la religi¨®n¡± del proc¨¦s y de que este desembocar¨¢ en la independencia, pero ni sabe c¨®mo, ni cu¨¢ndo, ni de mano de qui¨¦n. Quiz¨¢s por eso, le preguntara lo que le preguntara Gemma Nierga, siempre acababa con: ¡°Haremos la independencia¡±.
Daba igual que Nierga le diera porcentajes (en la actualidad solo el 42% de los catalanes la apoyan); le preguntara por los planes de los partidos (¡°ni ERC, ni Junts ni la CUP tienen un plan, pero la ANC s¨ª, una lista c¨ªvica para que el Parlament haga la independencia¡±); se sorprendiera de que la ANC le pide a los partidos que se salten la ley mientras ellos la acatan (recientemente una sentencia tilda el sitio Consum Estrat¨¨gic de la ANC de ¡°desleal y contrario a la buena fe¡±, se lo han hecho cerrar y han acatado); o le comentara que tal vez est¨¢n alimentando la esperanza de algo que nunca llegar¨¢. Feliu, sin cambiar la expresi¨®n ¡ªmientras Nierga no pod¨ªa disimular la sorpresa¡ª, insist¨ªa: ¡°Nosotros haremos la independencia.¡±
Cada vez es m¨¢s evidente que no hay m¨¢s discurso independentista que el de la fe y la emoci¨®n. Por momentos una tiene la sensaci¨®n de escuchar a un imam o un cura prometiendo el para¨ªso o un brujo de aldea convencido de que su danza traer¨¢ la lluvia. ?De verdad todav¨ªa hay personas que los escuchan y no se dan cuenta de que de lo ¨²nico que buscan es seguir vendiendo sus amuletos, porque es lo ¨²nico que les queda en la mochila?
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