Los partidos se disputan la centralidad en el Sant Jordi m¨¢s festivo
Feij¨®o defiende la ¡°nacionalidad hist¨®rica¡± de Catalu?a y el PSOE se reivindica como el garante del entendimiento
Lejos de la Diada del 11 de septiembre, donde la pol¨ªtica frunce el ce?o y el ambiente se llena de dramatismo, la de Sant Jordi, la Diada oficiosa de Catalu?a, siempre presenta una cara m¨¢s amable y simp¨¢tica. En la fiesta del libro y la rosa tambi¨¦n se cuela la pol¨ªtica ¡ªprueba de ello es la fren¨¦tica actividad de ministros y representantes de partidos, que tanto en la jornada de este domingo como en los d¨ªas previos han trasladado sus...
Lejos de la Diada del 11 de septiembre, donde la pol¨ªtica frunce el ce?o y el ambiente se llena de dramatismo, la de Sant Jordi, la Diada oficiosa de Catalu?a, siempre presenta una cara m¨¢s amable y simp¨¢tica. En la fiesta del libro y la rosa tambi¨¦n se cuela la pol¨ªtica ¡ªprueba de ello es la fren¨¦tica actividad de ministros y representantes de partidos, que tanto en la jornada de este domingo como en los d¨ªas previos han trasladado sus agendas a Barcelona y las han llenado de actos¡ª pero de otra manera. Esta vez el frenes¨ª ha sido mayor por la proximidad de las elecciones municipales, ya que todo est¨¢ abierto en la capital catalana, pero los pol¨ªticos ten¨ªan un objetivo que va m¨¢s all¨¢: aprovechar este ambiente festivo y sin dramatismos para luchar por el espacio de la moderaci¨®n, la concordia, y en definitiva, del centro. El objetivo es buscar un hueco en la centralidad pol¨ªtica, donde todos los indicadores dicen que se van a jugar las elecciones municipales en Catalu?a y de forma muy particular en Barcelona.
Los partidos est¨¢n aprovechando el nuevo escenario en Catalu?a, donde la confrontaci¨®n tiene menos peso y lo m¨¢s duro del proceso independentista ha quedado atr¨¢s. Ya empez¨® este s¨¢bado en Castelldefels, donde el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, volvi¨® a sacar a relucir un concepto que hace un a?o le vali¨® cr¨ªticas por parte del ala dura de su electorado y de Vox y Ciudadanos: la ¡°nacionalidad¡± de Catalu?a. En un acto de precampa?a, Feij¨®o defendi¨® que ser candidato del PP en Catalu?a significa ¡°llevar el legado de un partido constitucionalista¡± y ¡°defender la nacionalidad hist¨®rica de Catalu?a¡±. La Constituci¨®n de 1978 reconoce en el art¨ªculo 2 la existencia de las diferentes ¡°nacionalidades y regiones¡± en Espa?a, y si Feij¨®o ha recuperado ese concepto un a?o despu¨¦s de la lluvia de reproches que obtuvo por parte de la derecha es porque el PP quiere empezar a conectar m¨¢s con Catalu?a.
Los populares saben que cosechar¨¢n pocos ¨¦xitos en las elecciones en Catalu?a, pero trabajan para volver a tener un papel, despu¨¦s de que la pol¨ªtica de bloques durante el proc¨¦s y la irrupci¨®n de Ciudadanos y Vox les dejase casi sin espacio. ¡°Existe un esp¨ªritu de remontada del PP de Catalu?a para buscar esos grandes consensos que suponen el constitucionalismo catalanista¡±, ha dicho Feij¨®o, ya este domingo, en la parada del PP en la Rambla de Catalu?a.
Unos metros m¨¢s all¨¢, el PSOE, que estos d¨ªas previos ha desplegado a tres de sus ministros en Catalu?a, usaba su mejor baza: reivindicarse como el partido que ha conseguido que la moderaci¨®n y el entendimiento se impongan tras los a?os de conflicto por el proceso independentista. En la caseta de los socialistas, el ministro de Presidencia, F¨¦lix Bola?os, ha afirmado que ¡°Barcelona y Catalu?a miran al futuro con optimismo¡±, y ha celebrado que en la ciudad ¡°se respira alegr¨ªa, se respiran ganas de vivir, de cultura y de disfrutar de la vida¡±. El l¨ªder de los socialistas en el Parlament, Salvador Illa, ha reivindicado la jornada como ¡°un d¨ªa de fraternidad, de convivencia, que sirve para subrayar todo aquello que une a los catalanes y espa?oles¡±, y el candidato del PSC a la alcald¨ªa de Barcelona, Jaume Collboni, ha a?adido que los barceloneses a?oraban tener una diada ¡°feliz, tranquila y en convivencia¡±. El mensaje estaba claro: el proc¨¦s es cosa del pasado y el ambiente de Sant Jordi es lo que los socialistas quieren reivindicar.
El mensaje del independentismo tambi¨¦n lleva menos voltaje. Ya lo demostr¨® la c¨²pula de Junts, que no asisti¨® al homenaje de Laura Borr¨¤s ¡ªque representa el ala dura del independentismo¡ª en Manresa el s¨¢bado tras su condena por prevaricaci¨®n y falsedad. No fueron ni el alcaldable por Barcelona, Xavier Trias, ni el secretario general del partido, Jordi Turull. Las encuestas muestran que los catalanes prefieren escenarios de no confrontaci¨®n (la ¨²ltima encuesta del CIS catal¨¢n destacaba que solo un 9% quiere la independencia unilateral y un porcentaje similar quiere la unidad de Espa?a sin negociaci¨®n) y los partidos han tomado nota. Este domingo, el presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, ha centrado su discurso institucional en la defensa de la lengua catalana, y solo cuando le han preguntado ha respondido a Bola?os, que la semana pasada opin¨® que la propuesta del Govern de un acuerdo de claridad para poner las bases de un refer¨¦ndum es ¡°unilateral, electoralista y una trampa¡±. ¡°Votar nunca es una trampa, la democracia nunca es una trampa¡±, ha dicho Aragon¨¨s, quien ha aprovechado la presencia de ministros y pol¨ªticos durante la jornada para aconsejarles que ¡°escuchen a la ciudadan¨ªa¡±. Con todo, el president ha terminado por unirse a la fiesta, y ha bailado en el fotomat¨®n que Esquerra Republicana hab¨ªa montado en la caseta del partido donde estaba el candidato republicano a la alcald¨ªa de Barcelona, Ernest Maragall.
La concordia se ha hecho un hueco tambi¨¦n en la pol¨ªtica municipal. Trias, que en su parada en Rambla de Catalu?a ha congregado a muchos seguidores, ha reconocido al Ayuntamiento de su rival, Ada Colau, el ¨¦xito de la jornada: ¡°Siempre criticamos, pero digamos la verdad. Esto de tener una isla del libro es un gran acierto¡±. La superilla, el proyecto de pacificaci¨®n de calles que es el gran estandarte del Gobierno de Colau, y, a la vez, objeto de cr¨ªticas por parte de sus rivales, se ha demostrado ¨²til en una jornada como la de Sant Jordi, y los comunes han sacado provecho con su parada en la calle Consell de Cent, reci¨¦n convertida en peatonal. Ha sido un nuevo escenario de paseos en un Sant Jordi que, pese a tener m¨¢s pol¨ªticos que nunca, ha resultado ser el que ha tenido menos tensi¨®n, y la fiesta ha mostrado todo su potencial en una jornada sin lluvias que ha resarcido al sector del libro del diluvio del a?o pasado y de las restricciones pand¨¦micas de los dos anteriores.
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