Trias no lo volver¨¢ a hacer
Lo que volver¨¢n a hacer no ser¨¢ la independencia unilateral sino un partido como Converg¨¨ncia, que piensa en conservar las cosas y gobernar lo mejor posible
Xavier Trias es muy suyo. Como tantos abuelos convergentes, descubri¨® hace ya una docena larga de a?os su alma independentista y tuvo, como otros conversos, un papel decisivo en la cabalgada hacia ninguna parte en la que Catalu?a se complic¨® la vida hasta un extremo que nadie hubiera aventurado. Sin ellos, nuestros burgueses, sus instituciones, sus intelectuales y periodistas, no habr¨ªan contribuido con tanto fervor ni tampoco aceptado con tan pasiva condescendencia lo que Shlomo Ben Ami, exministro de Exteriores de Israel, ha calificado como un ¡°extravagante esfuerzo por lograr una separaci¨®n...
Xavier Trias es muy suyo. Como tantos abuelos convergentes, descubri¨® hace ya una docena larga de a?os su alma independentista y tuvo, como otros conversos, un papel decisivo en la cabalgada hacia ninguna parte en la que Catalu?a se complic¨® la vida hasta un extremo que nadie hubiera aventurado. Sin ellos, nuestros burgueses, sus instituciones, sus intelectuales y periodistas, no habr¨ªan contribuido con tanto fervor ni tampoco aceptado con tan pasiva condescendencia lo que Shlomo Ben Ami, exministro de Exteriores de Israel, ha calificado como un ¡°extravagante esfuerzo por lograr una separaci¨®n amistosa de Espa?a¡±, tal como explica en un fascinante y aleccionador libro de recomendable lectura para nacionalistas excitados e irredentos, titulado Profetas sin honor. La lucha por la paz en Palestina y el fin de la soluci¨®n de los dos Estados (RBA).
La enjundia de este libro, profunda y amargamente cr¨ªtico con los palestinos y autocr¨ªtico con Israel, con la izquierda israel¨ª y consigo mismo, radica en su alcance universal, resumido en dos frases aplicables al lamentable caso vivido entre nosotros. La primera: ¡°Por desgracia, la historia es un manual de paradojas y suponer que el m¨¢s d¨¦bil nunca tiene responsabilidad alguna sobre las tragedias que le han ocurrido es una correcci¨®n pol¨ªtica absurda o condescendencia poscolonial¡±. Y la segunda: ¡°La autodeterminaci¨®n nunca se entrega en bandeja de plata. Las naciones oprimidas a lo largo de la historia la han alcanzado no solo porque tuvieran derecho a ella u ostentaran una posici¨®n moral superior, sino porque han sido capaces de afrontar el momento hist¨®rico con un sagaz equilibrio entre fuerza y diplomacia¡±.
A falta de autocr¨ªticas de tanto calibre como la de Ben Ami, aqu¨ª parece que los abuelos han empezado a redimir sus pecados, evitando el humillante procedimiento de la confesi¨®n, sustituido por el expeditivo m¨¦todo del despiste y el olvido. As¨ª es como el ya alcalde in pectore ha obtenido votos a pu?ados de ciudadanos que en 2019 votaron a Manuel Valls para evitar que regresara a la Alcald¨ªa el independentismo descarado de los que quer¨ªan hacerlo otra vez, como parec¨ªa ser el caso de Ernest Maragall, al igual que antes votaron a Artur Mas atendiendo a la promesa de una fiscalidad m¨¢s ventajosa, tras haber votado sucesivamente a Jordi Pujol y a Pasqual Maragall, animados por la firmeza con que se defendi¨® el primero en el esc¨¢ndalo de Banco Catalana y por la f¨¦rtil imaginaci¨®n barcelonesa y catalanista del segundo. Saben ahora estos volubles votantes, nada despreciables en cantidad pero sumamente respetables por su centralidad social, que su ¨²ltima decisi¨®n electoral es inofensiva.
Trias no lo volver¨¢ a hacer. Su voto ha cerrado el paso a Colau. Ha rebajado las pretensiones de Esquerra. No se ha dejado convencer por el mensaje de ley y orden de Collboni, evitando as¨ª dar ox¨ªgeno al sanchismo detestado por los amigos madrile?os de toda la vida. Ha contribuido a todo ello la debilidad del montaraz exilio de Bruselas y de sus terminales. Votar a Trias ha dado algo de ox¨ªgeno a Puigdemont, permitido que Turull y Borr¨¤s, desaparecidos durante la campa?a, asomaran la cabeza en la noche electoral, pero solo la caverna puede creer que tengan alguna posibilidad de volver a hacerlo, incluso si facilitan la cosa blandiendo el fantasma excitante de un gobierno de extrema derecha que promete anular la autonom¨ªa e ilegalizar a Bildu.
Trias era un valor seguro. Con ¨¦l no resucita el proc¨¦s y se abre, en cambio, la v¨ªa PNV. Quiso emprenderla Esquerra, pero ya se ha visto que Oriol Junqueras no da m¨¢s de s¨ª. Lo que volver¨¢n a hacer no ser¨¢ la independencia unilateral sino un partido como Converg¨¨ncia, que piensa en conservar las cosas y gobernar lo mejor posible, mientras guarda los ensue?os y las extravagancias para las fiestas familiares.
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