Collboni aumentar¨¢ el valor de las multas para castigar el incivismo en Ciutat Vella

Lo dijo en campa?a y lo ha querido evidenciar un par de semanas despu¨¦s de hacerse con la alcald¨ªa de Barcelona. El socialista y alcalde Jaume Collboni marca Ciutat Vella como su zona prioritaria. Con la misma receta que pretende acabar con la suciedad en las calles -m¨¢s sanciones y m¨¢s inspectores-, Collboni quiere combatir la inseguridad del distrito m¨¢s complejo de la capital catalana. Collboni se ha reunido este viernes con los agentes de la Guardia Urbana de Ciutat Vella. Les ha mostrado su ¡°confianza y or...

Lo dijo en campa?a y lo ha querido evidenciar un par de semanas despu¨¦s de hacerse con la alcald¨ªa de Barcelona. El socialista y alcalde Jaume Collboni marca Ciutat Vella como su zona prioritaria. Con la misma receta que pretende acabar con la suciedad en las calles -m¨¢s sanciones y m¨¢s inspectores-, Collboni quiere combatir la inseguridad del distrito m¨¢s complejo de la capital catalana. Collboni se ha reunido este viernes con los agentes de la Guardia Urbana de Ciutat Vella. Les ha mostrado su ¡°confianza y orgullo¡± y les ha se?alado que el barrio es el coraz¨®n de Barcelona: ¡°Estar¨¦ a vuestro lado¡±. El alcalde ha anunciado que patrullar¨¢n las calles m¨¢s agentes uniformados, que insistir¨¢ en su exigencia de 600 Mossos m¨¢s a la Generalitat y ha informado de que revisar¨¢ la ordenanza de civismo para ¡°incrementar el r¨¦gimen sancionador¡±. De nuevo Collboni advierte de que utilizar¨¢ las multas para domar las conductas inc¨ªvicas.

En Ciutat Vella viven en una extensi¨®n de 4,3 kil¨®metros cuadrados m¨¢s de 109.000 habitantes, con una renta media un 15% menor que el resto de los vecinos de la ciudad y con el 70% viviendo en pisos de alquiler. Adem¨¢s, el 52% de los vecinos de este distrito han nacido fuera de Espa?a y se cuentan por decenas el n¨²mero de desahucios que se ejecutan cada semana. A estas situaciones, en muchos casos muy vulnerables, se le suma que Ciutat Vella es la zona preferida para los 17 millones de turistas que visitan anualmente la capital catalana. Es el caldo de cultivo perfecto para que se cronifiquen por un lado la falta de limpieza y por otro la inseguridad.

Collboni ha querido este viernes lanzar un mensaje de apoyo al cuerpo policial reuni¨¦ndose con los agentes de la Guardia Urbana de la comisar¨ªa del barrio del Raval. El nuevo alcalde ha acudido acompa?ado por el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, y por el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Vel¨¢zquez. Batlle ya ocup¨® el cargo en el mandato pasado, durante el gobierno municipal de coalici¨®n con los comunes.

Cuando la exalcaldesa Ada Colau lleg¨® por primera vez a la alcald¨ªa en 2015 se top¨®, de la noche a la ma?ana, gobernando al cuerpo policial que hab¨ªa criticado durante toda la campa?a y al que se hab¨ªa enfrentado en su etapa como activista. La Guardia Urbana no confiaba en ella y BCom¨² intent¨® acabar con la unidad antiditurbios. Hubo varios enfrentamientos entre los agentes y el entonces equipo de gobierno. En el segundo mandato, la alcaldesa deleg¨® la responsabilidad del cuerpo en el PSC y fue Albert Batlle el que se encarg¨® de dirigir (pol¨ªticamente) el cuerpo policial. Collboni este viernes ha confesado a los agentes que la Guardia Urbana no volver¨¢n a ser cuestionados: ¡°Este es mi primer encuentro. Es un acto de expresi¨®n de confianza con la Guardia Urbana y de mostrar el orgullo de tener una polic¨ªa como la de Barcelona¡±. El teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, ha apostillado: ¡°La Guardia Urbana es un cuerpo querido y, a partir de ahora, queremos que se quiera m¨¢s¡±. Batlle ha destacado que el equipo de gobierno mantendr¨¢ su ¡°compromiso de lealtad¡± a la polic¨ªa local.

El alcalde ha se?alado a los agentes que la prioridad es ¡°ordenar¡± la ciudad. Collboni ha admitido que en Barcelona hay zonas vulnerables y por eso en lugares ¡°como Ciutat Vella o el Bes¨°s¡± es m¨¢s importante la presencia policial. ¡°Estamos decididos a recuperar el coraz¨®n de la ciudad que es Ciutat vella. Para recuperarla necesitamos convivencia y seguridad¡±, ha destacado olvidando que en el pasado mandato la seguridad ya estaba en manos del PSC. ¡°La seguridad es un derecho y un valor b¨¢sico para la convivencia. Las preocupaciones de los barceloneses ser¨¢n nuestra principal preocupaci¨®n y hoy los vecinos lo que nos piden es vivir tranquilos y en un barrio ordenado¡±, ha destacado el alcalde.

El primer edil ha marcado a los agentes que son prioritarias las actuaciones policiales en materia de prevenci¨®n; sobre todo en violencia machista, agresiones LGTBIf¨®bicas y racistas. Ha prometido m¨¢s ¡°presencia policial uniformada en las calles, m¨¢s coordinaci¨®n entre polic¨ªas y municipios del ¨¢rea metropolitana¡± y ha garantizado ¡°los mejores recursos humanos y t¨¦cnicos¡±. Collboni ha prometido que mantendr¨¢ ¡°lealtad institucional¡± y ha exigido que se cumpla ¡°el compromiso firmado por el presidente de la Generalitat por el que se desplegar¨¢n 600 Mossos m¨¢s en Barcelona¡±.

Por ¨²ltimo, el primer edil ha destacado la revisi¨®n de la ordenanza de civismo para incrementar el r¨¦gimen sancionador. No es la primera ocasi¨®n en que se incrementa el r¨¦gimen sancionador para luchar contra el incivismo. La receta de aumentar el coste econ¨®mico de las multas ya la utiliz¨® Batlle, en agosto de 2022, para luchar contra el botell¨®n. Hasta entonces cuando la Urbana multaba a los participantes en un botell¨®n les impon¨ªa sanciones por haber vulnerado la ordenanza de convivencia y las sanciones no superaban los 60 euros. Los infractores se acog¨ªan a una reducci¨®n del 75% y, al final, se quedaban en 15 euros. Batlle dio una orden pidiendo que se exprimiera al m¨¢ximo la normativa y fuesen sanciones de 100 euros, que con la reducci¨®n se quedaban en 25. Pero, adem¨¢s, les exigi¨® que cuando el botell¨®n molestara al vecindario, se cortara el tr¨¢fico o hubiera altercados, se aplicara la ley mordaza con sanciones de entre 300 y 600 euros. Aquella modificaci¨®n fue solo una prueba y ahora, el alcalde Collboni pretende modificar la normativa para que las sanciones castiguen, y mucho, el bolsillo del inc¨ªvico.

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