El meteorito Trias y el planeta Puigdemont
Junts actuar¨¢ de forma tan inesperada como mande su l¨ªder, quien despu¨¦s del rev¨¦s del TGUE quiz¨¢s prefiere un Ejecutivo de derecha y extrema derecha que otro que le ofrezca salidas personales y pol¨ªticas
A dos semanas de las elecciones generales, no se otea un futuro claro para el centro-derecha nacionalista. La sentencia del Tribunal General de la Uni¨®n Europea (TGUE) retirando la inmunidad al eurodiputado y expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont supone un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de Junts per Catalunya, que esperaba obtener r¨¦ditos electorales de cara a los comicios del 23 de julio. Ahora ya no es una instancia judicial espa?ola ...
A dos semanas de las elecciones generales, no se otea un futuro claro para el centro-derecha nacionalista. La sentencia del Tribunal General de la Uni¨®n Europea (TGUE) retirando la inmunidad al eurodiputado y expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont supone un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de Junts per Catalunya, que esperaba obtener r¨¦ditos electorales de cara a los comicios del 23 de julio. Ahora ya no es una instancia judicial espa?ola la que dictamina en su contra. Y ello contribuye a debilitar el discurso victimista con el que Junts suele disfrazar su, en ocasiones, pragmatismo pol¨ªtico. No hay que olvidar que si los l¨ªderes independentistas de todo signo escenificaron en una fotograf¨ªa la campa?a de las catalanas de 2021 c¨®mo aislar y sitiar al PSC, los de Puigdemont ya hab¨ªan acordado en 2019 ¡ªel a?o de la sentencia de los l¨ªderes del proc¨¦s¡ª el gobierno de la Diputaci¨®n de Barcelona con los ¡°traidores del 155¡å. Era una manera de asegurarse en uni¨®n con sus irreconciables enemigos una ubre de 3,8 millones de euros en salarios.
En el plano ret¨®rico, la atronadora voz de la verdad, encarnada por la diputada M¨ªriam Nogueras, y la coreograf¨ªa del exilio de Waterloo han revestido cualquier decisi¨®n arbitraria de Puigdemont con la capa de la pureza independentista frente al Gobierno central y a Esquerra. El mantra m¨¢s repetido era martillear que ¡°lo que m¨¢s se parece a un espa?ol de derechas es un espa?ol de izquierdas¡±. De hacerse con el poder el pr¨®ximo 23-J el PP y Vox, tendr¨¢n ocasi¨®n de comprobarlo.
Algunos viejos y nuevos convergentes, como Xavier Trias y el exconsejero de Econom¨ªa Jaume Gir¨®, han tratado de buscar acomodo en la selva pol¨ªtica del centro-derecha nacionalista. Su f¨®rmula era: aparcar el independentismo cuando sea menester y, sobre todo, no asustar con la estelada cuando el guion lo exija. Es decir, hacer un pujolismo salpimentado ocasionalmente de secesionismo.
Abundando en esa hermen¨¦utica, el candidato a la alcald¨ªa de Barcelona, incluso despu¨¦s de quedarse sin la vara de mando, trat¨® de teorizar entre socialistas ¡°sin palabra¡± y socialistas ¡°con palabra¡±. En el grupo de los primeros situ¨® por razones obvias y directas al actual alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y en el sector ¡°buena gente¡± a la presidenta de la Diputaci¨®n de Barcelona, N¨²ria Mar¨ªn. Era un intento de salvar la ubre. Sin embargo, el imprevisible Puigdemont impuso su superior discernimiento. Se encarg¨® de vetar, parad¨®jicamente en nombre de la vejaci¨®n a Trias, el pacto con el PSC en el organismo de gobierno provincial. Era una cuesti¨®n de honor. Como la que esgrimi¨® Pio IX ante los garibaldinos del general Cadorna: hay situaciones que requieren el sacrificio de unos cuantos zuavos.
El meteorito Trias se estrell¨® contra el planeta Puigdemont. El viejo convergente no consigui¨® que Junts metiera un pie en la pol¨ªtica convencional. La negativa de ERC a listas conjuntas y la presentaci¨®n en solitario del PDeCAT lastraron su proyecto. Por otro lado, el puigdemonismo impuso sus designios: aparc¨® la candidatura del mirlo blanco ¡ªJaume Gir¨®¡ª y apost¨® por M¨ªriam Nogueras, que seguir¨¢ en su papel de Casandra en el Congreso.
Mientras el asunto Puigdemont no halle un encaje pol¨ªtico-judicial, Junts seguir¨¢ tan imprevisible como ordene su l¨ªder, quien despu¨¦s del rev¨¦s del TGUE quiz¨¢s prefiere un Ejecutivo de derecha y extrema derecha Madrid para preparar la lucha final. El expresident ejerce un liderazgo rentable por sus dividendos electorales y t¨®xico por su caudillismo. Las aguas van encontrando acomodo en los cauces anteriores al proc¨¦s. Catalu?a volver¨¢ a la tradici¨®n de convertir al PSC en la fuerza pol¨ªtica m¨¢s votada. Mientras el centro-derecha continua sumido en el dilema entre hacer pol¨ªtica o instalarse en el martirologio.
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