Joan Miquel Oliver: ¡°En el fondo, todo me la suda¡±
El artista mallorqu¨ªn edita ¡®Electronic devices¡¯ un disco artesanal sobre lo asombrosamente extra?o que es el mundo
Antes de recibir pregunta alguna su mirada se pierde tras la ventana de la habitaci¨®n del hotel que ocupa. Dice ¡°dispara¡± sin mirar a quien ha de preguntarle. Enfrente de ¨¦l mira y sonr¨ªe Stefania Lusini, la amiga y cantante (del grupo Sandr¨¦) que canta en dos de las piezas del s¨¦ptimo disco de Joan Miquel Oliver (S¨®ller, 1974), Electronic devices y que le acompa?a en la entrevista. Cuando se le hace saber que tiene la mirada perdida responde: ¡°Es que en Mallorca vivo en el casco antiguo y no tengo vistas¡±. Jo...
Antes de recibir pregunta alguna su mirada se pierde tras la ventana de la habitaci¨®n del hotel que ocupa. Dice ¡°dispara¡± sin mirar a quien ha de preguntarle. Enfrente de ¨¦l mira y sonr¨ªe Stefania Lusini, la amiga y cantante (del grupo Sandr¨¦) que canta en dos de las piezas del s¨¦ptimo disco de Joan Miquel Oliver (S¨®ller, 1974), Electronic devices y que le acompa?a en la entrevista. Cuando se le hace saber que tiene la mirada perdida responde: ¡°Es que en Mallorca vivo en el casco antiguo y no tengo vistas¡±. Joan Miquel Oliver en estado puro, el mallorqu¨ªn cuya ausencia es pura presencia. Y Joan Miquel Oliver en estado puro es su ¨²ltimo disco, obra te?ida de iron¨ªa, ajena a la trascendencia y atenta a los peque?os detalles de los que la vida extrae consecuencias. ?l lo dice a su manera: ¡°En el fondo, todo me la suda. Me da igual un do un re o un no. Hago discos porque puedes hacer lo que quieras. En la vida real tienes familia, polic¨ªa, pareja, hacienda y todos te persiguen. Por el contrario, en un disco haces lo que quieres¡±
Desde que Joan Miquel no es un despreocupado, reconoce que la m¨²sica le ayuda a ser feliz, aunque el amor lo plantee desde el desaire, como en Siento feelings, tema que canta Stefan¨ªa, en el que suenan tres idiomas y un abrupto ¡°digas lo que digas, hagas lo que hagas, esta noche no me quito las bragas¡±. ?Lenguaje muy expl¨ªcito para sus est¨¢ndares? En su respuesta, Joan Miquel cita algunas letras que negar¨ªan la pregunta, por lo que repreguntado desv¨ªa la respuesta hacia Stefania: ¡°S¨ª, es un lenguaje directo, pero ha de leerse como ir¨®nico, la canci¨®n desmonta al protagonista, y le digo que haga lo que haga¡.¡±. Joan Miquel sigue con la respuesta: ¡°Quer¨ªa ser un tema en plan Pimpinela, pero quedaba demasiado chistoso y que qued¨® as¨ª, con esa expresi¨®n que me gust¨®¡±. Usa el adjetivo demasiado, que es la pauta de su m¨²sica, en la que nada es demasiado: ni demasiado serio ni demasiado bromista, ni demasiado producido ni demasiado dom¨¦stico, ni demasiado trascendente ni demasiado banal. Le gusta, eso s¨ª, que definan su carrera como un camino hacia la imperfecci¨®n: ¡°[el disco] suena m¨¢s antiguo, con sonidos como de feria que no buscan la estilizaci¨®n. Tiene pocas pistas, menos guitarra que nunca, voz tratada porque aqu¨ª no me gustaba natural, comienza con bater¨ªa bajo y teclado y as¨ª se mantiene. Hay piezas como Bistur¨ª con bajo y bater¨ªa. Poca cosa¡±. Minimalismo c¨¢lidamente despeinado, chisporroteante e ir¨®nico.
Una iron¨ªa, Electronic devices (dispositivos electr¨®nicos) titula un disco que no quiere pasmar tecnol¨®gicamente, todo y que lo ha compuesto y trabajado ¨¦l solo con su ordenador. ¡°Cuando cambi¨¦ todo mi equipo y una vez configurado pens¨¦ en que pod¨ªa escribir, grabar, mezclar, masterizar y enviar a f¨¢brica el disco sin moverme de la silla, y me dio miedo¡±. ?A la soledad? ¡°S¨ª, te a¨ªslas mucho. Cuando era m¨¢s joven sal¨ªa m¨¢s, conoc¨ªa m¨¢s gente, ten¨ªa unas relaciones m¨¢s variadas, cualquier cosa me estimulaba. Cuando envejeces tienes cada vez menos inter¨¦s por las cosas y si encima est¨¢s solo en tu silla puedes acabar pensando que lo que necesitas s¨®lo es una silla m¨¢s c¨®moda¡±. Pero a¨²n con todo, nunca ha sido el rey de la sociabilidad. ¡°Cierto, las relaciones sociales siempre me han dado pereza. De hecho me puse a hacer m¨²sica porque ya con 15 a?os me daba pereza ir a una discoteca para intentar relacionarme con las chicas. Me quedaba en casa a tocar la guitarra¡±.
El disco, letra menuda que oculta un gran mundo, revolotean, como en toda su obra, las dudas de Joan Miquel, como aquella pregunta que formul¨® a su padre con tres a?os: ¡°?Por qu¨¦ no soy una goma de borrar?¡±. As¨ª se entienden canciones como 50 euros, un mensaje hablado de WhatsApp en el que un amigo suyo le narra con pericia c¨®mo se encuentra un billete de 50 euros. ¡°Es la clave del disco, su dovela central. En el fondo habla de lo raro que es el mundo, en el caso de que el mundo realmente exista. Me pas¨¦ los a?os de estudiante de filosof¨ªa pregunt¨¢ndome sobre la existencia del mundo, ?no ser¨¢ fruto de nuestra imaginaci¨®n?¡±. Seg¨²n Joan Miquel, esta pieza y Arquitetectes vinculan al disco con el anterior Aventures de la nota La, ¡°ya que si en aquel usaba 12 notas (dodecaf¨®nico) en estos s¨®lo 5 (pentat¨®nico)¡±. Detalles de un disco dedicado a su fallecido perro y que se cierra con una canci¨®n dictada a su m¨®vil que recuerda una bronca con su mujer, Georgina, que acab¨® con ¨¦l cenando en un bar. La vida misma.
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