?Para qu¨¦ ha de servir una amnist¨ªa?

Cuando parece que entramos en la recta final de las negociaciones partidistas para alcanzar un acuerdo de investidura convendr¨ªa hacerse una pregunta que deber¨ªa ser p¨²blica desde el inicio. M¨¢s all¨¢ del resultado que generen estas conversaciones hay algo pendiente que no se deber¨ªa dejar pasar. Se ha llegado a decir que la amnist¨ªa se daba por descontada y que eran otras las cosas relevantes que era necesario acordar para hacer posible la investidura de Pedro S¨¢nchez. Una amnist¨ªa es una acci¨®n de tanta profundidad que necesitar¨¢ m¨¢s de lo hecho hasta ahora para abrirse camino. ?Para qu¨¦ ha d...

Cuando parece que entramos en la recta final de las negociaciones partidistas para alcanzar un acuerdo de investidura convendr¨ªa hacerse una pregunta que deber¨ªa ser p¨²blica desde el inicio. M¨¢s all¨¢ del resultado que generen estas conversaciones hay algo pendiente que no se deber¨ªa dejar pasar. Se ha llegado a decir que la amnist¨ªa se daba por descontada y que eran otras las cosas relevantes que era necesario acordar para hacer posible la investidura de Pedro S¨¢nchez. Una amnist¨ªa es una acci¨®n de tanta profundidad que necesitar¨¢ m¨¢s de lo hecho hasta ahora para abrirse camino. ?Para qu¨¦ ha de servir una amnist¨ªa? No puede limitarse a un acuerdo de investidura o de apoyo a un gobierno, tampoco a nueva competici¨®n entre partidos.

Una amnist¨ªa en una sociedad con un conflicto grave abierto tiene mucho de cambio social. Ante una determinada realidad que se considera inaceptable, negativa, a superar, la amnist¨ªa es una herramienta que nos puede permitir iniciar un nuevo per¨ªodo. Los indultos han formado parte de esta especie de transici¨®n a la que ahora llega la amnist¨ªa. Tambi¨¦n ha habido otros cambios legales y pol¨ªticos que se han dado en los ¨²ltimos meses desde diferentes partes protagonistas del conflicto.

Una amnist¨ªa de estas caracter¨ªsticas no se puede pensar desde un solo bando. Obliga a salir de una de las posiciones para pensarla desde otras y llegar a un acuerdo sobre de d¨®nde venimos y hacia d¨®nde queremos ir. No tiene sentido una amnist¨ªa que decida pasar p¨¢gina de lo ocurrido, para poder seguir en unas mejores condiciones, y continuar haciendo lo mismo que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª. Esto va mucho m¨¢s all¨¢ de una investidura. Una amnist¨ªa no deber¨ªa servir para alcanzar un gobierno. Pero es posible que se necesite esta investidura si se quiere avanzar en este camino de superaci¨®n.

Una amnist¨ªa deber¨ªa poder servir para acordar que a partir de ella haremos las cosas de otra manera. En este caso, m¨¢s all¨¢ de nuestras posiciones sobre el independentismo, deber¨ªa darse una conversaci¨®n que nos permita entender que una sociedad m¨¢s democr¨¢tica, m¨¢s justa, m¨¢s libre, se podr¨¢ construir si encontramos las maneras de poder abordar los malestares y las reivindicaciones que existen.

En los diferentes bandos de este conflicto hay quien considera que la amnist¨ªa es una renuncia, una derrota, una traici¨®n, pero pasa por la amnist¨ªa la posibilidad de volver a encontrarse. Hay quien no quiere volver a encontrarse, es verdad. Pero la democracia empieza por encontrarse y tratar nuestras diferencias para acordar maneras de hacer fundamentadas en la libertad y la igualdad. La libertad de poder desarrollar nuestras vidas y la igualdad de poder hacerlo sin discriminaciones. Cada bando deber¨ªa pensar, y verbalizar, qu¨¦ puede haber hecho en contra de la libertad y la igualdad. Y eso no pasa por abandonar lo que se considere necesario defender; solo implica que, al volver a hacerlo, lo haremos de manera que no se vulneren libertades e igualdades.

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