El pantano de Sau, meca del turismo de sequ¨ªa en Catalu?a
La escasez de agua eleva los desplazamientos a este embalse, ahora al 4%, que inundaba el pueblo de Sant Rom¨¤ de Sau (Barcelona). ¡°Todos los negacionistas del cambio clim¨¢tico deber¨ªan venir a ver esto¡±, explica una mujer
Dos coches enfrentados paralizan el maltrecho camino que llega hasta el antiguo campanario de la iglesia rom¨¢nica que cubr¨ªa el pantano de Sau (Barcelona). ¡°A mediod¨ªa esto se convierte en un hormiguero¡±, cuenta Pol (39 a?os), que acaba de llegar desde Barcelona al aparcamiento de Les Masies de Roda con su mujer y su hija de seis a?os. ¡°Antes cruzaba el pueblo en kayak con mis amigos. Ahora lo recorremos andando¡±, afirma mientras la ni?a discute si ese es el camino m¨¢s r¨¢pido para llegar a la iglesia. ...
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Dos coches enfrentados paralizan el maltrecho camino que llega hasta el antiguo campanario de la iglesia rom¨¢nica que cubr¨ªa el pantano de Sau (Barcelona). ¡°A mediod¨ªa esto se convierte en un hormiguero¡±, cuenta Pol (39 a?os), que acaba de llegar desde Barcelona al aparcamiento de Les Masies de Roda con su mujer y su hija de seis a?os. ¡°Antes cruzaba el pueblo en kayak con mis amigos. Ahora lo recorremos andando¡±, afirma mientras la ni?a discute si ese es el camino m¨¢s r¨¢pido para llegar a la iglesia. La grave sequ¨ªa que atraviesa Catalu?a desde hace m¨¢s de tres a?os est¨¢ dejando secos los embalses de los que bebe, pero tambi¨¦n ha despertado un nuevo turismo, el de la sequ¨ªa.
A poco m¨¢s de una hora desde la capital catalana, se encuentra el pantano de Sau, que se ha convertido en todo un referente de este fen¨®meno tur¨ªstico desde que aparecieron las calles del antiguo pueblo sumergido entre sus aguas. Hasta aqu¨ª llegan visitantes de todos los rincones de la comunidad, pero tambi¨¦n de otros pa¨ªses por el efecto de internet. Basta con poner en el buscador las palabras ¡°Sau¡± y ¡°turismo¡± para comprobar el gran volumen de fotograf¨ªas de personas entre las 10 casas que formaban el pueblo de Sant Rom¨¤ de Sau.
Dos amigos descargan sus bicicletas para hacer la ruta que rodea el embalse. ¡°Solemos venir una o dos veces al mes, aunque dejaremos de hacerlo porque ya hay demasiados coches¡±, comenta Carles, que ha llegado desde Vic (Barcelona). Desde el camino, envuelto de ¨¢rboles sedientos, se ven los m¨¢rgenes del pantano que muestran las cicatrices de la sequ¨ªa. Hace 10 a?os ten¨ªa en estas fechas el 64% de las reservas h¨ªdricas. En 2023, un raqu¨ªtico 20%. Este s¨¢bado apenas superan el 4%. ¡°Es impactante y desolador¡±, afirma el ciclista.
La crudeza del paisaje ha tra¨ªdo tal cantidad de turistas que la Diputaci¨®n de Barcelona estableci¨® en los meses de mayor afluencia controles para el acceso de veh¨ªculos e, incluso reserva previa para visitarlo. La plataforma desde donde sal¨ªan los kayaks y el resto de embarcaciones est¨¢ a ras del suelo. Adri¨¢n, que ha llegado temprano para ¡°poder aparcar tranquilamente¡±, recuerda junto a una barca que hace cuatro a?os ¡°solo se ve¨ªa la puntita del campanario¡±.
Tres amigas se hacen un selfi en una de las calles del antiguo pueblo antes de ir a comer al restaurante Colomer (Tav¨¨rnoles). ¡°Lo vimos en Instagram y decidimos venir a verlo en persona¡±, explica una de ellas. Tambi¨¦n aprovechar¨¢n para ir a ver el monasterio de Sant Pere de Casserres, uno de los monumentos m¨¢s importantes de la arquitectura rom¨¢nica del siglo XI. ¡°Toda esta zona es una pasada. Es verdad que es triste ver los pantanos as¨ª, pero tenemos que aprovecharlo antes de que llueva. Porque volver¨¢ a llover, eso seguro¡±, subraya la chica que roza la treintena.
Anais (61 a?os) habla con su marido sobre el paisaje y los efectos del calentamiento global mientras caminan entre las calles del pueblo donde una vez vivieron 300 personas antes de quedar sumergido: ¡°Todos los negacionistas del cambio clim¨¢tico deber¨ªan venir a ver esto para comprobar por ellos mismos la situaci¨®n que estamos viviendo. Es como si alguien hubiera quitado el tap¨®n de la ba?era¡±, describe la mujer.
Los meses de mayo y junio es la ¨¦poca con m¨¢s precipitaciones en la comarca de Osona, seg¨²n los datos del Meteocat. A esa agua ca¨ªda del cielo se agarra la Generalitat para superar la grave crisis h¨ªdrica, que el pasado viernes activ¨® el escenario de emergencia por sequ¨ªa para m¨¢s de seis millones de personas. Pero tambi¨¦n el sector que vive del turismo n¨¢utico, que teme no poder iniciar su actividad en los meses de verano.
El pantano de Sau se construy¨® en los a?os sesenta para almacenar agua del r¨ªo Ter y abastecer al ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Ahora, con el escaso volumen de las reservas como consecuencia de la sequ¨ªa, se ha convertido en un recurso tur¨ªstico m¨¢s de la comarca. ¡°Vamos a la iglesia, que se puede entrar¡±, le pide Anais a su marido, sin saber que no es posible.
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