Elecciones sin pasi¨®n
Los partidos con m¨¢s opciones para ganar no se dirigen al electorado para generar entusiasmo e ilusi¨®n con su programa sino suplicando apoyos para salir del pozo
El minoritario gobierno de ERC presidido por Pere Aragon¨¨s ha tirado la toalla y ante la imposibilidad de reunir en el Parlament apoyos suficientes para culminar la legislatura ha reconocido su soledad e impotencia y ha convocado anticipadamente al electorado a las urnas. Es el quinto adelanto electoral anticipado consecutivo en Catalu?a desde 2012, cuando Artur Mas form¨® con CiU, ERC y la CUP el primer gobierno con mayor¨ªa parlamentaria independentista. Las elecciones al Parlament de 2012, 2015, 2017, 2021 y ahora 2024, siempre antes de plazo, jalonan su agitada trayectoria. El soberanismo se...
El minoritario gobierno de ERC presidido por Pere Aragon¨¨s ha tirado la toalla y ante la imposibilidad de reunir en el Parlament apoyos suficientes para culminar la legislatura ha reconocido su soledad e impotencia y ha convocado anticipadamente al electorado a las urnas. Es el quinto adelanto electoral anticipado consecutivo en Catalu?a desde 2012, cuando Artur Mas form¨® con CiU, ERC y la CUP el primer gobierno con mayor¨ªa parlamentaria independentista. Las elecciones al Parlament de 2012, 2015, 2017, 2021 y ahora 2024, siempre antes de plazo, jalonan su agitada trayectoria. El soberanismo se alz¨® sobre la ola de la protesta pol¨ªtica contra el recorte del Estatuto de Autonom¨ªa por el Tribunal Constitucional en 2010, pero la condujo a un callej¨®n sin salida y ahora, agotado, dividido y desnortado, llama de nuevo a las urnas en busca de una salida.
Aunque sus dirigentes no lo digan e incluso puede que no lo piensen, lo que este nuevo adelanto electoral reclama no es un relevo de gobierno sino tambi¨¦n de mayor¨ªa: el bloque soberanista no da m¨¢s de s¨ª. Tambi¨¦n los independentistas se dan cuenta de que encauzaron la protesta catalana por una v¨ªa est¨¦ril. El fracaso no es el de estos tres a?os de legislatura, sino el de todo el ciclo de hegemon¨ªa independentista. Aragon¨¨s es ahora el protagonista, pero en realidad son Artur Mas, Quim Torra, Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Carles Riera quienes van al juicio de las urnas. Su apuesta fracas¨® y ha llegado el momento de buscar otra f¨®rmula y otros liderazgos.
Algunos aspectos del relevo son bastante obvios, pero la incertidumbre es muy elevada porque no se vislumbra la viabilidad de una mayor¨ªa alternativa. El PSC de Salvador Illa qued¨® el primero en las anteriores elecciones al Parlament, empatado a esca?os con ERC, y todos los sondeos indican que puede revalidar y ampliar su liderazgo en la cita del 12 de mayo. Illa lleva a?os marcando un perfil pol¨ªtico ambiguo, present¨¢ndose como un progresista capaz de asumir los intereses y las propuestas de los sectores econ¨®micos y sociales que durante d¨¦cadas confiaron en CiU. Pero el empe?o en ampliar su apoyo electoral por el flanco derecho tiene sus l¨ªmites y contradicciones y ah¨ª est¨¢ para recordarlos la insostenible situaci¨®n en que se halla su compa?ero de partido, Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, por su empe?o en satisfacer a los lobbies de la derecha local: en minor¨ªa, sin presupuesto y sin otro programa que el de mantenerse.
El panorama que se configura a tres semanas de la cita en las urnas se caracteriza por la ausencia de pasi¨®n. Los partidos con m¨¢s opciones para ganar no se dirigen al electorado para generar entusiasmo e ilusi¨®n con su programa sino suplicando apoyos para salir del pozo. La f¨®rmula de Illa es esta: pasar p¨¢gina de la ¨²ltima d¨¦cada y ocuparse de las cosas. La de Aragon¨¨s es la misma, con el a?adido de un refer¨¦ndum para mantener encendida la antorcha soberanista. Pero es una situaci¨®n rara y complicada, porque todos los dirigentes saben que la causa de la crisis pol¨ªtica abierta en 2010 sigue ah¨ª y aunque ahora mismo la cuesti¨®n sea solo cambiar de bloque de gobierno y abrir otro ciclo, la alternativa no est¨¢ nada clara. Que sean unas elecciones sin pasi¨®n no significa, sin embargo, que lo que se juega carezca de importancia. Al rev¨¦s, que la mayor¨ªa soberanista se mantenga o no es un elemento crucial, definidor de la situaci¨®n pol¨ªtica.
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