El arzobispado de Barcelona desahucia a once indigentes que viv¨ªan en el porche de una parroquia
La Iglesia pidi¨® el amparo judicial para desalojar un asentamiento de chabolas en el templo del Patriarca Abraham en la Vila Ol¨ªmpica
El arzobispado de Barcelona desahuci¨® el pasado 31 de mayo a 11 personas sin hogar que sobreviv¨ªan en tiendas de campa?a y chabolas -de madera y cart¨®n- instaladas en los porches de la iglesia del Patriarca Abraham en el barrio de la Vila Ol¨ªmpica. Era el fin de un asentamiento que se origin¨® pocos meses antes de la pandemia y que acab¨® ...
El arzobispado de Barcelona desahuci¨® el pasado 31 de mayo a 11 personas sin hogar que sobreviv¨ªan en tiendas de campa?a y chabolas -de madera y cart¨®n- instaladas en los porches de la iglesia del Patriarca Abraham en el barrio de la Vila Ol¨ªmpica. Era el fin de un asentamiento que se origin¨® pocos meses antes de la pandemia y que acab¨® en los soportales que rodean toda la parroquia de uno de los barrios con mayor renta per c¨¢pita de Barcelona. Aquel d¨ªa, seg¨²n fuentes que presenciaron el desalojo, dos coches patrulla de los Mossos d¡¯Esquadra junto con una comitiva judicial alert¨® a los sintecho: ¡°Tienen ustedes una hora para recoger sus pertenencias y abandonar el lugar¡±. El desahucio se realiz¨® sin incidentes y el arzobispado ya ten¨ªa preparada unas rejas, a medida, que unos operarios colocaron en las arcadas de la infrautilizada parroquia (el horario de apertura para las misas es el ¨²ltimo lunes de mes a las 20.00 y se celebran misas semanales de domingo a las 10.30 y s¨¢bado a las 20.00) para impedir la ocupaci¨®n de ese espacio.
La historia de este asentamiento comenz¨® meses antes de la pandemia cuando Carlos, el primer sintecho que se instal¨® en una de las arcadas de la iglesia ¨Cen la calle Jaume Vicens Vives-, coloc¨® una tienda de campa?a y empez¨® a dormir all¨ª. Responsables del arzobispado ya le alertaron que no podr¨ªa perpetuar su estancia en este punto. Lleg¨® la pandemia, cerraron incluso las iglesias y cuando se volvieron a abrir las puertas a la ciudadan¨ªa, en aquellas arcadas no solo estaba Carlos, sino que se hab¨ªa instalado una pareja de indigentes con un perro. El poblado fue aumentando y el arzobispado pidi¨® ayuda al ayuntamiento de Ada Colau.
El Consistorio, seg¨²n fuentes cercanas al caso, envi¨® mediadores al peque?o poblado e intent¨® actuar sin que se produjera ning¨²n tipo de cambio. Las arcadas de la iglesia comenzaron a llenarse de muebles y las barracas cada vez eran m¨¢s sofisticadas.
Un s¨¢bado los ni?os y monitores del esplai de la parroquia tuvieron un peque?o enfrentamiento con uno de los indigentes que viv¨ªa en el exterior de la parroquia. Esa fue la gota que colm¨® el vaso. El arzobispado comenz¨® a explorar un plan para expulsar a los sintecho y tapiar, de alguna manera, las arcadas. Dise?¨® una infraestructura utilizando lo que las entidades que trabajan con indigentes -muchas de ellas de la propia iglesia- denomina ¡°arquitectura hostil¡±: elementos para impedir que las personas sin hogar se instalen en el lugar. Tras medir las arcadas -convertidas en chabolas- propusieron al Consistorio un enverjado, pero el Ayuntamiento, seg¨²n fuentes consultadas, aleg¨® que estas incumpl¨ªan la ordenanza de usos del paisaje urbano y sugiri¨® que, en todo caso, se colocaran unos cristales. Nunca se instalaron. Paralelamente, el clero acudi¨® a los tribunales e interpuso una demanda de desahucio para expulsar a los acampados. Esa orden se ejecut¨® el 31 de mayo.
¡°D¨ªas antes del desalojo ya hab¨ªan avisado a Carlos y otros sintecho hist¨®ricos de lo que iba a pasar¡±, aseguraba este jueves un vecino, que como el resto ha pedido el anonimato. Los ¡°hist¨®ricos¡± se marcharon de las barracas antes del desalojo pero otros ¡°realquilaron¡± a otros j¨®venes los espacios. Cuando llegaron los Mossos d¡¯Esquadra hab¨ªa once personas en el asentamiento.
Los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona acudieron al desahucio y comprobaron que seis de las once personas estaban vinculadas al Servicio de Atenci¨®n Social al Sinhogarismo en el Espacio P¨²blico (Sassep). Seg¨²n el Consistorio, se les atendi¨® y a los otros cinco ¡°se les asesor¨®¡±. Un portavoz del Consistorio ha admitido que ¡°a menudo a estas mismas personas no quieren tener vinculaci¨®n con los servicios sociales¡±.
El arzobispado se?ala a EL PA?S que el desalojo se hizo de ¡°manera pac¨ªfica¡±. El mismo portavoz del clero ha mantenido que las personas que viv¨ªan en las arcadas lo hac¨ªan en ¡°condiciones infrahumanas¡±. Adem¨¢s, ha alertado que los servicios sociales municipales ofrecieron soluciones a las personas afectadas. Nada m¨¢s desalojar a los sintecho y limpiar la zona, unos operarios colocaron las verjas, que han sido aceptadas por el Consistorio de Jaume Collboni.
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