El CEO pincha el globo de Puigdemont
Hasta ahora se cre¨ªa que Junts era quien m¨¢s incentivos ten¨ªa para una repetici¨®n electoral pero la ¨²ltima encuesta desmonta esa hip¨®tesis
La ¨²ltima encuesta del Centro de Estudios de Opini¨®n es una bomba contra la repetici¨®n electoral. El resultado de unas nuevas elecciones conducir¨ªa a una situaci¨®n pol¨ªtica con las mismas dificultades de formar mayor¨ªa de gobierno que ahora. El sondeo indica que el PSC volver¨ªa a ganar con claridad e incluso con mayor ventaja sobre Junts. El partido de Carles Puigdemont se mantendr¨ªa en el mejor de los casos igual y Esquerra se mantendr¨ªa, con ligera tendencia al alza. Lo fundamental, que son las posibilidades de alianza, quedar¨ªa igual, as¨ª que podemos ahorrarnos el esfuerzo. Hasta ahora se c...
La ¨²ltima encuesta del Centro de Estudios de Opini¨®n es una bomba contra la repetici¨®n electoral. El resultado de unas nuevas elecciones conducir¨ªa a una situaci¨®n pol¨ªtica con las mismas dificultades de formar mayor¨ªa de gobierno que ahora. El sondeo indica que el PSC volver¨ªa a ganar con claridad e incluso con mayor ventaja sobre Junts. El partido de Carles Puigdemont se mantendr¨ªa en el mejor de los casos igual y Esquerra se mantendr¨ªa, con ligera tendencia al alza. Lo fundamental, que son las posibilidades de alianza, quedar¨ªa igual, as¨ª que podemos ahorrarnos el esfuerzo. Hasta ahora se cre¨ªa que Junts era quien m¨¢s incentivos ten¨ªa para una repetici¨®n electoral. La ve¨ªa como una oportunidad para agrupar el voto independentista y darle una nueva dentellada a Esquerra. Pero el CEO desmonta esa hip¨®tesis. Junts tiende a la baja y Esquerra aguanta. A pesar de negociar con el PSC.
Los astros no acaban de aline¨¢rsele a Puigdemont, que ha visto c¨®mo sus planes de regreso se complican. Se entiende la irritaci¨®n que dejaba traslucir el amargo mensaje que el mi¨¦rcoles pasado colg¨® en X: ¡°La presi¨®n que est¨¢n ejerciendo determinados medios para que el candidato de la Espa?a del 155 sea presidente de la Generalitat es indecente. Distorsionan noticias, se inventas supuestas jugadas maestras para crear una guerra de nervios entre Junts y Esquerra y allanar as¨ª el camino al candidato del r¨¦gimen¡±. Es una forma de presionar a ERC. Pero hay mucho de desesperaci¨®n en el tono y en el contenido de ese mensaje.
Junts y ERC mantienen formalmente abierta la negociaci¨®n. Pero hay muy poco que negociar porque est¨¢ claro que Puigdemont no tiene ninguna posibilidad de ser investido. Lo ¨²nico que pueden negociar es la repetici¨®n electoral. El suyo es un brindis al sol destinado a mantener encendida una llama simb¨®lica que cada d¨ªa arde con menos fuerza. En cambio, hay se?ales de que la negociaci¨®n entre el PSC y Esquerra avanza: la propia discreci¨®n con que se conducen ambas partes y la voluntad de seguir negociando. Lo demuestra el hecho de que al poco de que ERC exigiera desencallar los acuerdos previos, se pusiera fecha al traspaso de Rodalies.
La direcci¨®n republicana necesita un buen acuerdo para convencer a las bases, pero a favor del pacto hay otros elementos no tan expl¨ªcitos que tambi¨¦n cuentan. El m¨¢s importante es que ERC necesita tiempo. Y solo una investidura de Salvador Illa se lo dar¨ªa. Tiempo para digerir y encarrilar una crisis interna cada vez m¨¢s corrosiva y aparatosa. En las actuales condiciones de tensi¨®n, el partido no est¨¢ en condiciones de afrontar una contienda electoral. Para empezar, ?con qu¨¦ candidato? La figura de Marta Rovira es potente, pero una vez que ha abanderado la apuesta por la renovaci¨®n total, no ser¨ªa elegante que optara a la presidencia de la Generalitat despu¨¦s de haber desplazado a Oriol Junqueras. En todo caso, no ser¨ªa pac¨ªfico.
Puigdemont hab¨ªa prometido volver para la sesi¨®n de investidura, que ha de celebrarse antes del 26 de agosto. Pero sigue en busca y captura. Tal como ha evolucionado la aplicaci¨®n de la ley de amnist¨ªa, no le queda margen. Podr¨ªa intentar una jugada desesperada con dos versiones a cual m¨¢s arriesgada. La primera ser¨ªa volver para ser detenido con la pretensi¨®n de acelerar el pronunciamiento del Tribunal Constitucional. Pero eso no ser¨ªa ni seguro ni r¨¢pido. La segunda, volver de inc¨®gnito para atrincherarse en el Parlament y forzar un nuevo ¡°pulso al Estado¡± con la complicidad del presidente de la c¨¢mara, Josep Rull, que ya ha insinuado algo de eso. ?En agosto? ?Y con qu¨¦ perspectiva? As¨ª estaban las cosas cuando apareci¨® la encuesta del CEO. Se mire por donde se mire, la repetici¨®n electoral ser¨ªa un desprop¨®sito. Y emprender nuevas aventuras desesperadas, todav¨ªa m¨¢s.
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