Cinco crisis de la vivienda en un solo edificio de Barcelona
Los 78 vecinos de una finca del Eixample conviven con 35 pisos tur¨ªsticos en un inmueble cuya propiedad tramit¨® 120 licencias durante un vac¨ªo legal
Vecinos expulsados, vecinos en riesgo de expulsi¨®n, convivencia con pisos tur¨ªsticos, con pisos que no se sabe muy bien si est¨¢n vac¨ªos o son alquileres de temporada, y negligencia de la Administraci¨®n. Cinco crisis de la vivienda que se concentran en un edificio de Barcelona con 120 viviendas de alquiler en la calle de Tarragona, en el Eixample, el distrito central. L...
Vecinos expulsados, vecinos en riesgo de expulsi¨®n, convivencia con pisos tur¨ªsticos, con pisos que no se sabe muy bien si est¨¢n vac¨ªos o son alquileres de temporada, y negligencia de la Administraci¨®n. Cinco crisis de la vivienda que se concentran en un edificio de Barcelona con 120 viviendas de alquiler en la calle de Tarragona, en el Eixample, el distrito central. La propiedad de la finca, la inmobiliaria Gallardo, aprovech¨® un descuido del Ayuntamiento y en abril de 2023 consigui¨® licencias de uso tur¨ªstico para todos los pisos. Desde entonces, los vecinos explican que, a medida que acababan los contratos de alquiler, la propiedad no los ha renovado, los ha reformado, y 35 ya funcionan como apartamentos tur¨ªsticos.
En 78 pisos viven inquilinos (26 con contratos indefinidos y 52 con contratos que vencen entre 2027 y 2030). Y hay otros siete con distintas casu¨ªsticas: los vecinos o no tienen informaci¨®n o aseguran que est¨¢n vac¨ªos o alquilados con contratos de temporada, recuenta un vecindario que se ha convertido, por tama?o, en el buque insignia de la crisis de la vivienda en la ciudad. El alcalde Jaume Collboni ha prometido eliminar los pisos tur¨ªsticos en cinco a?os utilizando un decreto ley de la Generalitat (que ha sido recurrido por el PP ante el Tribunal Constitucional). Pero la eventual anulaci¨®n de licencias en todo el municipio no resta angustia a los afectados. Los m¨¢s movilizados no se perder¨¢n este s¨¢bado la manifestaci¨®n contra los precios del alquiler convocada por la tarde en Barcelona.
¡°Llevamos casi veinte a?os aqu¨ª y nos quedan cinco de contrato¡±, explica una vecina que prefiere no ser identificada. ¡°En 2022 comenzaron a no renovar, convivimos con las molestias por las obras, que fueron terribles; ahora soportamos los pisos tur¨ªsticos, ascensores que se estropean porque los visitantes de paso no los cuidan, pisos vac¨ªos. Barcelona tiene un problema, se ha convertido en un parque de atracciones para guiris, el tejido local se destruye mientras grandes propietarios han aprovechado vac¨ªos legales para sacar el triple de beneficios de las viviendas mientras los vecinos no podremos pagar los precios de mercado cuando nos tengamos que marchar¡±, relata de corrido.
En la finca est¨¢n convencidos de que la propiedad ten¨ªa la intenci¨®n de convertirla en ¡°un gran hotel de 120 habitaciones¡±. En una de las entreplantas, la empresa ha habilitado una lavander¨ªa (16 m¨¢quinas, entre lavadoras y secadoras) y otra la han forrado de taquillas para dejar equipaje. Todo de uso exclusivo, a trav¨¦s de contrase?as, para los clientes de los pisos tur¨ªsticos. Un letrero en la entrada principal detalla la ubicaci¨®n de los apartamentos, reconocibles porque tienen una placa en la puerta con el nombre Arrivo, la firma con la que se anuncian en internet, que no ha contestado a la pregunta de este diario sobre si tambi¨¦n hacen alquileres de temporada, como asegura el vecindario.
Descubrir de un d¨ªa para otro que vives en un piso con licencia tur¨ªstica agobia a la comunidad. Tambi¨¦n a los inquilinos de renta antigua: te¨®ricamente no tendr¨¢n que marcharse, pero no quieren hablar. Aunque tambi¨¦n les ha servido para unirse, conocerse (pese a vivir en tres escaleras distintas) y apoyarse unos a otros. Melanie Andrada, de 52 a?os, explica que desde que descubrieron el masivo otorgamiento de licencias ha pasado ¡°por varias fases¡±. Miedo y rabia primero, pero ahora ¡°contenta de haber aprendido, de pensar diferente ahora que cuando pensaba que estaba sola¡±, en parte gracias al Sindicato de Vivienda de Esquerra de l¡¯Eixample. En una de las protestas que han hecho, relata, se emocion¨® cuando en el mercado del barrio los tenderos expresaban su temor: ¡°Si os vais, el barrio se va a pique¡±. Andrada est¨¢ convencida de que cuando llegue el d¨ªa no encontrar¨¢ ¡°nada en el barrio¡±, en el que creci¨® y donde viven su madre y hermana. Mientras, el d¨ªa a d¨ªa con un piso tur¨ªstico pared con pared no es f¨¢cil. Cada apartamento tiene seis plazas y a veces los turistas alquilan varios, pero cenan todos juntos: ¡°24 chavales de fiesta, te puedes imaginar¡±, lanza.
La antigua vecina de Melanie acababa de jubilarse y tuvo que marcharse del barrio cuando no le renovaron el contrato hace casi dos a?os. ¡°Fue de sopet¨®n, pagaba un alquiler razonable y no encontraba nada por el mismo precio¡±, explica desde su actual domicilio. ¡°Fue s¨²per traum¨¢tico, hab¨ªa pagado durante 13 a?os y me dec¨ªan que hab¨ªa ¡®un cambio de orientaci¨®n en la empresa¡¯ sin dar la cara y explicar la verdad. Luego supe que ten¨ªan que haberme dado tres meses de plazo, tuve que alquilar un trastero mientras no encontraba nada. Ha costado, ha sido un cambio de vida¡±, cuenta desde la otra punta de la ciudad, en una planta baja en un barrio de monta?a. ¡°No hab¨ªa imaginado as¨ª mi vida de jubilada¡±, suspira por tel¨¦fono.
Desde el sindicato de vivienda del barrio, Albert Freixa lamenta que el Ayuntamiento no utilizara ¡°el mecanismo por el que habr¨ªan podido caer todas las licencias:: si llevan tres meses sin actividad econ¨®mica¡±. ¡°La Administraci¨®n no se entera de lo que est¨¢ pasando¡±, lamenta Melanie, que ¡°duda¡± de que les salve la promesa del actual alcalde de suprimir los pisos tur¨ªsticos. Freixa cree que empresas como la Inmobiliaria Gallardo act¨²an en ¡°alianza con la Administraci¨®n: es el c¨®mplice necesario, ha omitido los mecanismos legales que ten¨ªa para frenarlo¡±. Y sobre la promesa de Collboni, tambi¨¦n duda: ¡°A la espera de una regulaci¨®n que arregle el mundo, quienes hemos conseguido presionar y apaciguar hemos sido nosotros, la ciudadan¨ªa organizada¡±.
Aunque los vecinos lo desconoc¨ªan, la petici¨®n de licencias tur¨ªsticas se remonta a 2019. Entonces, la inmobiliaria Gallardo, de la familia fundadora de los laboratorios Almirall, aprovech¨® la grieta legal que supuso que la justicia tumbara la primera versi¨®n del plan de alojamientos tur¨ªsticos (el PEUAT) de la exalcaldesa Ada Colau y la redacci¨®n de la segunda versi¨®n. Pidi¨® las licencias, el consistorio las deneg¨®, la inmobiliaria acudi¨® a los tribunales y gan¨®. El Ayuntamiento actu¨® de nuevo para frenarlas y, seg¨²n una respuesta obtenida por Transparencia, de las 120 licencias de piso tur¨ªstico, 35 est¨¢n vigentes, 85 fueron invalidadas municipalmente y, de estas, 81 est¨¢n pendientes de decisi¨®n judicial porque la propiedad volvi¨® a recurrir a los tribunales. Por otra parte, la propiedad hizo obras en los 35 pisos tur¨ªsticos que est¨¢n activos. Preguntada por escrito, la compa?¨ªa responde que no pueden confirmar la informaci¨®n: ¡°Los datos no nos cuadran¡±. A la solicitud de cu¨¢ntos piso de alquiler indefinido tienen, cu¨¢ntos con fecha de finalizaci¨®n, cu¨¢ntos de temporada, vac¨ªos o en obras, contestan: ¡°Lamentablemente, no podemos compartir esta informaci¨®n¡±.