El bulevar de las gobernanzas fr¨¢giles

El lugar com¨²n asegura que es indeseable un Gobierno que necesite pactar demasiado. La fragilidad no vende; la ¡°masculinidad fr¨¢gil¡± define a aquel var¨®n que oculta sus emociones tras una m¨¢scara de dureza para responder al modelo cl¨¢sico de macho alfa: es, por tanto, un concepto negativo. Entonces, nadie va a defender en pol¨ªtica la idoneidad de un Gobierno fr¨¢gil.

La gente, a priori, prefiere la imagen potente de un Ejecutivo que avanza con paso firme si...

El lugar com¨²n asegura que es indeseable un Gobierno que necesite pactar demasiado. La fragilidad no vende; la ¡°masculinidad fr¨¢gil¡± define a aquel var¨®n que oculta sus emociones tras una m¨¢scara de dureza para responder al modelo cl¨¢sico de macho alfa: es, por tanto, un concepto negativo. Entonces, nadie va a defender en pol¨ªtica la idoneidad de un Gobierno fr¨¢gil.

La gente, a priori, prefiere la imagen potente de un Ejecutivo que avanza con paso firme sin escuchar las reclamaciones de los rivales; no digo los ataques vac¨ªos o los insultos vanos, digo las propuestas alternativas. Pues bien, no estamos en ese punto, muy al contrario. Si las cantara Sabina, dir¨ªa que la pol¨ªtica espa?ola y la catalana transitan por el bulevar de las gobernanzas fr¨¢giles. Es una verdad incontestable, pero tambi¨¦n es cierto que parece que los principales gobernantes se han acostumbrado a vivir peligrosamente. De S¨¢nchez hace tiempo que se dice que ¡±es un superviviente¡±, pero tambi¨¦n Salvador Illa est¨¢ aprendiendo a moverse en ese terreno.

Por ejemplo, la comparecencia de este mi¨¦rcoles ante el Parlament fue demandada por cuatro grupos de la oposici¨®n (Junts, ERC, Comuns y CUP), pero el Govern estuvo a favor de ella desde el primer momento: ninguna resistencia, al contrario, un intento de revertir a su favor la pol¨¦mica por el ¨²ltimo acuerdo en materia de seguridad, la inclusi¨®n de Guardia Civil y Polic¨ªa Nacional en el sistema de emergencias 112 sin contrapartida positiva para los Mossos. Illa se ha plantado ante el atril y ha hecho la afirmaci¨®n esperada largamente por los independentistas: la polic¨ªa catalana tendr¨¢ competencias en puertos y aeropuertos a principios de 2025. Es una rectificaci¨®n en toda regla, pero el president la ha vendido con la contundencia de un anuncio. Reconociendo, eso s¨ª, que ¡°m¨¢s bien es ratificar un trabajo hecho por el Govern anterior del president Aragon¨¨s¡±. Pero sin explicar por qu¨¦ no se pudo pactar ese asunto conjuntamente con el del 112, con lo que se habr¨ªa ahorrado una andanada de pullas.

Con el mismo esp¨ªritu mostrado en esa crisis por la pol¨ªtica de seguridad, el presidente de la Generalitat tambi¨¦n ha anunciado, solemne: ¡°Catalunya ser¨¢ la primera comunidad aut¨®noma de Espa?a en disponer de un r¨¦gimen sancionador¡± para los propietarios que incumplan la ley de vivienda. En realidad estaba respondiendo a la exigencia de la l¨ªder de los Comuns, J¨¦ssica Albiach, pero el tono de la afirmaci¨®n ha invertido, una vez m¨¢s, los t¨¦rminos; y ha sido la misma Albiach quien ha acabado d¨¢ndole las gracias por una ¡°buena noticia¡±.

Pocas horas antes, el mismo Govern hab¨ªa dado marcha atr¨¢s en un tercer asunto, devolviendo a la literatura catalana y castellana el car¨¢cter de asignatura obligatoria para los bachilleratos sociales y human¨ªsticos. Una vez m¨¢s, Illa vendi¨® el volantazo como una decisi¨®n firme en defensa de ¡°la singularidad, personalidad e identidad catalana¡±. A¨²n m¨¢s, se declar¨® ardiente defensor de las humanidades: ¡°Encontrar¨¢n siempre en mi a un aliado: me gustar¨ªa que tuvieran m¨¢s presencia.¡± Lo dicho, hacer de la fragilidad virtud.