La gente de Ripoll no es tonta
Las negociaciones para apartar a la ultra Orriols de la alcald¨ªa no pueden olvidar que la alternativa debe hacer pol¨ªtica ¨²til y ser eficaz
Poco ha trascendido de las conversaciones que hasta cuatro partidos est¨¢n manteniendo para desplazar de la alcald¨ªa de Ripoll a la ultra S¨ªlvia Orriols tras menos de dos a?os de mandato marcados por la par¨¢lisis y un incremento de la polarizaci¨®n. En estos casos, la discreci¨®n suele ser se?al de que algo est¨¢ avanzando y en pocos d¨ªas saldre...
Poco ha trascendido de las conversaciones que hasta cuatro partidos est¨¢n manteniendo para desplazar de la alcald¨ªa de Ripoll a la ultra S¨ªlvia Orriols tras menos de dos a?os de mandato marcados por la par¨¢lisis y un incremento de la polarizaci¨®n. En estos casos, la discreci¨®n suele ser se?al de que algo est¨¢ avanzando y en pocos d¨ªas saldremos de dudas. M¨¢s les vale a Junts, Esquerra, PSC y la CUP, que aprovechen bien este tiempo. Y que lo hagan para decidir no solo quien tiene que sustituir a S¨ªlvia Orriols, sino para acordar qu¨¦ piensan hacer desde ahora hasta 2027. En Ripoll, como en otras poblaciones castigadas por tantas crisis solapadas, no est¨¢n para muchos inventos. Que recuerden qu¨¦ pas¨®, si no, con el famoso cord¨®n sanitario contra Xavier Garc¨ªa Albiol en Badalona.
No olvidemos el punto de partida. Orriols gan¨® las elecciones de 2023 pero lejos de la mayor¨ªa absoluta. Los otros partidos, que podr¨ªan haber pactado entre ellos para gobernar no se pusieron de acuerdo por mil batallas internas y espec¨ªficamente porque Junts no quiso entrar en lo que se bautiz¨® despectivamente como ¡°un pacto de perdedores¡±. Como si estos pactos no se hubieran hecho en el pasado, y con ¨¦xito, en tantos otros municipios o en la misma presidencia del Gobierno central y de la Generalitat.
La diferencia ahora es que todos ven las orejas al lobo a un fen¨®meno, el de Alian?a Catalana, que tiene el viento a favor desde todos los puntos de vista. Pero se equivocar¨¢n los partidos si creen que a S¨ªlvia Orriols se la combate apart¨¢ndola del que fue su primer gran escaparate.
Al nacional populismo se le combate dejando al descubierto sus mentiras, haciendo propuestas y dejando de tratar a quienes lo han votado como si fueran solo una panda de fachas iletrados.
Hay unas cuantas mentiras o promesas incumplidas que se pueden desmontar de entrada. ?Ha cerrado la alcaldesa la mezquita de la poblaci¨®n como prometi¨® durante su campa?a? ?Ha dejado de empadronar a inmigrantes? ?Ha acabado con la inseguridad que tanto denunciaba? A tenor de lo que cuentan los propios vecinos, la respuesta a todas estas preguntas es que no, salvo algunas pol¨ªticas escaparate que poco cambian el fondo de los problemas que s¨ª tiene la poblaci¨®n.
La gente de Ripoll no vot¨® a Orriols por casualidad. Los hay fachas, por supuesto. Y desinformados. Pero muchos son simples ciudadanos hartos de ver que Ripoll y su comarca encadenan crisis con un creciente problema de despoblaci¨®n, sin proyectos ilusionantes para los j¨®venes, con una l¨ªnea de tren que no funciona y con unas carreteras que parecen m¨¢s pensadas para llevar a urbanitas a esquiar que para responder a las necesidades diarias de los vecinos. Y todo ello con los temores compartidos por todas las clases medias europeas sobre p¨¦rdida de expectativas y, no olvidemos, con un tremendo desenga?o por c¨®mo acab¨® el proceso independentista. No: los ciudadanos de Ripoll no son tontos, esperan soluciones.