Alejandro Fern¨¢ndez, copiando. Lo que hay que ver
Hay que reconocerle a esta extrema derecha que se disfraza de nueva que ha entendido los mecanismos de la popularidad y sabe generar discurso f¨¢cil y met¨¢foras efectivas
Lo m¨¢s descacharrante de esta extrema derecha ostentosa de hoy en d¨ªa es que se atribuya la defensa del ¡°libre pensamiento¡± frente al ¡°pensamiento ¨²nico¡± al que se adscribir¨ªan todos los dem¨¢s, desde el PP a la CUP. As¨ª se presentaba este mi¨¦rcoles en el Parlament la l¨ªder de Alian?a Catalana, S¨ªlvia Orriols. Con un proyecto de sociedad blanca monoling¨¹¨ªstica, un discurso antimusulm¨¢n que har¨ªa ruborizar a Fernando III el Santo y un subtexto aporof¨®bico, la alcaldesa de Ripoll, crucifijo en pecho, enarbola esa bandera de una supuesta libertad mental. Entiendo que ese pensamiento ¨²nico al que pretende hacer frente es el de los consensos colectivos que hunden sus ra¨ªces en la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos de 1945. Pero ya tiene eso, la extrema derecha actual reniega de todo lo que va m¨¢s ac¨¢ de los a?os 30 (en el caso de Vox es distinto, ellos reivindican la Espa?a de 1939 a 1975) y se aprovecha de que el ser humano tiene la memoria colectiva de Dory, la de Buscando a Nemo. Y un poco tambi¨¦n de que los planes de estudios no hayan ca¨ªdo en la cuenta de que la Historia Contempor¨¢nea queda demasiado al final del programa.
Hay que reconocerle a esta extrema derecha que se disfraza de nueva que ha entendido los mecanismos de la popularidad y sabe generar discurso f¨¢cil y met¨¢foras efectivas. Por eso, en esta misma sesi¨®n, hemos podido comprobar c¨®mo el l¨ªder del PP, Alejandro Ferm¨¢ndez, plagiaba la idea de la motosierra de Javier Milei para pedir recortes en el ¡°despilfarro¡± en la Generalitat. ?Fern¨¢ndez! El diputado m¨¢s ocurrente y creativo del Parlament copiando al presidente argentino, lo que faltaba por ver. Y el copi¨®n no era nadie de Vox, sino el jefe de filas de la derecha europe¨ªsta: una prueba evidente de que a estos partidos les est¨¢ costando mucho desasirse del abrazo del oso ultra.
Hasta el president de la Generalitat ha utilizado los ¨¦xitos recientes de la extrema derecha occidental como argumento en sus intervenciones. Trump, Musk y Alternativa por Alemania le serv¨ªan para cargar contra sus opositores. Su ataque a Orriols merec¨ªa suaves asentimientos de cabeza tanto de los parlamentarios de los comunes como de la diputada musulmana de ERC, Najat Driouech. El portavoz republicano, Josep Maria Jov¨¦, tambi¨¦n exig¨ªa m¨¢s contundencia contra todos los ultras, y se quejaba de que los Mossos hubieran protegido a Vox frente a una protesta vecinal en Santa Coloma de Gramenet. Mientras Jov¨¦ interven¨ªa, el diputado ultra Javier Ram¨ªrez hac¨ªa el gesto del lloriqueo con sorna.
Este mi¨¦rcoles, el Parlament ha hablado de la construcci¨®n de pisos de protecci¨®n oficial, de la defensa del catal¨¢n -que pasa momentos dif¨ªciles- y de la condonaci¨®n de 17.000 millones de la deuda de la Generalitat. Pero el fantasma que recorr¨ªa el hemiciclo era el de esa combinaci¨®n ideol¨®gica de autoritarismo pol¨ªtico, moral tradicional y pensamiento econ¨®mico libertario que est¨¢ poniendo en riesgo el Estado del Bienestar que todos conocemos.