A prop¨®sito del Bot¨¢nico, de sus grietas y deslealtades
Linda con lo hom¨¦rico que la segunda edici¨®n del Gobierno valenciano de izquierdas pueda aguantar, en estas condiciones de desgaste, hasta la primavera de 2023
Existe el consenso generalizado de que la cronolog¨ªa del malestar entre los dos principales partidos del Gobierno del Bot¨¢nico -PSPV-PSOE y Comprom¨ªs- arranc¨® en 2019, cuando el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, convoc¨® anticipadamente las elecciones auton¨®micas para hacerlas coincidir con las generales. Lo hizo sin evacuar consultas previas con su socia y vicepresidenta, M¨®nica Oltra y, para m¨¢s inri, a sabiendas de que dicho adelanto pod¨ªa perjudicar a Comprom¨ªs. Como as¨ª fue. La coalici¨®n nacionalista rest¨® m¨¢s de 13.000 votos (dos diputados menos) a los resultados obtenidos cuatro a...
Existe el consenso generalizado de que la cronolog¨ªa del malestar entre los dos principales partidos del Gobierno del Bot¨¢nico -PSPV-PSOE y Comprom¨ªs- arranc¨® en 2019, cuando el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, convoc¨® anticipadamente las elecciones auton¨®micas para hacerlas coincidir con las generales. Lo hizo sin evacuar consultas previas con su socia y vicepresidenta, M¨®nica Oltra y, para m¨¢s inri, a sabiendas de que dicho adelanto pod¨ªa perjudicar a Comprom¨ªs. Como as¨ª fue. La coalici¨®n nacionalista rest¨® m¨¢s de 13.000 votos (dos diputados menos) a los resultados obtenidos cuatro a?os antes, en 2015. No le fue mejor el adelanto a Podemos, formaci¨®n que perdi¨® en la cita avanzada de 2019 el apoyo de 67.000 electores valencianos (cinco diputados menos). Aunque fuera del Consell, la organizaci¨®n liderada entonces por Pablo Iglesias hab¨ªa actuado durante la primera legislatura del Bot¨¢nico como un leal socio parlamentario del ejecutivo auton¨®mico.
Por el contrario, el PSPV-PSOE, apoyado en el tir¨®n de Pedro S¨¢nchez, en estado de gracia electoral en 2019, sum¨® a su saca cerca de 135.000 papeletas (cuatro diputados m¨¢s) respecto a los anteriores comicios. El resultado de los socialistas valencianos aval¨® la decisi¨®n de su secretario general. Tambi¨¦n ensanch¨® las grietas que ya hab¨ªan surgido con anterioridad entre los socios del Consell.
La primera legislatura de un bipartito de izquierdas en la Comunidad Valenciana, tras varios lustros de gobiernos del PP, no fue, para nada, un oasis. Desde el primer momento qued¨® claro que esa f¨®rmula a la valenciana denominada ¡°mestizaje¡±, una suerte de equilibrado reparto de poder entre socialistas y nacionalistas en cada uno de los departamentos del Consell, no funcionaba con la fluidez exigible.
La hemeroteca da cuenta de algunos -no todos- de los desencuentros y crisis que se produjeron entre 2015 y 2019 en el seno del Consell. Por tanto, la convocatoria adelantada de elecciones, considerada ¡°desleal¡± por los dirigentes de Comprom¨ªs, s¨ª es un hito destacado en esa cronolog¨ªa del malestar, pero ni mucho menos lo inaugur¨®.
El Gobierno del Bot¨¢nico ha seguido navegando en su segunda legislatura, ahora ya con el concurso de Unidas Podemos, en un chapapote de intrigas, maledicencias y deslealtades que, dicho grosso modo, son el fiel reflejo de unos socios condenados a entenderse, aunque no se soporten, porque la voluble aritm¨¦tica electoral, poco dada a alumbrar mayor¨ªas absolutas, as¨ª lo exige.
Sabiendo todo esto, que lo saben, una se cuestiona qu¨¦ tienen en la cabeza los socios del Gobierno valenciano para despacharse los ¨²ltimos d¨ªas con la frivolidad que lo han hecho a cuenta de diversos asuntos que sirven de munici¨®n y regocijo a la oposici¨®n, al tiempo que traslada a la opini¨®n p¨²blica la imagen de un Consell infestado de enemigos que sigue en pie por la inercia que proporciona tener el poder.
Ximo Puig repetir¨¢ como presidente del Consell si en las pr¨®ximas elecciones, se convoquen cuando se convoquen, su partido mantiene o incrementa el apoyo electoral, y si sus socios corren la misma suerte, se presenten estos bajo la f¨®rmula que decidan, lo que a¨²n est¨¢ por concretarse en los pr¨®ximos meses. Las negociaciones para gestar una gran coalici¨®n de la izquierda a la izquierda del PSOE avanzan a ritmo lento, como la colada volc¨¢nica de La Palma, pero avanza. Como avanza el PP valenciano (PPCV) en su estrategia de ocupar espacio medi¨¢tico y marcar la agenda pol¨ªtica, bien inundando las calles con carteler¨ªa promocional de su nuevo l¨ªder, Carlos Maz¨®n, bien presentando una reforma fiscal a la valenciana que suena a dulce melod¨ªa en los o¨ªdos de una ciudadan¨ªa confundida y hastiada. Ignoramos si lo suficiente como para admitir los supuestos beneficios que para el mantenimiento de los servicios p¨²blicos supondr¨ªa la notable bajada de impuestos -y la correspondiente merma de ingresos- que propone el PPCV. Retengan este dato dado a conocer por el Observatorio de Emancipaci¨®n Juvenil del Consejo de la Juventud de Espa?a esta misma semana: m¨¢s de la mitad de los j¨®venes valencianos en situaci¨®n de desempleo est¨¢ en riesgo de exclusi¨®n social o de caer en la pobreza. La presidenta valenciana del Consell Valenci¨¤ de la Joventut, Cristina Mart¨ªnez, subray¨®: ¡°Desde la crisis de 2008 hasta la actualidad, estamos asistiendo a la cronificaci¨®n de la pobreza y la precariedad entre la juventud, sin que las instituciones adopten medidas contundentes para revertir esta tendencia¡±.
Que la elaboraci¨®n de la ley de Presupuestos del pr¨®ximo a?o requiera la constituci¨®n de una comisi¨®n especial integrada por representantes de los tres partidos que integran el Consell es la prueba palmaria de que este tiene v¨ªas de agua que ni el m¨¢s experto calafate ser¨ªa capaz de taponar. ?Tan complicado es que el presidente Puig y sus dos vicepresidentes, M¨®nica Oltra y H¨¦ctor Illueca, se sienten y definan cu¨¢les deben ser las l¨ªneas maestras del documento presupuestario? A lo que se ve, s¨ª. ?Era preciso que el mismo d¨ªa que Puig se desplazaba a Sevilla para escenificar un pacto en materia de financiaci¨®n con su hom¨®logo andaluz, sus dos vicepresidentes revitalizaran, sin aviso previo, la propuesta de implantar la tasa tur¨ªstica en la Comunidad Valenciana que incomoda al PSPV-PSOE? S¨ª, parece ser que s¨ª lo era. Minuto y resultado: Puig, cabreado por haber sido pagado con la moneda de la deslealtad. ?Les suena? Oltra, suponemos que euf¨®rica por haberle reventado a Puig su cumbre andaluza. Illueca, bueno, el vicepresidente por la cuota de Unidas Podemos ha hecho un m¨¢ster desde su reciente desembarco en el Consell sobre usos y costumbres en el Gobierno del Bot¨¢nico. Tampoco ¨¦l estaba avisado del anuncio de la tasa tur¨ªstica. Le faltaron reflejos para distanciarse del tema. De la ¡°encerrona¡±, seg¨²n denominaci¨®n empleada por personas de su confianza.
Ve¨ªa muy remota la opci¨®n de un adelanto electoral en la Comunidad Valenciana. Hasta esta semana. Linda con lo hom¨¦rico que la segunda edici¨®n del Gobierno del Bot¨¢nico pueda aguantar, en estas condiciones de desgaste, hasta la primavera de 2023.