Esplendor junto al mar
La Plata, Queralt Lahoz y Sandra Monfort sobresalen en la cuarta edici¨®n de un Pops Mar¨ªtims, celebrado desde ayer en el Veles e Vents de Valencia, que fue muestrario de talento emergente
Los festivales de siempre empiezan a parecerse algo m¨¢s a los festivales de aquella vieja normalidad, aunque a¨²n sean explanadas con sillas. El ¨²ltimo tr¨¢nsito del Pops Mar¨ªtims (por cuyo cartel pas¨® hace solo unos a?os Rosal¨ªa antes de ser estrella internacional), que en esta quinta edici¨®n ¨C tambi¨¦n con manga en Alicante, con El Diluvi y Smoking Souls¨C ha mudado del auditorio de La Mutant ¨Cdonde s¨ª repiti¨® el fin de semana pasado el Truenorayo Fest, el otro gran festival de la ciudad al inicio de temporada¨C a la terraza del primer piso del edificio Veles e Vents, visualizaba otra muestra de ...
Los festivales de siempre empiezan a parecerse algo m¨¢s a los festivales de aquella vieja normalidad, aunque a¨²n sean explanadas con sillas. El ¨²ltimo tr¨¢nsito del Pops Mar¨ªtims (por cuyo cartel pas¨® hace solo unos a?os Rosal¨ªa antes de ser estrella internacional), que en esta quinta edici¨®n ¨C tambi¨¦n con manga en Alicante, con El Diluvi y Smoking Souls¨C ha mudado del auditorio de La Mutant ¨Cdonde s¨ª repiti¨® el fin de semana pasado el Truenorayo Fest, el otro gran festival de la ciudad al inicio de temporada¨C a la terraza del primer piso del edificio Veles e Vents, visualizaba otra muestra de cierto alivio para un sector que ve c¨®mo sus salas empiezan a boquear sin respiraci¨®n asistida y sus citas de gran formato siguen poniendo cirios a la Virgen para que el verano de 2022 se parezca lo m¨¢s posible al de 2019.
Lo que no cambia es la cerrada fidelidad del p¨²blico a sus m¨²sicos predilectos, quiz¨¢ porque el concepto de festival no se impone al de sucesi¨®n de conciertos, quiz¨¢ porque los rigores sanitarios ¨Caunque menos¨C todav¨ªa no invitan, quiz¨¢ tambi¨¦n porque este cartel era demasiado ecl¨¦ctico: como en los m¨ªtines pol¨ªticos, cada cual iba ya convencido a ver a los suyos y a ignorar a los ajenos. Los fans de La Plata, a ver a La Plata. Los de Caramelo, a ver a Caramelo. Y puerta. En l¨ªneas generales. Y es una pena, porque si algo ten¨ªa lo de ayer era eclecticismo, juventud, descaro para no encasillarse en ning¨²n g¨¦nero definido y, sobre todo, apuesta por lo emergente: ninguno de los grupos o solistas que pasaron ayer por Veles e Vents tiene m¨¢s de un ¨¢lbum en el mercado. Ninguno pasa de los treinta a?os. Y todos brindan propuestas s¨®lidas. Tienen rodaje.
Es el caso de La Plata, sin duda. Que una canci¨®n como ¡°Victoria¡±, que apenas tiene unos meses, sea la que encienda a su p¨²blico para entonar a voz en grito, da buena cuenta de c¨®mo han conectado generacionalmente. Los acelerones post punk de su primer ¨¢lbum siguen sonando como un tiro (locura con ¡°Un atasco¡±), pero lo mejor es que el material nuevo apunta soluciones r¨ªtmicas distintas, detalles novedosos que le vendr¨¢n estupendamente a su temario. Empezaron dubitativos y acabaron arrasando, con el recinto m¨¢s lleno que en todo el d¨ªa. Tambi¨¦n Sandra Monfort demostr¨® que es una artista de muchos quilates: a la de Pedreguer le toc¨® lidiar con las peores condiciones, tres de la tarde bajo un calor de sofoco, pero su maestr¨ªa como vocalista, guitarrista y letrista refrenda en escena las virtudes de su Ni?o Reptil ?ngel (2021), uno de los m¨¢s audaces y cautivadores discos que se han hecho en Espa?a en lo que llevamos de a?o. Y si hablamos de artistas de raza, obligado es rendirse tambi¨¦n a la catalana Queralt Lahoz. Era su primera visita a Val¨¨ncia, y se meti¨® al p¨²blico en el bolsillo a base de carisma, descaro, actitud y una natural¨ªsima forma de fundir flamenco, hip hop, r¡¯n¡¯b y sabrosura caribe?a. Una jefa, con todas las letras.
El broche a la jornada (a la espera de lo que hagan hoy Sebasti¨¢n Cortes, Anouk The Band y Paranoid 1966) lo hab¨ªa puesto la angole?a Pongo con una febril sesi¨®n de kuduro, en absoluto monol¨ªtica (destellos de house, techno y hasta alg¨²n medio tiempo en la artiller¨ªa sonora que le proveen sus dos compa?eros), aunque los mayores v¨ªtores se los llevara el ya cl¨¢sico ¡°Kalemba (Wegue Wegue)¡± que popularizaron sus Buraka Som Sistema, la gran puerta de entrada al g¨¦nero para el p¨²blico internacional. Y el descorche lo hab¨ªan servido los valencianos Caramelo, con una bien engrasada f¨®rmula de funk y r¡¯n¡¯b y los tambi¨¦n valencianos Laura Esparza y Carlos Esteban, secundados por la guitarra de Iv¨¢n Esp¨ª y una int¨¦rprete de signos en la defensa de una canci¨®n folk con pespuntes digitales que parece encaminarse, en el que ser¨¢ su segundo disco, hacia el mismo sendero por el que transita la otra pareja con la que es inevitable relacionales, Maria Arnal i Marcel Bag¨¦s. O sea, la del incremento del factor electr¨®nico sin rebaja en emoci¨®n. Ambos proyectos se acordaron, por cierto, de Vera Carri¨®n (Mafalda).