El PP valenciano entretiene a C¡¯s a la espera de su extinci¨®n
Los populares valencianos env¨ªan mensajes ambiguos al respecto: no quieren cerrar la puerta a cualquier tipo de entente con los naranjas en la Comunidad Valenciana a la vez que intentan ocupar todo el espacio ideol¨®gico en el que el partido de Arrimadas da la batalla
La p¨¦rdida de capital pol¨ªtico de Ciudadanos (C¡¯s), traducida en n¨²mero de esca?os y en perspectiva de voto, es brutal. El principio del fin de los naranjas, su naufragio pol¨ªtico/electoral, se fragu¨® en las elecciones generales de 2019, celebradas ¡°a doble vuelta¡±, en abril y noviembre. En ese lapso de apenas siete meses, C¡¯s pas¨® de ser la tercera fuerza en el Parlamento espa?ol a la sexta, perdiendo 47 esca?os y casi tres millones de votos.
En los dos a?os transcurridos desde entonc...
La p¨¦rdida de capital pol¨ªtico de Ciudadanos (C¡¯s), traducida en n¨²mero de esca?os y en perspectiva de voto, es brutal. El principio del fin de los naranjas, su naufragio pol¨ªtico/electoral, se fragu¨® en las elecciones generales de 2019, celebradas ¡°a doble vuelta¡±, en abril y noviembre. En ese lapso de apenas siete meses, C¡¯s pas¨® de ser la tercera fuerza en el Parlamento espa?ol a la sexta, perdiendo 47 esca?os y casi tres millones de votos.
En los dos a?os transcurridos desde entonces, C¡¯s acumula fracasos electorales ¡ªp¨¦rdida de esca?os¡ª y la demoscopia ¡ªperspectiva¡ª ha dado la espalda al partido fundado por Albert Rivera. En la convocatoria auton¨®mica catalana del pasado 14-F ¡ªrecordemos que C¡¯s lleg¨® a ser en 2017 el partido m¨¢s votado de Catalu?a¡ª la p¨¦rdida de respaldo pol¨ªtico les hizo pasar de 36 a 6 esca?os en el parlamento catal¨¢n. La puntilla electoral lleg¨® tres meses despu¨¦s, el pasado mes de mayo. Las urnas madrile?as del 4-M todav¨ªa fueron m¨¢s adversas para la formaci¨®n de centro: los 26 diputados obtenidos en la Asamblea madrile?a en 2019 quedaron reducidos a cero esca?os.
Si hablamos de demoscopia, los pron¨®sticos no resultan nada halag¨¹e?os. Los m¨¢s ben¨¦volos otorgan a los naranjas resultados irrelevantes; los menos, relegan a C¡¯s al limbo de los extraparlamentarios.
Conservan los de C¡¯s espacios de poder institucional y proyecci¨®n p¨²blica porque viven de las rentas obtenidas en las elecciones municipales y auton¨®micas celebradas en mayo de 2019. Los pactos de gobiernos de coalici¨®n suscritos con el PP en autonom¨ªas como la andaluza o en ayuntamientos y diputaciones como Alicante, son un espejismo, respiraci¨®n asistida, que no reflejan la realidad de lo que encarna hoy, en el escenario pol¨ªtico nacional, la marca C¡¯s.
Sin embargo, en un contexto perfilado por encuestas que anticipan un panorama de empate t¨¦cnico entre los dos grandes bloques, no se puede desestimar ni uno solo de los votos que puedan ir a parar a la saca de C¡¯s.
En el ¨¢mbito valenciano los ¨²ltimos sondeos hechos p¨²blicos presagian para la formaci¨®n naranja un desplome en sinton¨ªa con los sufridos en las convocatorias catalana y madrile?a: bien una p¨¦rdida masiva de esca?os ¡ªahora C¡¯s cuenta con 18 asientos en las Cortes Valencianas¡ª bien su salida del parlamento auton¨®mico.
En ese contexto, excitado por un posible adelanto electoral en Andaluc¨ªa, ha cogido vuelo el debate sobre la posibilidad de que el PP y C¡¯s presenten candidaturas conjuntas. Pablo Casado, l¨ªder de los populares, ha abortado r¨¢pidamente cualquier veleidad enfocada a armar una coalici¨®n con Ciudadanos para las elecciones andaluzas. En la sede nacional del PP se trabaja con sondeos que auguran buenos resultados para su candidato y presidente de la Junta, Juanma Moreno, y aspiran a absorber mayoritariamente al electorado de C¡¯s en aquella autonom¨ªa, sin necesidad de pactos previos.
Los populares valencianos, con su presidente Carlos Maz¨®n a la cabeza, env¨ªan mensajes ambiguos al respecto. No quieren cerrar la puerta a cualquier tipo de entente con C¡¯s en la Comunidad Valenciana y se vienen arriba cuando te comentan que el caso andaluz no es extrapolable al territorio valenciano. Es cierto. Maz¨®n, que preside la Diputaci¨®n de Alicante con el apoyo de C¡¯s, no tiene el estatus presidencial del andaluz Moreno, ni tampoco cuenta con una demoscopia que le garantice el asalto al sill¨®n de la presidencia de la Generalitat. ¡°Todav¨ªa es pronto¡±, se?alan, lo que contradice la convicci¨®n de los altos cargos del PPCV de que se vaya a producir, tambi¨¦n en la Comunidad Valenciana, una convocatoria anticipada de elecciones auton¨®micas. En esa clave de convocatoria anticipada vienen trabajando desde que se precipit¨® la dimisi¨®n de Isabel Bonig para sustituirla, congreso regional mediante, por Maz¨®n.
Lo que hace el PP valenciano con C¡¯s se llama ¡°entretener¡±. Mantener unas relaciones cordiales, reunirse de cuando en cuando con In¨¦s Arrimadas para salvaguardar los pactos en activo en la Comunidad Valenciana, hacer gui?os constantes a los votantes y simpatizantes naranjas para ganarse su confianza, e intentar ocupar con iniciativas y pronunciamientos p¨²blicos todo el espacio ideol¨®gico en el que C¡¯s est¨¢ dando la batalla en la Comunidad Valenciana.
Cuentan, adem¨¢s, en el PPCV con una carta marcada que est¨¢n dispuestos a utilizar llegado el momento: el ex diputado valenciano por C¡¯s y actual director de la madrile?a Oficina del Espa?ol, Toni Cant¨®. Casado y su secretario general, Teodoro Garc¨ªa Egea, tienen en alta estima pol¨ªtica al pol¨ªtico y actor, y est¨¢n dispuestos a jugar su baza si las encuestas indican que Cant¨®, pese a la legi¨®n de detractores que ha congregado en torno a su figura, s¨ª mantiene las simpat¨ªas de una parte del electorado del centro derecha valenciano, esa porci¨®n que se tradujo en m¨¢s de 470.000 votos en las auton¨®micas de 2019, siendo ¨¦l candidato a la Presidencia del Consell.
La estima que se profesa a Cant¨® desde la c¨²pula del PP nacional no tiene correlaci¨®n en el PP valenciano. Los populares aut¨®ctonos siempre se han mostrado suspicaces respecto de Cant¨® y lo m¨¢s que est¨¢n dispuestos a concederle es que lidere, en un futuro, la candidatura por Valencia al Congreso de los Diputados.