La Guardia Civil desmantela una red que extorsionaba a hombres que contrataban servicios sexuales
Solo con el nombre y el m¨®vil de la v¨ªctima, la banda consegu¨ªa en internet la informaci¨®n necesaria para amedrentar a los clientes, a quienes amenazaba de muerte
Un tel¨¦fono vinculado a un negocio fue todo lo que necesit¨® una trama dedicada a la extorsi¨®n de hombres que contrataban servicios sexuales por medio de una web de citas. Con la mera informaci¨®n del n¨²mero de m¨®vil y el nombre de la v¨ªctima, acced¨ªan a toda la informaci¨®n necesaria para sacar la mayor cantidad de dinero posible en diferentes pagos y, siempre, bajo amenazas incluso de muerte. Una denuncia interpuesta ante la Guardia Civil de Sant Joan (Alicante) sirvi¨® para que la red de extorsionadores cayera al completo. E...
Un tel¨¦fono vinculado a un negocio fue todo lo que necesit¨® una trama dedicada a la extorsi¨®n de hombres que contrataban servicios sexuales por medio de una web de citas. Con la mera informaci¨®n del n¨²mero de m¨®vil y el nombre de la v¨ªctima, acced¨ªan a toda la informaci¨®n necesaria para sacar la mayor cantidad de dinero posible en diferentes pagos y, siempre, bajo amenazas incluso de muerte. Una denuncia interpuesta ante la Guardia Civil de Sant Joan (Alicante) sirvi¨® para que la red de extorsionadores cayera al completo. Entre los meses de marzo y junio, los agentes apresaron a tres mujeres y dos hombres de diferentes nacionalidades que viv¨ªan en Valencia y A Coru?a y que, en todos los casos, ya contaban con antecedentes relacionados con el ejercicio de la prostituci¨®n y los chantajes. El instituto armado les acusa de los delitos de extorsi¨®n y pertenencia a grupo criminal.
Todo comenzaba con la visita de las v¨ªctimas a una web ya cerrada en la que se ofrec¨ªan servicios sexuales. Una vez concertada la cita, el cliente deb¨ªa facilitar su nombre y un tel¨¦fono de contacto. Con esos dos sencillos datos, el cabecilla de la banda, un hombre de nacionalidad portuguesa de 49 a?os, comenzaba una b¨²squeda en internet desde su propio domicilio, ubicado en A Coru?a. En el caso de la denuncia interpuesta en Alicante, el m¨®vil condujo a la red criminal hasta un negocio en el que se daba todo tipo de detalles de la profesi¨®n, el domicilio y el nombre completo de la v¨ªctima. No hac¨ªa falta m¨¢s. Ni siquiera llegaban a producirse los encuentros entre el cliente y la mujer a la que hab¨ªa demandado los servicios.
El siguiente paso era que otro de los integrantes de la banda, un venezolano de 45 a?os, comenzara a llamar a la v¨ªctima desde n¨²meros de tel¨¦fono diferentes, que dificultaban su localizaci¨®n. El terror llegaba cuando demostraba que lo ten¨ªan perfectamente ubicado: sab¨ªan su nombre completo, le indicaban cu¨¢nto tardar¨ªa un sicario en llegar a su casa o su negocio en el caso de que no accediera a pagar y le amenazaban ¡°con matarle a ¨¦l y a su familia¡±, seg¨²n cuentan fuentes de la investigaci¨®n.
Los pagos iban llegando en un goteo constante. Primero, la transferencia bancaria por los servicios sexuales que no se llevaban a cabo. Luego, la v¨ªctima ten¨ªa que abonar el tiempo empleado por la prostituta en realizar el contacto. Una vez saldada la transacci¨®n comercial, la extorsi¨®n no frenaba. La v¨ªctima deb¨ªa ir pagando a presuntos sicarios, tambi¨¦n en abonos a diferentes cuentas bancarias, para que no se acercaran por su domicilio. As¨ª, hasta que agotaban la cuenta corriente del chantajeado. La v¨ªctima de Sant Joan lleg¨® a vaciar su saldo bancario con pagos que alcanzaron los 11.500 euros.
Fue en ese momento cuando el afectado decidi¨® interponer la denuncia. El ¨¢rea de Investigaci¨®n de la unidad de Sant Joan, un municipio fronterizo con Alicante de alto nivel adquisitivo, abri¨® la Operaci¨®n Lucrator. Y los agentes recorrieron el camino inverso al que hab¨ªan realizado los extorsionadores. Pese a que los delincuentes ocultaron su identidad con varios m¨®viles y cuentas corrientes, lograron localizar el ordenador desde el que se hab¨ªa instalado la web de citas, rastrearon las diferentes llamadas de tel¨¦fono realizadas desde los m¨®viles utilizados en las amenazas y bucearon en las transacciones bancarias hasta certificar el propietario de alguna de las cuentas desde las que se extrajo dinero. Con una sola denuncia, la trama llego a ser identificada al completo. Adem¨¢s de los dos hombres que mov¨ªan el negocio, la red estaba formada por tres mujeres que ofrec¨ªan sus servicios en la web, una espa?ola de 30 a?os, una venezolana de 27 y una mexicana de 21, y que recib¨ªan parte del dinero exprimido a las v¨ªctimas.
Todos ellos fueron detenidos desde el pasado mes de marzo, en una operaci¨®n que se desarroll¨® entre Valencia y A Coru?a hasta el mes junio, cuando se apres¨® al ¨²ltimo miembro de la trama. Los agentes consiguieron bloquear cuatro cuentas bancarias, cerraron la web de citas y recuperaron 6.000 euros cosechados por medio de extorsiones. Las diligencias se han puesto a disposici¨®n del juzgado de Instrucci¨®n 5 de Alicante. La investigaci¨®n contin¨²a en busca de m¨¢s v¨ªctimas, seg¨²n la Guardia Civil.