Paolo Sorrentino, cineasta: ¡°Un gol de Maradona me emocion¨® m¨¢s que cualquier pel¨ªcula¡±
El director italiano cuenta los secretos de sus filmes, como ¡®La gran belleza¡¯, en una clase magistral tras recibir la Palmera de Honor en la Mostra de Valencia
Paolo Sorrentino destila un aire desganado que contradice su actitud paciente para atender las peticiones de selfis de los cin¨¦filos. Frente al micr¨®fono, contrasta tambi¨¦n su verbo conciso y directo con su barroquismo visual en pel¨ªculas como La gran belleza. Eso s¨ª, en todo momento el cineasta italiano, de 53 a?os, ha dado muestras de la mis...
Paolo Sorrentino destila un aire desganado que contradice su actitud paciente para atender las peticiones de selfis de los cin¨¦filos. Frente al micr¨®fono, contrasta tambi¨¦n su verbo conciso y directo con su barroquismo visual en pel¨ªculas como La gran belleza. Eso s¨ª, en todo momento el cineasta italiano, de 53 a?os, ha dado muestras de la misma iron¨ªa que recorre su filmograf¨ªa durante su visita para recoger el jueves la Palmera de Honor del festival de la Mostra Val¨¨ncia-Cinema del Mediterrani. Tambi¨¦n de su sentido de la vida.
Sorrentino asegur¨®, este viernes por la ma?ana ante los periodistas, que las fiestas en Roma no son ni mucho menos como los fiestones que aparecen en la citada pel¨ªcula, ganadora del Oscar al mejor filme de habla no inglesa en 2014. o en Silvio y los otros (inspirada en Berlusconi). ¡°La fiesta es un objeto complejo. Es el lugar donde un ser humano manifiesta su capacidad de estar en el mundo. Hay dos segundos cuando una persona deja de bailar, pero tampoco ha vuelto al mundo real. Por eso me gustan las fiestas porque hay dos segundos de una situaci¨®n rid¨ªcula, que es la condici¨®n del ser humano. Rid¨ªcula en un sentido elevado¡±.
Confeso admirador de Federico Fellini ¡ª¡°por su gran capacidad de relatar c¨®mo las personas no se adaptan al mundo, incluso si son ricos o guapos¡±¡ª y de Ocho y medio, su filme preferido, y de Martin Scorsese, el cineasta napolitano ha superado las expectativas ¡±muy pobres¡± que ten¨ªa cuando era un joven que so?aba con hacer cine. ¡°Por eso ahora tengo un estado de ¨¢nimo tan bajo¡±, bromea.
De joven, por otro lado, las emociones son ¡°mucho m¨¢s potentes¡±, por eso no duda en afirmar que ha experimentado m¨¢s emoci¨®n ¡°con un gol de Maradona¡± cuando jugaba en el equipo de su ciudad natal que viendo cualquier pel¨ªcula. ¡°Lo vi de cerca y siendo adolescente...¡±, recuerda el director de Fue la mano de Dios, t¨ªtulo alusivo al genial jugador argentino, tras esbozar una sonrisa que repite cuando comenta, de repente, que la mujer sentada al lado de un periodista se parece mucho a una primera suya. ¡°De joven era m¨¢s profundo, ahora, de mayor, me siento m¨¢s ignorante¡±, agrega.
El director de La juventud reh¨²ye contestar las preguntas m¨¢s densas, que le exigen ¡°intelectualizar demasiado¡± o que precisan manifestarse sobre cuestiones complejas como el actual conflicto entre Israel y Ham¨¢s ¡ª¡°no dir¨ªa m¨¢s que banalidades¡±, apunta¡ª. Rechaza la expresi¨®n de arte comprometido: ¡°Los personajes nunca est¨¢n comprometidos ni pol¨ªtica ni socialmente; solo est¨¢n comprometidos con que el tiempo pasa y un d¨ªa morir¨¢n¡±.
Tampoco le interesa la pol¨ªtica, seg¨²n sostiene, si bien ha contado a su manera la vida de pol¨ªticos italianos de la talla de Giulio Andreotti (Il divo) o Silvio Berlusconi, adem¨¢s de dirigir dos series sobre el Papa (El joven Papa y El nuevo Papa). ?Y qu¨¦ le inspira Giorgia Meloni, actual primera ministra italiana? Se queda pensativo y contesta: ¡°He intentado retratar personas que han tenido realmente poder y ahora es demasiado pronto para entender qu¨¦ tipo de poder va a ocupar Meloni. Por otra parte es una persona de cr¨®nica, no de historia. Y la cr¨®nica la encuentro vulgar¡±.
Sorrentino se muestra m¨¢s distendido por la tarde, durante la animada clase magistral que imparti¨® en una sala a rebosar, en la Filmoteca de la Generalitat, en un acto tambi¨¦n organizado por la Mostra de Val¨¨ncia, festival que concluye el 29 de octubre. ¡°Me encantan las preguntas¡±, dice en un momento dado. El p¨²blico es mayoritariamente joven y alza con asiduidad la mano para interpelar: igual se interesa por un di¨¢logo muy concreto de una de sus 11 pel¨ªculas que por los detalles del proceso creativo; por si est¨¢ preocupado como el que formula pregunta por el cambio clim¨¢tico que destruir¨¢ su ¡°futuro¡± ¡ª¡°me interesa porque a ti te interesa, pero soy mayor¡±¡ª, o por si la maga de La gran belleza era realmente maga.
Las numerosas alusiones a este t¨ªtulo evidencian el notable impacto que caus¨® el filme y su protagonista, Toni Servillo, al que el cineasta considera su hermano mayor, el int¨¦rprete del inmortal personaje de Jep Gambardella. A la persona que asegur¨® haberla visto 20 veces, le respondi¨® que Gambardella es el hombre que le hubiera gustado ser, valiente, que se atreve a ponerse esa ¡°chaqueta roja¡±. ¡°Tenemos en com¨²n cierto desencanto y cinismo que esconde cierta sensibilidad que a m¨ª mismo me traiciona¡±. ?Un cinismo rom¨¢ntico?, le inquiere el moderador, el cr¨ªtico Enric Albero. Podr¨ªa ser, podr¨ªa ser, viene a decir Sorrentino mientras no deja de sonre¨ªr, mucho m¨¢s que frente a los plumillas.