El secreto a voces del can¨®nigo asfixiado en Valencia
Los vecinos de los dos ¨²ltimos edificios en los que vivi¨® Alfonso L¨®pez relatan un trasiego de j¨®venes sin recursos y vulnerables, y aseguran que manten¨ªa con ellos relaciones sexuales. El Arzobispado sostiene que lo desconoc¨ªa
El pasado 23 de enero, al poco de conocerse la muerte violenta del can¨®nigo em¨¦rito de la catedral de Valencia Alfonso L¨®pez, se formaron varios corrillos de vecinos a las puertas del edificio en el que viv¨ªa. Muchos de los comentarios apuntaban a que el autor pod¨ªa ser alguna de las personas que frecuentaban la casa del religioso, la mayor¨ªa j¨®venes, vulnerables, mendigos, aparcacoches. Comentario...
El pasado 23 de enero, al poco de conocerse la muerte violenta del can¨®nigo em¨¦rito de la catedral de Valencia Alfonso L¨®pez, se formaron varios corrillos de vecinos a las puertas del edificio en el que viv¨ªa. Muchos de los comentarios apuntaban a que el autor pod¨ªa ser alguna de las personas que frecuentaban la casa del religioso, la mayor¨ªa j¨®venes, vulnerables, mendigos, aparcacoches. Comentarios la mayor¨ªa descarnados, hom¨®fobos y poco considerados con la v¨ªctima reci¨¦n descubierta, que presentaba signos de haber sido asfixiada. Revelaban, en cualquier caso, que la vida privada de este cura de 80 a?os no pasaba inadvertida en la calle de Avellanas de Valencia, muy cerca del Palacio Arzobispal y de la catedral, donde viv¨ªa en un piso propiedad de la instituci¨®n cat¨®lica. Tampoco en su domicilio anterior.
Un d¨ªa despu¨¦s del hallazgo del cuerpo, la polic¨ªa detuvo a un hombre de 34 a?os como presunto sospechoso de la muerte del can¨®nigo. Llevaba el m¨®vil del fallecido y hab¨ªa usado sus tarjetas de cr¨¦dito para comer y beber. Varios testigos identificaron al arrestado, en situaci¨®n de exclusi¨®n social, como una de las personas que manten¨ªan relaciones sexuales con el cura a cambio de dinero, y remarcaron que este hombre en particular visitaba la casa con cierta asiduidad. Ahora se encuentra en prisi¨®n provisional sin fianza, investigado por un delito de homicidio y otro de estafa. Fuentes policiales confirman que la investigaci¨®n se centr¨® desde el primer momento en la vida privada y el entorno del can¨®nigo.
Muy pronto trascendieron y fueron publicados en medios los conflictos de los vecinos con el religioso por el movimiento de gente que sub¨ªa y bajaba de su piso, en la quinta planta. En ocasiones se armaba foll¨®n en la escalera, se produc¨ªan discusiones entre el cura y sus visitas, algunas de las cuales profer¨ªan amenazas contra el cura, seg¨²n varios residentes. Hace dos a?os, los vecinos se quejaron directamente al Arzobispado. Alfonso L¨®pez ¡ªexperto en Derecho Can¨®nico, estudioso de los ¡°m¨¢rtires¡± cat¨®licos y nombrado en 2017 can¨®nigo de la catedral de Valencia por el anterior arzobispo de Valencia, Antonio Ca?izares¡ª fue ¡°apercibido¡± y se ¡°le pidi¨® que dejara de recibir a gente vulnerable, que viv¨ªa en la calle, algunos con problemas de salud mental¡±, seg¨²n se?alan a EL PA?S fuentes del Arzobispado, que insisten en que nunca recibieron quejas por su conducta sexual.
Dos personas del entorno del can¨®nigo han relatado a este peri¨®dico discusiones que escucharon entre el cura y sus supuestos amantes ocasionales por el dinero y por otras cuestiones. Seg¨²n revel¨® el diario Levante EMV y confirman estas fuentes, L¨®pez aloj¨® a un joven con un 43% de discapacidad al que conoci¨® en la calle en d¨ªas previos a su muerte. Y ya tiempo atr¨¢s hab¨ªa sufrido un intento de extorsi¨®n, seg¨²n indica Efe citando fuentes policiales. La vida privada del can¨®nigo era un secreto a voces no solo en el edificio de la calle Avellanas, donde se instal¨® en 2017; tambi¨¦n en el inmueble de su propiedad, en la cercana calle Gobernador Viejo de Valencia, en el que vivi¨® con anterioridad.
En esa primera vivienda, distante apenas 200 metros de la actual, muchos vecinos no olvidan al antiguo inquilino y estos d¨ªas han vuelto a recordar el ¡°trasiego¡± de j¨®venes y personas sin hogar en su casa, el enfrentamiento continuo de los vecinos con el religioso por cuestiones diversas, la advertencia de los padres a los hijos ¡ª¡°Jam¨¢s sub¨¢is en el ascensor con el cura¡±¡ª o c¨®mo alguien le amenaz¨® en una ocasi¨®n ¡°con un saco de cal viva¡± en la puerta. La agitada vida privada del cura era conocida, seg¨²n apuntan varios testimonios.
El Arzobispado, sin embargo, niega que conociera esos detalles. Fuentes de la instituci¨®n insistieron el pasado viernes a este peri¨®dico en que las quejas que recibieron ¡°jam¨¢s¡± hicieron referencia a esc¨¢ndalos sexuales. En el comunicado que emiti¨® el mi¨¦rcoles por la noche se alud¨ªa de manera impl¨ªcita al voto de castidad que impone la iglesia cat¨®lica a sus religiosos y que el can¨®nigo transgredi¨®: ¡°Si lo publicado es verdadero, manifestamos el profundo dolor que nos producen los hechos narrados, que son manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenaci¨®n, y manifestamos nuestro pesar por el esc¨¢ndalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, muy directamente a los fieles, y especialmente a los miembros del presbiterio¡±.
Dirigido desde diciembre de 2022 por Enrique Benavent, el Arzobispado se plante¨® ¡°personarse como acusaci¨®n particular, si bien el juzgado instructor lo rechaz¨®, entendiendo que la personaci¨®n en el procedimiento corresponde ¨²nicamente a la familia directa¡±, se?al¨® la nota de la instituci¨®n religiosa. Por ello desisti¨®, apostilla. ¡°Adem¨¢s, se consideran otros motivos: la confianza en la justicia, suficientemente protegida por el ministerio fiscal, y que los hechos de la investigaci¨®n narrados por los medios de comunicaci¨®n se refieren a actos cuya responsabilidad pertenece personalmente al fallecido¡±.
La nota recuerda que el secreto del sumario no se ha levantado, y por tanto no se tiene ¡°informaci¨®n oficial de las noticias¡±. Y concluye: ¡°Reiteramos asimismo que el Arzobispado jam¨¢s tuvo conocimiento de estos presuntos hechos. Hace dos a?os se apercibi¨® directamente al sacerdote cuando los vecinos del mismo inmueble del domicilio en el que resid¨ªa, propiedad del Arzobispado, presentaron quejas verbales acerca de las personas que acud¨ªan al mismo, aunque en ning¨²n caso aludieron a hechos de la naturaleza que se narran. Desde entonces, transcurridos dos a?os jam¨¢s se volvi¨® a recibir ning¨²n tipo de queja¡±.