Ximo Puig: ¡°El tel¨¦fono suena mucho menos, pero no me preocupa¡±

Ximo Puig asegura que no siente nostalgia del poder. ¡°Es verdad que poder tomar decisiones permite cambiar las cosas, mejorar la sociedad, pero tambi¨¦n desgasta¡±, afirma el expresidente valenciano desde Par¨ªs, unos d¨ªas despu¨¦s de asumir su nuevo cargo como embajador de Espa?a en la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos). El pol¨ªtico castellonense de 65 ...

Ximo Puig asegura que no siente nostalgia del poder. ¡°Es verdad que poder tomar decisiones permite cambiar las cosas, mejorar la sociedad, pero tambi¨¦n desgasta¡±, afirma el expresidente valenciano desde Par¨ªs, unos d¨ªas despu¨¦s de asumir su nuevo cargo como embajador de Espa?a en la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos). El pol¨ªtico castellonense de 65 a?os ha tomado muchas decisiones ejecutivas a lo largo de su trayectoria como alcalde (17 a?os) de su pueblo, Morella, como secretario general (12 a?os) del PSPV-PSOE o como presidente (ocho a?os) de la Generalitat valenciana, adem¨¢s de desempe?ar otros cargos. Ahora, el congreso extraordinario de los socialistas valencianos, que ¨¦l mismo convoc¨®, ratificar¨¢ del 22 al 24 de marzo en Benic¨¤ssim el nuevo liderazgo en el partido de la ministra de Ciencia, Diana Morant, y el inicio de un nuevo ciclo.

¡°El tel¨¦fono suena mucho menos, pero no me preocupa demasiado. Y no, no siento nostalgia, pero tampoco soy indiferente, porque hay lazos que no se pueden romper¡±, apostilla Puig por tel¨¦fono desde su nuevo despacho en el organismo multilateral, radicado en Par¨ªs. Elogia el trabajo realizado por su antecesor, el economista Manuel Escudero, y explica su nueva etapa: ¡°Siempre he estado en la pol¨ªtica de acci¨®n y ahora estoy en la parte m¨¢s te¨®rica, con una visi¨®n global, vinculada directamente al Gobierno, sobre los grandes problemas que al final nos afectan a todos. Pero mantengo mi convicci¨®n de que no puedes estimar el mundo sino estimas tu pa¨ªs y en ese sentido, sigo defendiendo el autogobierno¡±.

Al gobierno de la Generalitat lleg¨® tras 20 en la oposici¨®n por parte del PSPV que estaba en ¡°una situaci¨®n muy compleja¡±. ¡°Conseguimos la cohesi¨®n del partido y la conexi¨®n con la Comunidad Valenciana: pasamos de menos del 20% de apoyo electoral en 2015 a m¨¢s del 30% y somos hegem¨®nicos en el espacio progresista, evitamos el sorpasso de Galicia [donde el Bloque ha superado a los socialistas] y Madrid [M¨¢s Madrid]¡±. Pero en las elecciones de 2023, la izquierda perdi¨® el poder superada por la suma del PP, que gan¨® los comicios, y Vox, una derrota que no se esperaba en el Palau de la Generalitat. ¡°No hubo ning¨²n menosprecio, pero es cierto que todas las encuestas hablaban en positivo de la acci¨®n de nuestro Gobierno y de su aceptaci¨®n. Se creo un ambiente a nivel nacional irresponsable e irrespirable que tuvo consecuencias. La sociolog¨ªa pol¨ªtica de la Comunidad Valenciana tiene un componente de voto en clave nacional, y eso pasa para bien o para mal. Me hubiera gustado m¨¢s temas valencianos en la campa?a¡±.

Puig apost¨® por Diana Morant para sustituirle al frente del PSPV-PSOE, la ¡°primera mujer secretaria general¡±, pero defiende su plena autonom¨ªa. Evita entrar en cuestiones internas, a si la direcci¨®n del PSOE fren¨® la votaci¨®n en primarias entre los tres candidatos como quer¨ªa realmente la ministra, cuyos respaldos pod¨ªan haberle dado el triunfo ya en primera vuelta, seg¨²n algunas fuentes del partido pr¨®ximas a ella. Defiende la fortaleza de la candidatura. ¡°Ya es el momento de tener una presidenta valenciana, una persona preparada y con experiencia, frente al Gobierno m¨¢s reaccionario de la historia¡±. Y para ello es imprescindible abrirse a la sociedad y buscar el voto no solo en el caladero socialista, insiste Puig. Cree que Morant tiene atributos para ser una candidata transversal.

En el hist¨®rico de las batallas internas del PSPV, el exministro Jos¨¦ Luis ?balos y Puig casi siempre han estado en bandos diferentes. ¡°Tengo una profunda tristeza. Nos conocemos desde hace mucho a?os, hemos estado de acuerdo o no, pero siempre desde el respeto y afecto. M¨¢s all¨¢ de cuestiones de responsabilidades pol¨ªticas que hay que asumir y m¨¢s una persona que ha estado al frente de la organizaci¨®n del partido, me duele. Espero que una reflexi¨®n pr¨®xima concluya con una decisi¨®n m¨¢s acertada [en alusi¨®n a que dimita como diputado, como le ha pedido el PSOE]. Pero tambi¨¦n digo que ha sido una personas estafada, enga?ada, hasta que no se demuestre lo contrario¡±.

En el plano personal, cree que ¡°la denuncia contra la empresa¡± de su hermano Francis Puig, investigado por un presunto fraude en la concesi¨®n de subvenciones, ¡°es un proceso que no ir¨¢ a ning¨²n sitio¡±. Pero reconoce que le ha afectado personalmente, sobre todo ¡°algunas de las barbaridades que se han dicho¡±. ¡°Conf¨ªo en la justicia y si la empresa ha hecho algo incorrecto, habr¨¢ de pagar por ello¡±, apostilla. Si no es as¨ª, espera tambi¨¦n una respuesta, ¡°un an¨¢lisis¡± al menos, de lo que ha pasado.

En su balance como presidente, destaca la gesti¨®n de la pandemia, en corresponsabilidad con la sociedad. ¡°Hemos salvado muchos vida, pero tambi¨¦n han muerto muchas personas y siempre piensas que se podr¨ªa haber hecho m¨¢s. Por otro lado, se han mejorado en cuestiones fundamentales, en todos los par¨¢metros del estado del bienestar y hemos superado el problema reputacional de la corrupci¨®n, pero, tambi¨¦n muchas asignaturas pendientes, por ejemplo, la vivienda. Ahora, con la expierencia adquirida, hubi¨¦ramos gobernado mucho mejor¡±. La instalaci¨®n de la gigafactor¨ªa de Volkswagen en Sagunto ejemplifica, por otro lado, la importancia de la innovaci¨®n y la industria. ¡°Crecimiento y redistribuci¨®n, con respecto medioambiental¡±, sintetiza su ideario socialdem¨®crata.

En el debate en el seno de la izquierda entre la reivindicaci¨®n de lo identitario y la lucha por los valores universales, comunes, Puig aboga por una s¨ªntesis, un punto de encuentro de complicado equilibrio. M¨¢s taxativo se muestra con la abolici¨®n de la prostituci¨®n de la que el PSPV ha hecho bandera y que divide al mundo feminista. ¡°La capacidad de discusi¨®n y cr¨ªtica de la izquierda llega a veces m¨¢s all¨¢ de lo razonable y deseable, pero forma parte del sentimiento progresista. en el otro hemisferio, la impone la pol¨ªtica autoritaria y la capacidad critica es menor o inexistente. Una derecha m¨¢s democr¨¢tica considera la cr¨ªtica interna como un facto positivo¡±, razona. ¡°Ahora bien, la prostituci¨®n es una cuesti¨®n que se ver¨¢ como una absoluta anomal¨ªa, como vemos ahora la violencia hacia la mujer, su maltrato hist¨®rico. No se pueden entender. Es la aplicaci¨®n de los derechos humanos¡±.

El ascenso de la ultraderecha es la principal preocupaci¨®n para cualquier dem¨®crata, apunta. ¡°Pero la cuesti¨®n es c¨®mo responder a las causas que provocan ese ascenso, como el fen¨®meno evidente de la desigualdad social, y otras cuestiones como las luchas culturales. Hay procesos sociales que comportan inseguridad en una parte de la poblaci¨®n que tiene la impresi¨®n de que el futuro no cuenta con ellos. La democracia debe tener la capacidad de integrar a todos y m¨¢s desde una perspectiva progresista.

La cultura es un campo simb¨®lico, ¡°es la arquitectura de una sociedad, y el PP la ha dejado en manos de la extrema derecha, que est¨¢ en contra del valenciano¡±, critica Puig, volviendo al escenario local. ¡°Es terrible que la derecha no hable valenciano en el parlamento. En el parlamento gallego todos hablan gallego. Es terrible lo que Vox ha hecho con el joven antifascista Guillem Agull¨® [asesinado por un neonazi en 1993] al eliminar su premio y que el PP le haya permitido¡±, concluye.