Decenas de miles de personas expresan su hartazgo un mes despu¨¦s de la dana y piden la dimisi¨®n de Maz¨®n: ¡°Ni olvido ni perd¨®n¡±
La segunda gran protesta desde la cat¨¢strofe del 29 de octubre avanza por el centro de Valencia para exigir la dimisi¨®n del ¡®president¡¯ y cr¨ªticar al Gobierno espa?ol por no intervenir con todos los efectivos disponibles
Decenas de miles de personas ¡ªcerca de 100.000, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno¡ª han vuelto a manifestarse este s¨¢bado en el centro de Valencia por la gesti¨®n que el presidente de la Generalitat, Carlos Maz¨®n, llev¨® a cabo tras la dana que golpe¨® buena parte de la provincia el pasado 29 de octubre. Un mes despu¨¦s de los estragos de la gota fr¨ªa, y apenas tres semanas despu¨¦s de ...
Decenas de miles de personas ¡ªcerca de 100.000, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno¡ª han vuelto a manifestarse este s¨¢bado en el centro de Valencia por la gesti¨®n que el presidente de la Generalitat, Carlos Maz¨®n, llev¨® a cabo tras la dana que golpe¨® buena parte de la provincia el pasado 29 de octubre. Un mes despu¨¦s de los estragos de la gota fr¨ªa, y apenas tres semanas despu¨¦s de la masiva protesta del 9 de noviembre, una marea humana ha recorrido las calles de la capital para pedir la dimisi¨®n del president. ¡°Ni olvido ni perd¨®n¡±, denuncian tras un balance de al menos 222 fallecidos, cuatro desaparecidos y m¨¢s de 80 municipios valencianos arrasados por el agua y el fango, muchos de los cuales todav¨ªa pugnan por volver a una m¨ªnima normalidad. Miles de ciudadanos ya expresaron el viernes por la noche su recuerdo, y tambi¨¦n hartazgo, en las concentraciones cuando se cumpl¨ªan 30 d¨ªas de la cat¨¢strofe.
La marcha, encabezada por una pancarta con fondo rojo y la imagen del presidente valenciano boca abajo, ha comenzado m¨¢s tarde de lo esperado en la plaza del Ayuntamiento de Valencia a la espera de que se incorporasen columnas de personas atascadas en los accesos al centro, rodeado de un fuerte dispositivo policial. A diferencia de hace tres semanas, la riada de manifestantes no ha acabado en la plaza de Manises, donde est¨¢ la sede del Gobierno valenciano, sino que se ha quedado unos metros antes para preservar el patrimonio hist¨®rico, pues el 9N el edificio gubernamental acab¨® con pintadas y barro en sus muros.
¡°El dinero no llega a los afectados, se lo est¨¢n repartiendo para sueldos¡±, ha denunciado Mar Bueno, coportavoz de la plataforma organizadora ¡ªun conglomerado de casi 60 entidades y colectivos sociales¡ª refiri¨¦ndose a la decisi¨®n del Consell de eliminar el tope salarial para los nuevos fichajes del Ejecutivo, entre ellos, dos militares, que deben encargarse de los planes de reconstrucci¨®n. ¡°No pararemos, en honor de los fallecidos, hasta que tengamos verdad, justicia y reparaci¨®n¡±, ha a?adido Beatriu Cardona, otra de las voces de la plataforma organizadora.
Un mes despu¨¦s de la dana, contin¨²an en la zona cero las labores de b¨²squeda de cuatro desaparecidos, los trabajos de extracci¨®n de lodo en centenares de bajos y garajes, la limpieza de fango del alcantarillado, la retirada de decenas de miles de veh¨ªculos y el realojo de escolares que se han quedado sin sus aulas. Las Administraciones se aplican en la reparaci¨®n de las infraestructuras da?adas pero la movilidad de los damnificados, la mayor¨ªa con sus veh¨ªculos siniestrados, es todav¨ªa un aut¨¦ntico tormento pues el transporte p¨²blico no funciona al 100% por los da?os de la riada. Aun hoy, Emergencias recomienda en algunas localidades el uso de mascarillas por el polvo en suspensi¨®n y el uso de agua embotellada para beber y cocinar.
Entre los manifestantes, Pedro Garc¨ªa levanta una pancarta donde se lee ¡°justicia¡± en may¨²sculas. Este vecino de Valencia ha llegado con sus dos hermanas para pedir el cese del president. ¡°Tiene que reconocer que se ha equivocado¡±, reclama, como la gran mayor¨ªa. Es la segunda vez que participa en la manifestaci¨®n. El 9N ya estuvo en esta plaza por el mismo motivo. ¡°[Maz¨®n] recibi¨® docenas de avisos del peligro de la lluvia, pero es una persona que no cree en el cambio clim¨¢tico y que puso como consejera de emergencias a una inexperta¡±. Teresa Sabell, de 70, a?os, ha llegado tambi¨¦n a la plaza del Ayuntamiento para criticar la falta de coordinaci¨®n entre los servicios de emergencia. ¡°Han pasado 30 d¨ªas y a¨²n hay garajes inundados y municipios que tienen que convivir con el lodo¡±. Esta valenciana tuvo que llevarse a su hermano a casa porque la situaci¨®n para los jubilados, cuenta, se ha vuelto insoportable. Pide que las gestiones municipales se agilicen y que se fiscalice el dinero destinado a la reconstrucci¨®n de los municipios afectados. ¡°Sospechamos que estamos viviendo otro caso G¨¹rtel¡±, concluye antes de empezar a moverse con la multitud hacia la plaza de la Virgen.
En la cabecera de la manifestaci¨®n, las palabras de Rosa Pic¨®, vecina de Catarroja, suenan llenas de angustia: ¡°Estamos sufriendo mucho, mucho. Estamos igual que hace un mes, no viene nadie y necesitamos maquinaria con urgencia¡±. A unos metros, Estefan¨ªa Gonz¨¢lez, de 42 a?os, afectada de Alfafar, cuenta que perdi¨® a su hermano Carlos, de 52, cuando aquella noche intent¨® ayudar a una mujer. ¡°Pero resbal¨® y la fuerza del agua se lo llev¨® por delante¡±, explica. ¡°Ha sido un palo muy gordo pero ahora que hemos pasado un poco el duelo, venimos a pedir que se depuren responsabilidades, tanto por parte de la Generalitat, por no haber avisado a tiempo, como por lo que ha tardado el Gobierno central en enviar ayuda¡±, asegura.
En las semanas siguientes a la masiva protesta del 9N, Maz¨®n se ha escudado en la excepcionalidad de la dana y en los errores del sistema para eludir la responsabilidad. Ha cesado adem¨¢s a dos consejeras de su gobierno, entre ellas Salom¨¦ Pradas, responsable del departamento de Emergencias el d¨ªa de la tragedia, ha encomendado a un militar la tarea de la reconstrucci¨®n, y ha suprimido el tope salarial para poder hacer los nuevos fichajes de su gabinete. El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y la exministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, ahora comisaria europea, han comparecido y defendido que ¨®rganos estatales como Aemet o la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car mantuvieron informada a la Generalitat de lo que suced¨ªa el d¨ªa 29 y atribuyen la responsabilidad de no haber reaccionado a tiempo a Maz¨®n. La bronca entre ambas administraciones contin¨²a ahora a causa de las ayudas a los damnificados.
¡°Estuve el 9N y vuelvo otra vez porque creo que hay muchas preguntas todav¨ªa por responder y porque tengo la impresi¨®n de que esos interrogantes y esas responsabilidades se van diluyendo con el d¨ªa a d¨ªa. Y no quiero que se olviden¡±, apunta Juan, de 57 a?os, y vecino de Valencia. Este psic¨®logo de profesi¨®n, que cuenta con amigos afectados por la dana, lamenta el enfrentamiento verbal entre Administraciones tras la cat¨¢strofe y que todo se reduzca a una carrera de anuncios de ayudas. ¡°Creo que lo importante son las personas, ayudarlas y acompa?arlas en estos momentos¡±. La ¨²ltima decisi¨®n del Consell de Carlos Maz¨®n de eliminar el tope salarial para los nuevos altos cargos de su gobierno, demuestra, a su juicio, ¡°lo desconectados que est¨¢n de la realidad¡±, concluye.
Al final de la protesta, con una plaza a rebosar de gente, los manifestantes han guardado un minuto de silencio al final del trayecto, donde se ha le¨ªdo el manifiesto. ¡°Rechazamos que ahora, un mes despu¨¦s de la cat¨¢strofe, las personas afectadas viven en una vor¨¢gine burocr¨¢tica y de colas interminables que impiden el acceso real a los recursos. Muchas de estas personas no tienen hoy las necesidades b¨¢sicas cubiertas: ni suministros esenciales, ni vivienda, ni transporte p¨²blico garantizado, ni escuelas en condiciones¡±, han denunciado. ¡°Criticamos tambi¨¦n al Gobierno estatal, que deber¨ªa de haber presionado al Ejecutivo valenciano por su inacci¨®n e intervenir con todos los efectivos disponibles¡±, han concluido. Despu¨¦s han hecho sonar a las 20.11 horas la alarma que se oy¨® el 29. Algunos manifestantes han lanzado barro y colocado sus pancartas en los jardines del Palau de la Generalitat.