Los fugados hacen campa?a a distancia
Los pol¨ªticos independentistas huidos a B¨¦lgica participan telem¨¢ticamente en actos electorales en la campa?a electoral catalana
Cada d¨ªa, desde el inicio de la campa?a catalana el pasado 28 de enero, Carles Puigdemont se adentra en una estancia de su residencia de 550 metros cuadrados en Waterloo (B¨¦lgica), se coloca delante de un escenario de tonos turquesas con el emblema del partido que preside, Junts per Catalunya, y, flanqueado por dos banderas, una catalana y...
Cada d¨ªa, desde el inicio de la campa?a catalana el pasado 28 de enero, Carles Puigdemont se adentra en una estancia de su residencia de 550 metros cuadrados en Waterloo (B¨¦lgica), se coloca delante de un escenario de tonos turquesas con el emblema del partido que preside, Junts per Catalunya, y, flanqueado por dos banderas, una catalana y otra europea, se dirige por videoconferencia al p¨²blico que est¨¢ a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de all¨ª: ¡°Buenas noches, Badalona¡±, ¡°buenas noches Tortosa¡±, ¡°buenas noches Matar¨®¡±¡ Cada jornada, un mitin. Cada mitin, promesas de independencia. Pero nada novedoso en el fondo: el expresidente de la Generalitat, instalado en B¨¦lgica desde hace tres a?os y tres meses, y reclamado por la justicia espa?ola por capitanear el gobierno catal¨¢n que organiz¨® el refer¨¦ndum ilegal en 2017, puede ser considerado un precursor de las elecciones telem¨¢ticas.
?l y el resto de pol¨ªticos catalanes que escaparon a B¨¦lgica llevan, desde que cruzaron los Pirineos, organizando actos electorales, campa?as y alumbrando partidos por videoconferencia. Como dice un eurodiputado con el que coincide Puigdemont en los pasillos del Parlamento Europeo: ¡°Ellos ya viv¨ªan en la pandemia antes de la pandemia, pol¨ªticamente hablando¡±.
Esta campa?a covid de Catalu?a, lastrada por la escasa presencialidad y los m¨ªtines descafeinados, se juega en Youtube, en Twitter, en Instagram, con emisiones en directo y triangulaciones tecnol¨®gicamente complejas entre varios lugares. ¡°Estimado president, buenas noches¡±, saludaba el pasado martes a Puigdemont la candidata de Junts a la presidencia de la Generalitat, Laura Borr¨¤s. Ella estaba conectada desde Madrid al mitin de Terrassa, desde donde a su vez conectaban con Waterloo, mientras el p¨²blico segu¨ªa la conversaci¨®n en la pantalla partida, como una partida de pimp¨®n. ¡°En estos momentos estamos divididos¡¡±, lamentaba Borr¨¤s, con pausa dram¨¢tica. ¡°Pero juntos. Juntos por Catalu?a¡±.
El d¨ªa a d¨ªa de Puigdemont
Puigdemont, que recogi¨® el acta de eurodiputado en enero de 2020 y se dio su ¨²ltimo gran ba?o de masas con unas 100.000 personas en Perpi?¨¢n (Francia) el 29 de febrero de 2020 durante la puesta de largo del llamado Consell per la Rep¨²blica, al borde ya de la pandemia, lidera la lista de Junts por Barcelona. Su presencia, sin embargo, resulta simb¨®lica: ha renunciado a una posible investidura y asegura que ni siquiera tiene intenci¨®n de formar parte del parlamento catal¨¢n. Participa a diario en las reuniones del gabinete de campa?a, donde comparte liderazgo con otras figuras como Borr¨¤s y Elsa Artadi, pero elude la presencia en los medios. En los ocho primeros d¨ªas de campa?a solo ha concedido una entrevista. La estrategia es cederle el protagonismo a la candidata. ?l interviene el pen¨²ltimo en las citas electorales, para poder presentar, tras su discurso telem¨¢tico, ¡°a la pr¨®xima presidenta de Catalu?a¡±.
El expresident, que tiene el DNI caducado y que ser¨ªa inmediatamente detenido si pusiera un pie en Espa?a, optar¨¢ el 14-F por un voto simb¨®lico: una portavoz de su despacho explic¨® que un ciudadano que no pensaba participar ceder¨¢ su voto a Puigdemont, una f¨®rmula que ya utiliz¨® en otras elecciones, informa Camilo S. Baquero.
El coronavirus ha detenido tambi¨¦n el frenes¨ª viajero del pol¨ªtico catal¨¢n, su ansia por llevar el discurso independentista a las capitales europeas (hasta 2020 visit¨® Berl¨ªn, Londres, Ginebra, Dubl¨ªn, Helsinki¡), los centenares de visitas a la llamada Casa de la Rep¨²blica de Waterloo (¡°el camarote de los hermanos Marx¡±, la denomina un exconsejero catal¨¢n, seg¨²n recoge el libro biogr¨¢fico de Puigdemont La lucha en el exilio). Y de alg¨²n modo ha hecho que su paso por el Parlamento Europeo no surta los efectos deseados: casi todo debate ha sido arrollado y sepultado por la pandemia.
El ¡®cuartel general¡¯ de Waterloo
B¨¦lgica, en cualquier caso, sigue siendo un punto neur¨¢lgico de los comicios y la residencia de Waterloo una especie de cuartel general. Pero en este pa¨ªs no solo se paren estrategias y programas. Aqu¨ª quedan, aparte de Puigdemont, otros cuatro pol¨ªticos catalanes destituidos por el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n y huidos desde 2017 de la justicia espa?ola. Dos de ellos, Meritxell Serret, exconsejera de Agricultura, y Llu¨ªs Puig, exconsejero de Cultura, se presentan como candidatos a diputados del parlamento catal¨¢n, con opciones de salir elegidos. La primera por Esquerra, el segundo por Junts; ambos, rostros telem¨¢ticos y asiduos a los m¨ªtines y debates de estos d¨ªas.
¡°He dado un paso adelante¡±, justifica Serret, que va de n¨²mero dos por Lleida, ¡°para evidenciar que la represi¨®n, la judicializaci¨®n de la pol¨ªtica y la privaci¨®n de derechos no sirve para nada, no beneficia a nadie y sobre todo no impide que continuemos defendiendo un proyecto pol¨ªtico que es leg¨ªtimo¡±. Serret es, desde 2018, responsable de la delegaci¨®n del Gobierno de Catalu?a en Bruselas, y contra ella no existe en estos momentos ninguna euroorden que reclame su presencia ante los tribunales espa?oles.
Ya sali¨® elegida diputada en las elecciones de diciembre de 2017, tras la decapitaci¨®n del Gobierno de Puigdemont, pero abandon¨® el esca?o del que tom¨® posesi¨®n desde B¨¦lgica para permitir una mayor¨ªa presencial suficiente en el Parlament. Ahora, con la pandemia, parece que las reglas sobre el voto f¨ªsico de los diputados ser¨¢n otras. No descarta, incluso, poder volver a territorio espa?ol, donde el Tribunal Supremo la podr¨ªa reclamar por un delito de desobediencia, que no ha implicado c¨¢rcel para los ya condenados del proc¨¦s. ¡°No se renuncia a ning¨²n escenario. Vamos a ver qu¨¦ pasa despu¨¦s de las elecciones¡±, asegura ella en una entrevista a trav¨¦s de la aplicaci¨®n Teams, instantes antes de que d¨¦ comienzo un mitin en Lleida en el que tomar¨¢ la palabra. ¡°Va a participar Oriol Junqueras¡±, dice emocionada. ¡°La ¨²ltima vez que compartimos un escenario, me acuerdo, fue en 2017, en Vilafranca del Pened¨¨s, cuando est¨¢bamos con toda la campa?a del 1 de octubre¡±, suspira. ¡°Ha llovido mucho¡±.
El exconsejero Llu¨ªs Puig, n¨²mero nueve por Barcelona, responde al tel¨¦fono a ¨²ltima hora de la noche tras un debate electoral telem¨¢tico organizado por el Casal Catal¨¢n de Bruselas. Dice que la tecnolog¨ªa ahora da algo parecido al don de la ubicuidad: ¡°En un momento estoy en Berga y luego me conecto en Tortosa¡±, lo cual provoca ¡°cierto estr¨¦s mental¡±, concede, aunque en realidad ¡°agradece encontrar caras conocidas¡± al otro lado. En el mitin de Terrassa, en el que Borr¨¤s y Puigdemont triangulaban desde Madrid y Waterloo, ¨¦l tambi¨¦n se enchuf¨® desde la autodenominada Casa de la Rep¨²blica. Puig explica que mientras hablan, la pantalla les muestra lo que hay al otro lado. Le impact¨® ver su tierra. ¡°El mitin era a 200 metros de la casa donde nac¨ª¡±, dice. Le tra¨ªa recuerdos de sus padres fallecidos estos a?os, mientras ¨¦l estaba en B¨¦lgica.
Puig, que ascendi¨® a consejero de Cultura en los ¨²ltimos coletazos del proc¨¦s, nunca hab¨ªa participado en campa?as electorales. Desde que abandon¨® Catalu?a, en cambio, ya ha formado parte de ¡°cuatro o cinco¡±. Todas ellas virtuales. ¡°Siempre me r¨ªo¡±, confiesa, ¡°porque en 2017 la oposici¨®n nos dec¨ªa que est¨¢bamos en Matrix, que est¨¢bamos locos. Pues mira, la pandemia ¨Ctristemente, porque nadie se alegra de ello¨C ha tra¨ªdo tambi¨¦n un empoderamiento en la digitalizaci¨®n de la sociedad¡±. En Waterloo, dice, comenzaron en 2017 ¡°como los grupos de rock and roll¡± con un equipo para conectarse por videoconferencia desde el garaje.
Igual que Serret, Puig fue elegido diputado en las auton¨®micas de diciembre de 2017 y acab¨® renunciando al esca?o para que otro pudiera ejercer el voto presencial. Tambi¨¦n cree que esta vez ser¨¢ distinto: ¡°Podr¨¦ participar de las decisiones¡±. Puig ostenta tambi¨¦n un cargo en la delegaci¨®n de la Generalitat en Bruselas como responsable del programa de internacionalizaci¨®n de la cultura catalana, ha formado parte del n¨²cleo fundador de la marca Junts, creada en torno a Puigdemont, y opina que, en parte, la distancia que impone B¨¦lgica diluye las batallas que se ven entre Esquerra y su partido en Catalu?a. Aqu¨ª, dice, ¡°no hay una lucha fuerte¡± y les une ¡°un mismo hecho vivencial¡±. (En palabras de Serret: ¡°Las diferencias son las mismas, pero la buena relaci¨®n personal existe m¨¢s all¨¢ de las desavenencias¡±).
Hace poco, Puig protagoniz¨® la primera gran derrota judicial de Espa?a contra los huidos del proc¨¦s: los tribunales belgas rechazaron a principios de enero la euroorden dictada contra ¨¦l, en una decisi¨®n que podr¨ªa marcar el futuro judicial de Puigdemont, de momento protegido por la inmunidad de la que goza como eurodiputado.
De entre los pol¨ªticos asentados en B¨¦lgica, el rol m¨¢s desdibujado en la campa?a corresponde a los otros dos compa?eros de Puigdemont en el Parlamento Europeo, los exconsejeros catalanes tambi¨¦n huidos Antoni Com¨ªn y Clara Ponsat¨ª. Ninguno va como candidato en las listas de Junts, aunque Com¨ªn ha participado en alg¨²n debate de la campa?a por videoconferencia. Su papel podr¨ªa quedar reservado para el futuro, si es que la lista de Borr¨¤s y el independentismo logran suficientes apoyos: Com¨ªn es vicepresidente del llamado Consell per la Rep¨²blica, un ente ideado en Waterloo entre cuyos miembros se encuentran Puigdemont (presidente), Ponsat¨ª y tambi¨¦n Puig.
Llegado el caso, este organismo conformar¨¢ tras los comicios una especie de gobierno paralelo diferenciado ¡°de las instituciones auton¨®micas¡±, seg¨²n el programa electoral de Junts. Ser¨¢ reconocido inmediatamente como ¡°autoridad nacional¡± (sin pasar por las urnas), tendr¨¢ poder ¡°para liderar el movimiento independentista como depositario del mandato del 1-O¡± y asumir¨¢ la creaci¨®n de ¡°estructuras pol¨ªticas que, cuando sea necesario, hagan el trabajo que no pueden llevar a cabo las instituciones estatutarias¡±.