Un pacto contra Illa y contra ERC
No hay contenidos en el acuerdo de los firmantes, salvo el veto a apoyar al candidato socialista para impedir que llegue a la presidencia de la Generalitat
La habilidad de Junts per Catalunya para atosigar y condicionar a la centenaria ERC se pone de manifiesto cada vez que los primeros intuyen que los republicanos pueden perjudicar sus planes. El documento firmado entre soberanistas e independentistas ¡ªincluida la plataforma Catalans per la Independencia, formada por exdirigentes de la Assemblea Nacional Catalana y promotora del veto al PSC¡ª coloca a ERC en el campo de los opositores al ¡°Estado¡± sin margen para establecer alianzas con los socialistas y con En Com¨² Podem. El acuerdo est¨¢ sellado: los firmantes se comprometen a no pactar la formac...
La habilidad de Junts per Catalunya para atosigar y condicionar a la centenaria ERC se pone de manifiesto cada vez que los primeros intuyen que los republicanos pueden perjudicar sus planes. El documento firmado entre soberanistas e independentistas ¡ªincluida la plataforma Catalans per la Independencia, formada por exdirigentes de la Assemblea Nacional Catalana y promotora del veto al PSC¡ª coloca a ERC en el campo de los opositores al ¡°Estado¡± sin margen para establecer alianzas con los socialistas y con En Com¨² Podem. El acuerdo est¨¢ sellado: los firmantes se comprometen a no pactar la formaci¨®n de Gobierno con el PSC. La r¨²brica por parte republicana de Sergi Sarri¨¢ y no del candidato, Pere Aragon¨¨s, da alas a Junts para no aflojar en su guerra electoral con Esquerra y deslizar alguna duda sobre lo que, finalmente, har¨¢n los republicanos, dirigidos por Oriol Junqueras. Hasta el momento de ir a las urnas, las dos formaciones se mantienen como ac¨¦rrimas adversarias, siendo la candidatura de Laura Borr¨¤s la que sale m¨¢s al ataque en el intento de colocar siempre a los republicanos a la defensiva. Los acuerdos de ERC con el PSOE en el Congreso para sostener al Gobierno de coalici¨®n son una evidencia y no tienen discusi¨®n posible, al margen de los beneficios que hayan podido aportar.
No hay contenidos en el acuerdo de los firmantes, salvo el veto a apoyar a Salvador Illa para impedir que llegue a la presidencia de la Generalitat. En el discurso independentista, el candidato socialista, como su partido, el PSC, y la organizaci¨®n hermana, el PSOE, ¡°forman parte del 155¡±, el art¨ªculo de la Constituci¨®n por el que Catalu?a fue intervenida por el Gobierno central con el voto de los socialistas despu¨¦s de que el Parlamento catal¨¢n declarase ilegalmente la independencia. Con o sin documento de veto, la probabilidad de que ERC, si no queda por delante de Junts, de la presidencia a Laura Borr¨¤s siempre ha estado entre las hip¨®tesis del PSC. El inter¨¦s de los socialistas por el mejor resultado posible para los republicanos era, y a¨²n lo es, casi mayor que el que tiene Illa por el suyo.
Los movimientos de voto que hipot¨¦ticamente se produzcan por este ¡°todos contra Illa¡± por escrito pueden te¨®ricamente provocar alg¨²n vaiv¨¦n. El candidato socialista ahondar¨¢ en su llamada a todo el voto constitucionalista, desde luego a Ciudadanos, pero tambi¨¦n al de Unidas Podemos. Esta fuerza, encabezada por J¨¦ssica Albiach, aspira a hacerse con el apoyo de votantes de ERC que no quieran la repetici¨®n de un Gobierno esencialmente independentista encabezado, adem¨¢s, por Junts. En el campo de la izquierda las descalificaciones ser¨¢n donde m¨¢s duelen. Nada m¨¢s firmarse el acuerdo, la candidata de la CUP, Dolors Sabater, ha cargado contra En Com¨² Podem, hermano de Unidas Podemos: ¡°Los comunes se han situado en el espacio de apuntalamiento del r¨¦gimen del 78¡±, ha dicho. Todos se examinan, pero ERC tiene la responsabilidad de decidir el color del Gobierno. Antes de que se vote ya ha optado. O independentismo o repetici¨®n de elecciones.