Di¨¢logo

Las elecciones en pandemia est¨¢n demostrando que el personal est¨¢ dos o tres grados m¨¢s cerca de la sensatez que parte de la dirigencia pol¨ªtica que se ha cre¨ªdo que algunos charcos de las redes sociales y alguna desesperada trompeter¨ªa medi¨¢tica son la vida real. En Estados Unidos gana la racionalidad por encima de la rabia. En Espa?a, en las tres elecciones auton¨®micas que llevamos, no se ha castigado la gesti¨®n de la crisis sanitaria, se han imp...

Las elecciones en pandemia est¨¢n demostrando que el personal est¨¢ dos o tres grados m¨¢s cerca de la sensatez que parte de la dirigencia pol¨ªtica que se ha cre¨ªdo que algunos charcos de las redes sociales y alguna desesperada trompeter¨ªa medi¨¢tica son la vida real. En Estados Unidos gana la racionalidad por encima de la rabia. En Espa?a, en las tres elecciones auton¨®micas que llevamos, no se ha castigado la gesti¨®n de la crisis sanitaria, se han impuesto los deseos de estabilidad para enfrentar este momento dif¨ªcil. Va a ser verdad que en tiempos de tribulaci¨®n la gente prefiere no hacer mudanza y ha entendido bien la naturaleza de esta crisis m¨²ltiple que precisa de cabeza fr¨ªa y concentraci¨®n de energ¨ªas y recursos en lo esencial, salvar vidas y evitar el descalabro de la econom¨ªa.

En Catalu?a s¨ª ha habido mudanza. Pero el vector del cambio es el di¨¢logo. No es poco viendo de donde venimos. Por segunda vez consecutiva, el partido m¨¢s votado no es independentista. Ciudadanos tir¨® a la basura aquel capital pol¨ªtico en 2017. Pero el PSC es un partido con implantaci¨®n en el territorio y memoria hist¨®rica, con mayor vocaci¨®n de transversalidad y dispuesto a hablar del conflicto pol¨ªtico. En el independentismo, ERC se ha hecho, por la m¨ªnima, con el primer puesto. Si la presidencia de la Generalitat y sus complejos frente a JxCat no lo trastocan, podr¨ªa ejercer el liderazgo social de los partidos con vocaci¨®n mayoritaria: aterrizar los deseos en la realidad sin renunciar a las aspiraciones leg¨ªtimas, dentro de la ley.

Illa es el triunfo de la raz¨®n en tiempos de emoci¨®n incontrolada. Ha mantenido las formas, y las formas son civilizaci¨®n, cuando ten¨ªa buenos datos y cuando los ten¨ªa malos. Cuando lo responsabilizaban de los muertos y nuestra curva era la peor de Europa y cuando nuestra curva era mejor que la alemana. Con ese bagaje vuelve a la tierra dividida por enso?aciones hist¨®ricas y sentimientos envueltos en banderas.

Es verdad que los extremos tendr¨¢n grupo propio en el Parlament. Mejora la CUP y Vox arrasa a PP y Cs. Pero no han conseguido ni una docena de esca?os cada uno en el momento de mayor cansancio pand¨¦mico, de mayor hast¨ªo de la pol¨ªtica enzarzada en sus propias agendas de supervivencia partidista. A los mayoritarios corresponde evitar que parezca que han ganado las elecciones. @PepaBueno