El acuerdo de Valencia y todos los riesgos de la alianza del PP con Vox
Las cesiones en tiempo r¨¦cord ¡°escuecen¡± a los sectores moderados del partido y cuestionan la estrategia de Feij¨®o, sobrepasado por los l¨ªderes territoriales, ante la ultraderecha
El 30 de mayo, todav¨ªa saboreando las mieles de la victoria en las elecciones municipales y auton¨®micas, Alberto N¨²?ez Feij¨®o abord¨® con sus barones y su direcci¨®n c¨®mo afrontar los posibles acuerdos del PP con Vox. En la reuni¨®n a puerta cerrada de la Junta Directiva Nacional, uno a uno, los l¨ªderes territoriales contaron a sus compa?eros sus planes ante la negociaci¨®n con la extrema derecha. Y el valenciano, Carlos Maz¨®n, les dijo que ¨¦l ten¨ªa una l¨ªnea roja: que el dirigente de Vox condenado por m...
El 30 de mayo, todav¨ªa saboreando las mieles de la victoria en las elecciones municipales y auton¨®micas, Alberto N¨²?ez Feij¨®o abord¨® con sus barones y su direcci¨®n c¨®mo afrontar los posibles acuerdos del PP con Vox. En la reuni¨®n a puerta cerrada de la Junta Directiva Nacional, uno a uno, los l¨ªderes territoriales contaron a sus compa?eros sus planes ante la negociaci¨®n con la extrema derecha. Y el valenciano, Carlos Maz¨®n, les dijo que ¨¦l ten¨ªa una l¨ªnea roja: que el dirigente de Vox condenado por maltrato a su exmujer no pod¨ªa entrar en su futuro Gobierno. Todos compartieron su decisi¨®n. ¡°M¨ªrale qu¨¦ bien, qu¨¦ progresista, pensamos todos¡±, ironiza un bar¨®n presente en aquella reuni¨®n, que cree que ¡°G¨¦nova cay¨® en la trampa¡± del l¨ªder valenciano cuando hizo suya esa l¨ªnea roja. El portavoz del partido, Borja S¨¦mper, la verbaliz¨® como tal el pasado lunes en una rueda de prensa, dando la impresi¨®n de que la condici¨®n part¨ªa de la c¨²pula. ¡°Una vez que la direcci¨®n dijo que ese era el ¨²nico problema, cuando Maz¨®n consigui¨® quitar al maltratador de en medio, nadie en G¨¦nova pod¨ªa reprocharle el acuerdo con Vox¡±, analiza este bar¨®n del PP.
Dicho y hecho. Apenas 24 horas despu¨¦s de la comparecencia de S¨¦mper, Maz¨®n pact¨® con Vox. Acept¨® a un torero retirado en lugar del maltratador como vicepresidente, dio tres consejer¨ªas a los ultras ¨DCultura, integrada en la vicepresidencia; Justicia e Interior y Agricultura¨D y asumi¨® parte de su agenda ideol¨®gica, borrando del pacto la violencia machista. Hab¨ªa cumplido con la condici¨®n de la c¨²pula, as¨ª que se lanz¨®.
La precipitaci¨®n del acuerdo valenciano, cerrado en solo dos horas de reuni¨®n y escenificado con fotos sonrientes de los seis hombres que lo negociaron ¨Dentre ellos el maltratador condenado, que se ir¨¢ al Congreso de n¨²mero uno por Valencia¨D ha desconcertado al PP. Nadie entiende qu¨¦ ha pasado y por qu¨¦, en contra de lo previsto inicialmente, se ha cerrado el acuerdo de mayor calado con la extrema derecha a toda prisa y sin oponer ninguna resistencia a la entrada de los ultras en el Gobierno de la Comunidad Valenciana. Sin siquiera representar, como hab¨ªa prometido la direcci¨®n de Feij¨®o, que se iba a ¡°evitar hasta el final¡± cogobernar con Vox. A solo 40 d¨ªas de las generales, la decisi¨®n del PP valenciano ha reventado la estrategia electoral de Feij¨®o y compromete su capacidad de crecer por el centro y sus posibilidades de atraer el voto ¨²til de Vox, seg¨²n interpretan distintos dirigentes y exdirigentes populares. Feij¨®o no se ha opuesto y ha defendido el acuerdo como el ¨²nico posible. Valencia se ha convertido as¨ª en el primer hito pol¨ªtico del feijoo¨ªsmo.
En lo ocurrido todav¨ªa quedan muchas preguntas sin respuesta, pero s¨ª est¨¢ claro que el PP de Maz¨®n llevaba tiempo negociando con Vox en secreto. Y que el paso a un lado del candidato condenado por maltrato exig¨ªa acelerar los plazos para poder enviarle en las listas al Congreso. ¡°Vox pidi¨® a cambio firmar cuanto antes todo el acuerdo de Gobierno, para que sus votantes no se sintieran decepcionados. Una cosa por la otra¡±, interpreta un presidente auton¨®mico del PP que tiene contactos en el partido de Santiago Abascal. El primer error, cree este bar¨®n, es que ¡°Maz¨®n lo escenific¨® mal, todo deprisa y corriendo¡±.
El PP asume la agenda ideol¨®gica ultra
Pero a¨²n faltaban sorpresas. El documento del pacto suscrito entre PP y Vox sac¨® a la luz que los populares hab¨ªan asumido, adem¨¢s, la agenda ideol¨®gica de los ultras, aceptando su marco negacionista sobre la violencia de g¨¦nero, a la que el texto obvia y diluye en el concepto de ¡°violencia intrafamiliar¡±. Por si no quedaba claro cu¨¢les eran las intenciones de los ultras en el pacto con el PP, un diputado auton¨®mico de Vox por Valencia, Jos¨¦ Mar¨ªa Llanos, las dej¨® claras cuando acudi¨® a la C¨¢mara regional a recoger su acta de diputado: arrastrar a los populares al negacionismo sobre la violencia espec¨ªfica contra las mujeres, que en Espa?a se ha cobrado 1.200 vidas desde 2003 y ha dejado 400 ni?os hu¨¦rfanos. ¡°La violencia de g¨¦nero no existe, la violencia machista no existe¡±, clam¨® el diputado ultra.
En G¨¦nova se encendieron las alarmas. El acuerdo abr¨ªa una v¨ªa de agua grave en el PP, firmante del pacto de Estado contra la violencia de g¨¦nero en 2017. La direcci¨®n sali¨® en tromba, con Feij¨®o a la cabeza, a poner tuits confrontando con Vox. ¡°La violencia de g¨¦nero existe y cada asesinato de una mujer nos conmociona como sociedad. Desde el PP no daremos ni un paso atr¨¢s en la lucha contra esta lacra. No vamos a renunciar a nuestros principios, cueste lo que nos cueste¡±, escribi¨® el l¨ªder del PP. El s¨¢bado, el candidato acudi¨® a la toma de posesi¨®n de la alcaldesa de Celadas (Teruel), un pueblo de menos de 400 habitantes, y no mencion¨® la pol¨¦mica.
Sin embargo, pese a las palabras, el PP ha suscrito esta semana m¨¢s de 140 alianzas de Gobierno del PP con Vox en municipios de toda Espa?a, y ha dado entrada a la extrema derecha en el Ejecutivo de la cuarta comunidad m¨¢s poblada. ¡°Se percibe hambre de gobernar con un criterio de utilidad de que todo vale. Y se supone que quieres echar a Pedro S¨¢nchez del poder, precisamente por eso¡±, reflexiona un exdirigente del PP. ¡°El error es no tener la valent¨ªa de enfrentarse a Vox y decirle: no te voy a meter en los gobiernos; podemos llegar a un acuerdo de m¨ªnimos, pero sin cogobernar. Mostrarte renuente. Al contrario, has sido muy r¨¢pido, esa es tu debilidad¡±.
El acuerdo valenciano ¡°escuece¡± en los sectores m¨¢s moderados de la direcci¨®n de Feij¨®o y preocupa a los barones, porque ¡°da ox¨ªgeno y fortaleza a Vox¡±, advierte un presidente auton¨®mico. ¡°Es gasolina para ellos, despu¨¦s de que les ten¨ªamos tocados con las municipales porque hab¨ªan obtenido un resultado regular¡±. Tan cerca de las generales, al l¨ªder del PP no le interesaba dar aire a su rival electoral por la derecha. Algunos dirigentes alertan de que un error estrat¨¦gico como este puede tener consecuencias fat¨ªdicas. ¡°Feij¨®o tiene en la cabeza conseguir una mayor¨ªa amplia que le permita gobernar en solitario. Pero esto que ha pasado puede hacer a Vox subir o mantenerse, y aleja ese objetivo¡±, alerta este bar¨®n.
En el PP se escuchan cr¨ªticas tambi¨¦n a la ¡°descoordinaci¨®n¡± entre G¨¦nova y los territorios, con cierta sensaci¨®n de caos. En Murcia, el presidente popular, Fernando L¨®pez Miras, se ha plantado ante los ultras sin darles ni un puesto en la mesa de la Asamblea mientras Santiago Abascal amenaza con tumbarle la investidura si no les da nada a cambio de sus votos. ¡°No hay una l¨ªnea clara. Si lo haces, hazlo con todas las consecuencias, y di pactamos con Vox por esto, por esto y por esto¡±, opina otro l¨ªder territorial, resumiendo la confusi¨®n que recorre las filas populares.
Algunos en el PP creen que Feij¨®o, que lleg¨® a la presidencia del partido por un pacto de los barones en el asesinato pol¨ªtico colectivo de Pablo Casado, no quiere o no puede imponerse a los l¨ªderes territoriales. Se ha visto en los acuerdos con Vox, pero tambi¨¦n en la composici¨®n de las listas al Congreso y al Senado, que el l¨ªder ha hecho p¨²blicas esta semana. Especialmente en la lista por Madrid, que siempre ha sido la del candidato a la Presidencia del Gobierno. Y en la de Feij¨®o, la sensaci¨®n en el PP es que ni siquiera ha colocado a su n¨²mero dos, que procede del Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso. Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura y exdirigente de Ciudadanos, concurre en un puesto que en el pasado ocuparon figuras con un peso espec¨ªfico en el partido y despu¨¦s en el Gobierno, como Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa o Rodrigo Rato, sin que parezca que ese vaya a ser el caso de Rivera de la Cruz.
En los diez primeros puestos de la lista de Feij¨®o por Madrid hay otros dos afines a Ayuso (Eugenia Carballedo, n¨²mero cuatro, y Pedro Mu?oz Abrines, el ocho). Y Cayetana ?lvarez de Toledo, pese a sus sonoras discrepancias con el l¨ªder, figura en el puesto seis. En el PP se interpreta que como gui?o a Vox. Feij¨®o solo ha impuesto a Borja S¨¦mper como n¨²mero tres, a dos miembros de su equipo gallego directo (Marta Varela, su jefa de gabinete, va en el puesto cinco, y Mar S¨¢nchez, responsable de medios, en el diez) y a su asesor y amigo personal Manuel Cobo (como siete). ¡°No hay aparato, G¨¦nova ha desaparecido. Hay que preguntarse por qu¨¦ no hay gente de renombre: se ve que va a ganar, pero no se sabe si gobernar¨¢ y si deber¨¢ tener a Vox dentro. No son las condiciones m¨¢s apetecibles. Hay cierta desconfianza con el momento pol¨ªtico general¡±, analiza un exdirigente de la vieja guardia.
La pregunta es qu¨¦ imagen proyectan estas decisiones sobre el liderazgo de Feij¨®o (a quien las encuestas ¨Dsalvo el CIS¨D auguran una victoria en las pr¨®ximas elecciones generales) y c¨®mo pueden impactar en sus expectativas electorales para el 23-J. En el PP hay divisi¨®n de opiniones. Unos creen que la pol¨¦mica de los acuerdos con Vox no pasar¨¢ tanta factura porque se diluir¨¢ en las pr¨®ximas semanas y los pactos ya est¨¢n amortizados. Pero otros alertan de que, aunque Feij¨®o gane, la inc¨®gnita es si va a poder gobernar, y en qu¨¦ condiciones. ¡°?l buscaba una mayor¨ªa suficiente para gobernar en solitario y para eso quer¨ªa el voto ¨²til de Vox. La decisi¨®n de Valencia, sin embargo, tan r¨¢pida y precipitada, es un error. Con una estrategia de contenci¨®n y freno institucional, haciendo ver que un acuerdo de Gobierno es la ¨²ltima de las posibilidades, resisti¨¦ndose; le habr¨ªa funcionado. Si Feij¨®o hubiera aguantado la presi¨®n, puede que hubiera logrado un goteo de voto por los dos lados: el moderado y el de la extrema derecha¡±, analiza un veterano. ¡°Ahora, sin embargo¡±, interpreta, ¡°el PP puede ganar, pero alejarse de la mayor¨ªa suficiente y estar abocado a ir a una coalici¨®n con Vox¡±.
Dos periodistas gallegas de confianza en la lista de Madrid
Las listas de Feijóo incluyen el estreno en la primera línea política de dos periodistas desconocidas para los españoles pero que forman parte del reducido círculo de confianza del líder del PP desde hace mucho tiempo: Marta Varela Pazos, que irá en el puesto cinco por Madrid, y Mar Sánchez Sierra, que ocupará el 10 por la misma circunscripción.
Mar Sánchez, nacida en A Coruña en 1969, es la colaboradora que más tiempo lleva a la vera del presidente del PP. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, trabajó en comunicación para José Manuel Romay Beccaría, ya cuando este formaba parte de los gobiernos de Manuel Fraga. Comenzó a trabajar con Feijóo en Madrid durante el Gobierno de José María Aznar. Desde entonces se ha encargado de velar por su imagen, tanto dentro como fuera de Galicia, un control que ha ejercido con mano férrea y sin descanso. Sánchez volvió con Feijóo a la Xunta de jefa de comunicación hace 20 años, cuando Fraga lo nombró conselleiro y luego vicepresidente en plena crisis del Prestige. Después de que el actual líder del PP conquistara la Xunta en 2009, ella fue la elegida para tomar las riendas de las relaciones con los medios, de la supervisión de la radio y televisión autonómicas como miembro de su consejo de administración (sus trabajadores mantienen actualmente la protesta más larga de España por la injerencia de la Xunta) y del reparto millonario de subvenciones a periódicos, radios y televisiones privadas.
La oposición en Galicia atribuye buena parte de los éxitos políticos de Feijóo al control mediático de su imagen. Sánchez ha proseguido con esta tarea en Génova, como responsable del Área de Proyección e Imagen. Su posible salto a un escaño en el Congreso de los Diputados después del 23-J es insólito porque, pese a estar muy presente en la vida de los periodistas que informan sobre el líder del PP, su trayectoria se ha desarrollado en la sombra.
Tampoco tiene perfil político Marta Varela Pazos. Nacida en Santiso (A Coruña) en 1983, entró en el equipo de comunicación de Feijóo en la Xunta en 2009, con 26 años y tras pasar por la Cadena Cope y Europa Press. Ha ido ascendiendo hasta llegar a ser una de sus principales colaboradoras. En 2013, Feijóo la nombró jefa de Comunicación de Presidencia. En 2020 se convirtió en su jefa de gabinete y lo ha seguido siendo tras su mudanza a Génova. Está casada con otro de los periodistas que forman parte del círculo de confianza de Feijóo, Luis de la Matta, que también va en las listas electorales por Madrid, pero en un puesto secundario, el 27.
Sobre la firma
Archivado En
- Elecciones Generales
- Gobierno de Espa?a
- Congreso Diputados
- Senado
- Elecciones anticipadas
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Elecciones
- Espa?a
- PP
- Vox
- Santiago Abascal
- Alberto N¨²?ez Feij¨®o
- Partidos conservadores
- Partidos ultraderecha
- Pactos pol¨ªticos
- Pactos postelectorales
- Resultados electorales
- Campa?as electorales
- Carlos Maz¨®n
- Machismo
- Violencia machista
- Violencia g¨¦nero
- Ultraderecha
- Coaliciones electorales
- Coaliciones pol¨ªticas
- Comunidad Valenciana