Ana Rosa Quintana vs Pedro S¨¢nchez, reuni¨®n de insultados en la cumbre
¡°Me est¨¢n diciendo que se tiene que marchar¡±, dijo la presentadora mirando fuera del plat¨®. ¡°Yo estoy muy a gusto¡±, dijo S¨¢nchez. ¡°Pues yo encantada, tengo programa hasta la una y media¡±, inform¨® Quintana. Sonrisa helada de S¨¢nchez.
Ana Rosa Quintana y Pedro S¨¢nchez se presentaron esta ma?ana presumiendo de los insultos que reciben cada uno. ?A qui¨¦n se le insulta m¨¢s: al candidato socialista o a la periodista que lo est¨¢ entrevistando? La cuesti¨®n parec¨ªa importante para establecer los roles de cada uno, como cuando se peleaban en 2015 Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias para ver qui¨¦n era m¨¢s pobre y pidieron para comer tortilla francesa, uno con tres huevos y el otro, m¨¢s listo, con dos. Comenz¨® S¨¢nchez a enumerar descalificaciones y r¨¢pidamente Quintana respondi¨® que a ella tambi¨¦n se le insulta y pas¨® a enumerar los agrav...
Ana Rosa Quintana y Pedro S¨¢nchez se presentaron esta ma?ana presumiendo de los insultos que reciben cada uno. ?A qui¨¦n se le insulta m¨¢s: al candidato socialista o a la periodista que lo est¨¢ entrevistando? La cuesti¨®n parec¨ªa importante para establecer los roles de cada uno, como cuando se peleaban en 2015 Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias para ver qui¨¦n era m¨¢s pobre y pidieron para comer tortilla francesa, uno con tres huevos y el otro, m¨¢s listo, con dos. Comenz¨® S¨¢nchez a enumerar descalificaciones y r¨¢pidamente Quintana respondi¨® que a ella tambi¨¦n se le insulta y pas¨® a enumerar los agravios recibidos. En ese momento, la entrevista se instal¨® en un plano c¨®mico que simulaba una especie de difuso debate que alcanz¨® su c¨¦nit cuando Ana Rosa Quintana, despu¨¦s de decir que ella estaba preguntando, no opinando, dijo: ¡°?Es que usted no tendr¨ªa que pactar nada con Bildu¡, ni Feij¨®o con Vox!¡±, y se propuso, entonces, hacer un pacto de Estado entre PSOE y PP bajo la mirada atenta de S¨¢nchez, que parec¨ªa valorar seriamente la propuesta del Partido Quintanesco.
S¨¢nchez no fue a divertirse a AR, aunque se rio m¨¢s que en El Hormiguero; apareci¨® con americana, con su discurso sobre el sanchismo (¡°burbuja de manipulaci¨®n y maldades¡±: cada vez es m¨¢s siniestro el sanchismo, pronto S¨¢nchez se maquillar¨¢ dark para expresarlo m¨¢s gr¨¢ficamente) y su hit electoral de que casi todos los medios son de derechas y est¨¢n en contra de ¨¦l, discurso que, por mucho que repita, no abandona la inc¨®moda sensaci¨®n de que est¨¢ llorando. Para entonces ya se hab¨ªa producido este di¨¢logo: ¡°Yo estoy en contra de que se saquen las banderas LGTBI de los ayuntamientos¡±, dijo el candidato. ¡°Yo tambi¨¦n, y Feij¨®o¡±, respondi¨® Quintana. Repetir¨ªa Quintana un par de veces m¨¢s ¡°Feij¨®o tambi¨¦n¡±, como si el candidato del PP le hubiese dejado el d¨ªa anterior unos tarjetones. ¡°No opino, describo¡±, insist¨ªa Quintana. Y acto seguido: ¡°La medida de Yolanda D¨ªaz [de ingresar 20.000 euros a quienes cumplen 18 a?os] no es justa¡±. ¡°La ley del s¨ª es s¨ª es una buena ley que protege a las mujeres¡±, dijo en otro momento S¨¢nchez. ¡°?Pero c¨®mo va a ser una buena ley!¡±, respondi¨® sin opinar Quintana.
¡°Me est¨¢n diciendo que se tiene que marchar¡±, dijo la presentadora mirando fuera del plat¨®. ¡°Yo estoy muy a gusto¡±, dijo S¨¢nchez. ¡°Pues yo encantada, tengo programa hasta la una y media¡±, inform¨® Quintana. Sonrisa helada de S¨¢nchez.
El presidente aclar¨®, a prop¨®sito de la supuesta afirmaci¨®n de que ¨¦l no dormir¨ªa con Podemos en su Gobierno, que ¨¦l dijo que no dormir¨ªa si ten¨ªa Podemos los ministerios de Hacienda, de Pol¨ªtica Energ¨¦tica y de Seguridad Social, as¨ª que una vez hecho el reparto pudo conciliar el sue?o sin echar mano de un ¡°cambio de opini¨®n¡±. Su mejor momento fue cuando Quintana equipar¨® los pactos de PP y Vox con los de PSOE e independentistas. ¡°Conmigo no gobiernan. Yo busco votos en los esca?os debajo de las piedras para aprobar leyes que mejoran la vida de la gente, como la subida del salario m¨ªnimo o la subida de las pensiones; otros pactan para hacer leyes de retrocesos sociales¡±.
¡°Le agradezco de coraz¨®n que me haga esa pregunta¡±, dijo S¨¢nchez cuando la entrevistadora le pregunt¨® por el hackeo de su tel¨¦fono m¨®vil y si eso tuvo que ver con el cambio de la pol¨ªtica espa?ola respecto a Marruecos. Un d¨ªa alguien tiene que utilizar esa frase hecha como respuesta: ¡°Le agradezco que me haga esa pregunta, no tengo nada m¨¢s que decir¡±. S¨¢nchez, sin embargo, se anim¨®. ¡°He tenido que leer en algunos medios a prop¨®sito de ese bulo que mi mujer pertenece a una red de narcotr¨¢fico en Marruecos¡±. La entrevista se pon¨ªa en modo thriller interesant¨ªsimo.
¡°Venimos de un presidente del Gobierno que tuvo problemas de verdad con sus mensajes y sus m¨®viles, con SMS a un corrupto como B¨¢rcenas. Hoy no tienen nada contra m¨ª: no soy perfecto, pero soy limpio. P¨®ngase en mi lugar. Ante insidias, mentiras, ?c¨®mo se puede uno defender?¡±. La respuesta de Quintana: ¡°Le infectaron su m¨®vil y coincidi¨® en el tiempo...¡±. S¨¢nchez sonri¨®: ¡°Ah, que coincidi¨® en el tiempo¡±.
Sobre el tiempo hay que decir que hac¨ªa calor en Madrid y a esas horas, un calor insoportable, y Pedro S¨¢nchez acab¨® la entrevista como la empez¨®, recordando que a ¨¦l se refiri¨® Feij¨®o en ese mismo programa como ¡°ese personaje¡± y Esperanza Aguirre (¡°ya no gobierna¡±, dijo Quintana) que ¨¦l ¡°suma muertos¡±. ¡°No es admisible¡±. No se insultaron entre ellos, y lejos estuvieron de estarlo, por tanto, se nos priv¨® de repetir el mejor momento del fallecido S¨¢lvame cuando hace a?os a Yola Berrocal la llamaron ¡°tonta¡± y contest¨® rapid¨ªsima: ¡°Deja de llamarme tonta, que hay much¨ªsima gente tonta que nos ve¡±. Los dos, Quintana (¡±habla usted mucho y me quedan preguntas¡±) y S¨¢nchez (¡±d¨¦jeme desarrollar el argumento¡±), debatieron espalda con espalda y dando pasitos, una hacia la derecha y otro hacia la izquierda para, en el momento clave, darse la vuelta y tenerse frente a frente. No dispararon, sino que se gustaron vagamente. ¡°?A d¨®nde se va de vacaciones?¡±. ¡°[Carcajada sanchista] Lo decidir¨¢n mis hijas, que ya son mayores. Esta pregunta no me la esperaba, Ana Rosa¡±.