Un arranque mucho mejor de lo esperado
La investidura a¨²n est¨¢ muy lejos, costar¨¢ much¨ªsimo y puede no salir, pero el Gobierno est¨¢ euf¨®rico por la imagen de una mayor¨ªa progresista clara frente a la soledad del PP
En una sesi¨®n parlamentaria sin intervenciones de los l¨ªderes, algo muy inusual, el lenguaje gestual cobra una importancia especial. Y la euforia del jueves durante la sesi¨®n constitutiva de las Cortes mostrada por el Gobierno, con Pedro S¨¢nchez y Yolanda D¨ªaz aplaudi¨¦ndose, sonriendo, abraz¨¢ndose, y la satisfacci¨®n de los principales negociadores del PSOE ¡ªF¨¦lix Bola?os, Santos Cerd¨¢n, Mar¨ªa Jes¨²s Montero¡ª contrastaba muc...
En una sesi¨®n parlamentaria sin intervenciones de los l¨ªderes, algo muy inusual, el lenguaje gestual cobra una importancia especial. Y la euforia del jueves durante la sesi¨®n constitutiva de las Cortes mostrada por el Gobierno, con Pedro S¨¢nchez y Yolanda D¨ªaz aplaudi¨¦ndose, sonriendo, abraz¨¢ndose, y la satisfacci¨®n de los principales negociadores del PSOE ¡ªF¨¦lix Bola?os, Santos Cerd¨¢n, Mar¨ªa Jes¨²s Montero¡ª contrastaba mucho con un PP que se qued¨® mucho m¨¢s solo de lo esperado.
El estreno del esca?o de diputado de Alberto N¨²?ez Feij¨®o no pudo ser m¨¢s deslucido. El Congreso no reflej¨® en absoluto la victoria electoral que ¨¦l viene reclamando, sino una realidad muy clara: solo hay una mayor¨ªa posible, y es la que gira alrededor de la coalici¨®n y un gran acuerdo con nacionalistas e independentistas. O esa mayor¨ªa se consolida para la investidura de S¨¢nchez o habr¨¢ repetici¨®n electoral. No hay m¨¢s opciones. La primera sesi¨®n dej¨® m¨¢s en evidencia que nunca lo que ya ve¨ªan los dirigentes del PP desolados la noche electoral: que Feij¨®o no puede gobernar y solo puede confiar en una segunda oportunidad en forma de nuevas elecciones.
El Gobierno transmite mucha cautela, porque la investidura a¨²n est¨¢ muy lejos. Costar¨¢ much¨ªsimo y puede no salir, dadas las dificultades de la negociaci¨®n que viene ahora y las peticiones maximalistas de los independentistas ¡ªamnist¨ªa y refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n¡ª, pero la euforia es indisimulable ante un arranque de legislatura mucho mejor de lo esperado para el Ejecutivo.
La fotograf¨ªa de los votos es rotunda, y en el Gobierno est¨¢n sorprendidos de que la estrategia del PP dejando a Vox fuera de la Mesa haya permitido esa imagen: frente a una mayor¨ªa progresista muy c¨®moda de 178 esca?os ¡ªFrancina Armengol sali¨® elegida con muchos m¨¢s votos que Meritxell Batet, que no tuvo mayor¨ªa absoluta y necesit¨® una segunda votaci¨®n porque no contaba con el apoyo de los independentistas¡ª, un PP casi en soledad con solo 139. En el Ejecutivo, en el PSOE y en Sumar no entienden que Feij¨®o haya aceptado meter a Vox en el Gobierno de cuatro autonom¨ªas y 140 ayuntamientos, entre ellos varias capitales de provincia, y ahora rechace darle un puesto en la Mesa del Congreso justo cuando est¨¢ presumiendo de que tiene 172 esca?os y por eso merece intentar la investidura.
Lo que ahora es euforia, pocas horas antes era angustia porque la negociaci¨®n no se cerr¨® hasta la noche del mi¨¦rcoles. Por momentos, Junts y ERC amenazaron con tumbar la Mesa y abrir paso a una presidenta del PP, Cuca Gamarra. En el PSOE y en Sumar ten¨ªan muy claro que eso implicaba ir a repetici¨®n electoral, porque era inviable gobernar con el Senado y la Mesa del Congreso en manos del PP. Cost¨® much¨ªsimo convencer tanto a Junts como a ERC de que deb¨ªan sacar las posiciones m¨¢s extremas, especialmente la amnist¨ªa, de la ecuaci¨®n de un pacto que solo era para la presidencia de la Mesa. Llev¨® muchas horas de negociaci¨®n discreta, por tel¨¦fono, por videoconferencia, y en la ¨²ltima semana ya en persona. Pero finalmente se logr¨®, y eso quiere decir muchas cosas desde el punto de vista pol¨ªtico.
Para empezar, que es posible lograr algo muy dif¨ªcil: meter en la misma ecuaci¨®n y con distintas negociaciones ¡ªno hubo unidad de acci¨®n¡ª a Junts y ERC, rivales eternos del independentismo, que vienen de una dram¨¢tica fractura que implic¨® romper el Gobierno de coalici¨®n en Catalu?a.
Pero sobre todo, la gran novedad que deja esta negociaci¨®n, como todas las de la coalici¨®n hasta el ¨²ltimo minuto y sin certezas, pero de nuevo con resultado exitoso ¡ªhasta tres Presupuestos y 200 leyes se hicieron as¨ª en la pasada legislatura¡ª, es que Junts est¨¢ dispuesta a jugar pol¨ªticamente. Esta era una de las grandes preguntas de las ¨²ltimas semanas. ?Querr¨¢ abrir el juego negociando o apostar¨¢ por romperlo todo? La respuesta ha sido muy evidente. El Gobierno y Junts han negociado muy intensamente, como lo ha hecho ERC, y de ah¨ª han salido acuerdos claros sobre el uso de las lenguas, sobre comisiones de investigaci¨®n de Pegasus y de los atentados en Barcelona y Cambrils. Y en el caso de ERC adem¨¢s sobre la ¡°desjudicializaci¨®n¡± del proc¨¦s, en l¨ªnea con lo que ya se hizo en la anterior legislatura, cuando se cambi¨® el C¨®digo Penal para reducir las posibles condenas de los independentistas. ERC insiste en que eso implica una amnist¨ªa, pero eso est¨¢ a¨²n muy lejos.
Y ese ser¨¢ precisamente uno de los puntos m¨¢s delicados de la negociaci¨®n que empezar¨¢ la pr¨®xima semana, la de la investidura. El refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n es inviable. Si la cosa se enroca ah¨ª, el riesgo de repetici¨®n electoral es muy alto. Pero s¨ª est¨¢ encima de la mesa la posibilidad de explorar v¨ªas para intentar buscar soluciones jur¨ªdicas, algo que el Gobierno ya hizo en 2022 con la pol¨¦mica reforma del C¨®digo Penal para derogar la sedici¨®n y modificar la tipificaci¨®n del delito de malversaci¨®n, que luego fue infructuosa porque el Tribunal Supremo la convirti¨® casi en papel mojado.
La negociaci¨®n que viene, centrada en este tipo de cuestiones y otras muchas de fondo ¡ªfinanciaci¨®n, inversiones, o una gran revisi¨®n del modelo auton¨®mico como pide el PNV para resolver el problema para muchos a?os¡ª ser¨¢ mucho m¨¢s complicada que la actual. Nadie sabe si lo lograr¨¢n o habr¨¢ nuevas elecciones. Pero esta primera sesi¨®n ha dejado una cosa muy clara: todos los actores de la mayor¨ªa progresista quieren jugar, saben negociar y pueden llegar a acuerdos. La investidura de S¨¢nchez no es pues una quimera. Pero queda much¨ªsimo para lograrla, y todo puede fallar al final. En las dos ¨²ltimas ocasiones ¡ª2015 y 2019¡ª Espa?a necesit¨® dos elecciones para tener un Gobierno. Ahora hay que ver si a la tercera va la vencida o se repite la historia.