¡°Rusia es un pa¨ªs que tienes que amar en la distancia¡±
Artem Korovin, un joven LGTBI+ ruso solicitante de asilo, vive en Madrid tras huir de la LGTBIfobia en su pa¨ªs
De adolescente, Artem Korovin (Rusia, 27 a?os) descubri¨® lo que significaba ser gay en Rusia. Despu¨¦s de subir una foto con un chico a la red social VK comenz¨® un infierno. Lo reconoc¨ªan por la calle y en el colegio sufri¨® bullying. A?os despu¨¦s, trabajaba en una academia de ingl¨¦s y un grupo de padres le identific¨® como el chico de la foto. Le despidieron por ser homosexual. Dos ataques hom¨®fobos de skinheads le convencieron de que se ten¨ªa que ir de Rusia. ¡°Fui a la polic¨ªa y cuando supieron que era por homofobia me dijeron que no proteg¨ªan a gente como yo¡±.
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De adolescente, Artem Korovin (Rusia, 27 a?os) descubri¨® lo que significaba ser gay en Rusia. Despu¨¦s de subir una foto con un chico a la red social VK comenz¨® un infierno. Lo reconoc¨ªan por la calle y en el colegio sufri¨® bullying. A?os despu¨¦s, trabajaba en una academia de ingl¨¦s y un grupo de padres le identific¨® como el chico de la foto. Le despidieron por ser homosexual. Dos ataques hom¨®fobos de skinheads le convencieron de que se ten¨ªa que ir de Rusia. ¡°Fui a la polic¨ªa y cuando supieron que era por homofobia me dijeron que no proteg¨ªan a gente como yo¡±.
Y decidi¨® solicitar asilo en Espa?a.
Esa fue la ¨²ltima gota, cuando yo ya dije que me quer¨ªa ir. Hab¨ªa estado en Espa?a y sab¨ªa sobre el sistema de asilo. Pens¨¦: o me mato, o me voy.
?Era consciente de lo que significaba ser LGTBI+ en Rusia antes de estas agresiones?
Rusia antes de 2013, cuando se aprob¨® la Ley de Propaganda, no era un pa¨ªs tan hom¨®fobo. Ten¨ªamos el grupo t.A.T.u., hab¨ªa telenovelas con personajes LGTBI+... era medio tolerante. S¨ª que me sent¨ªa un bicho raro pero no me sent¨ªa inseguro.
?C¨®mo recuerda la llegada a Espa?a?
Recuerdo muy bien ese d¨ªa. Mi vuelo sal¨ªa a las 10 de la ma?ana, era invierno, hac¨ªa fr¨ªo y me sent¨ªa como un esp¨ªa y¨¦ndose de manera clandestina. Pero no pas¨® nada. Llegu¨¦ a M¨¢laga y all¨ª sufr¨ª el primer shock cuando vi gente diversa. Estaba como pez en el agua. Luego fui a Gran Canaria y all¨ª me sent¨ª aceptado. Y comenc¨¦ el proceso de solicitud de asilo.
?Fue duro contar lo vivido?
Siempre. Incluso ahora lo es. En la entrevista estaba yo, el polic¨ªa y la traductora. Con ella habl¨¦ de otros temas y mi nerviosismo baj¨®. Pero s¨ª, fue muy intenso. Al final del proceso, la mujer encargada de tomarme las huellas me dijo: ahora est¨¢s a salvo, bienvenido a Espa?a. Me toc¨® el alma.
?Y c¨®mo contin¨²a?
Cuando pides asilo te tienen que dar un lugar donde vivir por seis meses, en la primera etapa. A m¨ª me sali¨® en Madrid. Pero la respuesta no llega en ese plazo. En mayo habr¨¦ pasado dos a?os esperando a que se resuelva mi solicitud.
?Qu¨¦ se siente al ir por la calle de la mano con otro hombre sin tener miedo?
La primera vez que sal¨ª con un chico en Espa?a fue en Barcelona y cuando ¨¦l me cogi¨® de la mano sent¨ª un ataque de p¨¢nico. Pens¨¦, ?qu¨¦ haces? ?Nos van a matar! Y, claro, no pas¨® nada. Otra vez, en Madrid, iba caminando de la mano con un chico y s¨ª que sent¨ª miradas pero creo que eran de curiosidad. Aqu¨ª en Espa?a me siento aceptado y con el derecho de ser como soy. Y pienso que si ocurriera algo podr¨ªa pedir ayuda a la Polic¨ªa.
?C¨®mo ve la situaci¨®n para la gente LGTBI+ en Espa?a? ?Ha cambiado su percepci¨®n de cuando viv¨ªa en Rusia?
S¨ª ha cambiado un poco. El choque de realidad, le dicen. Fui un poco est¨²pido por pensar que Espa?a era un pa¨ªs tan gay-friendly porque todav¨ªa queda mucho por hacer. La semana pasada le¨ª que en la l¨ªnea 5 de metro hubo una agresi¨®n. Estas noticias destruyen un poco mi percepci¨®n de Espa?a como un pa¨ªs color de rosa. Pero hay algo que s¨ª que me gusta y es que, si eso pasa, los medios de comunicaci¨®n hablar¨¢n sobre ello. Tambi¨¦n me da miedo la existencia de VOX.
?Le preocupa que haya en Espa?a un retroceso de derechos LGTBI+?
Me preocupa porque hu¨ª de ello en mi pa¨ªs, pero realmente no creo que ocurra. En Espa?a no hay tanta gente que piense as¨ª. Aunque a un amigo m¨ªo, el mes pasado, mientras estaba sentado en un banco con otro chico, una mujer les grit¨® ¡®maricones¡¯ desde su balc¨®n.
?Esperaba sentirse tan c¨®modo en Madrid?
Siempre tengo suerte de encontrar a gente a donde voy, as¨ª que pens¨¦ que iba a suceder lo mismo, que poco a poco ir¨ªa construyendo mi red. Y as¨ª fue.
?Se imagina volver a Rusia?
Me imagino volviendo pero de vacaciones. Hay amigos, familia, gente a la que echo de menos. Y si me preguntaras: ?si cambiara la ley? ?si se fuera Putin? Creo que seguir¨ªa prefiriendo no volver porque el cambio de chip que necesita el pa¨ªs va a tardar tiempo. Quiz¨¢s no vea en mi vida una Rusia tan libre. Rusia es un pa¨ªs que tienes que amar en la distancia.
Lo ama desde Madrid.
Tengo una pierna en Rusia, mi coraz¨®n en Gran Canaria y el resto del cuerpo aqu¨ª en Madrid, en Chueca. Y el cerebro en las bibliotecas, me encantan las de Madrid. Cuando llegu¨¦, lo primero que hice despu¨¦s de empadronarme fue mi carnet de biblioteca.
LA LEY DE PROPAGANDA HOMOSEXUAL
En 2013, el Parlamento ruso aprob¨® la ¡®Ley para la protecci¨®n de ni?os y ni?as frente a la informaci¨®n que promueva la falta de valores familiares tradicionales¡¯, conocida popularmente como ¡®Ley de Propaganda homosexual¡¯. La normativa proh¨ªbe la ¡°promoci¨®n entre menores de las relaciones sexuales no tradicionales¡± y ha supuesto que, desde entonces, la realidad LGTBI+ haya desaparecido de la cultura y medios de comunicaci¨®n en Rusia. Seg¨²n una investigaci¨®n de 2017, los cr¨ªmenes de odio se han duplicado desde la aprobaci¨®n de esta ley. Adem¨¢s, la normativa ha sido considerada como discriminatoria por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
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