El fuego extinguido en Castell¨®n no entra en campa?a

Hace dos meses, la comarca del Alto Mijares, en el interior sur de la provincia de Castell¨®n, tuvo encima el foco de la actualidad por un incendio que arras¨® 4.700 hect¨¢reas de gran valor ecol¨®gico y oblig¨® a evacuar a unas 1.500 personas. El fuego atrajo la atenci¨®n de medios de comunicaci¨®n, expertos clim¨¢ticos valorando la temprana llegada de las llamas y ...

Hace dos meses, la comarca del Alto Mijares, en el interior sur de la provincia de Castell¨®n, tuvo encima el foco de la actualidad por un incendio que arras¨® 4.700 hect¨¢reas de gran valor ecol¨®gico y oblig¨® a evacuar a unas 1.500 personas. El fuego atrajo la atenci¨®n de medios de comunicaci¨®n, expertos clim¨¢ticos valorando la temprana llegada de las llamas y pol¨ªticos que quisieron mostrar su apoyo a los afectados. Dos meses despu¨¦s, en la misma plaza de Montanejos (553 habitantes) en la que los vecinos celebraron la vuelta a sus casas tras ocho d¨ªas evacuados, siguen estando Pilar Monte y Amparo Montoliu, dos mujeres casi octogenarias que, como aquel 31 de marzo, escrutan el ir y venir de los viandantes, sentadas en la puerta del hogar del jubilado.

Ese d¨ªa, Pilar y Amparo apenas ten¨ªan alicientes, m¨¢s all¨¢ de los vecinos y algunos medios de comunicaci¨®n a los que la Guardia Civil acompa?aba en el camino hasta un pueblo al que a¨²n se restring¨ªa el paso. La conversaci¨®n rondaba en torno al tiempo pasado en casa de sus familiares, a la alegr¨ªa por volver a sus hogares, a lo cerca que hab¨ªa estado el fuego¡±, a los sentimientos encontrados por el da?o en el paisaje y a la tranquilidad de estar en casa y poder comprobar que todo segu¨ªa igual. Dos meses despu¨¦s, Pilar y Amparo esperan la llegada de m¨¢s de 2.000 personas al festival de m¨²sica electr¨®nica D¨ªas de Campo, con un campo de visi¨®n menguado por un escenario y decenas de j¨®venes transitando por las calles. Hacen de gu¨ªas ante despistados que buscan un supermercado, una calle o el polideportivo donde la m¨²sica sonar¨¢ hasta el amanecer, y de ciceronas con una pareja que ha pasado unos d¨ªas en el pueblo atra¨ªda por un viaje del Imserso. Sobre un taburete, colocan sus vasos y un platito con aceitunas, probablemente, de algunos de los olivos del t¨¦rmino municipal.

¡ª?Se sigue hablando del incendio?

¡ªUy, no, recordamos aquellos d¨ªas como una an¨¦cdota, pero ya ha pasado ¡ªasegura Pilar.

¡ªPero ahora en campa?a, ?los pol¨ªticos tampoco hablan del fuego?

¡ªNo, no, hablan de acequias, de arreglos¡­ Uno le tira la piedra al otro y el otro se la devuelve, por otro lado ¡ªr¨ªe Amparo.

Montanejos fue el municipio m¨¢s grande de los evacuados a finales de marzo. Tambi¨¦n es uno de los que m¨¢s afectados, en extensi¨®n, por el fuego. Los m¨ªtines se limitan a uno por partido. Se hacen en el cine y, seg¨²n el alcalde y candidato socialista a la reelecci¨®n, Miguel Sandalinas, ¡°va todo el mundo¡±. ¡°Ah, yo s¨ª que voy siempre, a todos¡±, atestigua Amparo. Ni el socialista ni el candidato del PP, Laureano Sandalinas, tienen previsto hablar del episodio del fuego en sus intervenciones del viernes ante sus vecinos. No son primos, ni parientes, ni nada. El apellido es com¨²n en el pueblo porque as¨ª se apellidaban algunos de los repobladores que llegaron al territorio en el siglo XVII.

¡°Hablar del incendio es como hablar de la pandemia¡±, dice el alcalde. ¡°Igual hago alguna referencia, pero para recordar a quienes ayudaron y dieron de comer a los animales mientras los vecinos no estaban y a los que han estado al lado de la gente¡±, a?ade. Cuando se produjo la evacuaci¨®n de los vecinos, ante el acecho de las llamas y el aire cambiante, el alcalde tom¨® una decisi¨®n: habl¨® con el camping de la vecina Navajas y traslad¨® all¨ª a todos los vecinos que quisieron y que pudieron estar con sus familiares, con todos los gastos pagados, en lugar de estar diseminados entre hoteles, polideportivos u otros establecimientos. Todo corri¨® a cuenta del Ayuntamiento. ¡°Hicimos un esfuerzo, en ning¨²n momento pens¨¦ en las elecciones¡±, asegura Miguel Sandalinas. ¡°En ese momento, lo que hay que hacer es volcarse a tope¡±, a?ade. Su adversario pol¨ªtico resta importancia a qui¨¦n pag¨® la iniciativa: ¡°Me sorprendi¨®, pero no s¨¦ qu¨¦ importancia tiene qui¨¦n lo pagara. ?Qui¨¦n pag¨® los hidroaviones? Para algo pagamos impuestos¡±, cuestiona Laureano Sandalinas.

El candidato del PP tampoco har¨¢ alusi¨®n en su mitin al incendio. ¡°S¨ª, el agradecimiento a todos los que estuvieron dando el callo y tambi¨¦n hablar¨¦ de la gesti¨®n forestal¡±, especifica.

En realidad, a los vecinos de Montanejos les preocupa que el turismo siga llegando al pueblo, que haya m¨¢s plazas de aparcamiento, que se abra un pub para los j¨®venes, que llegue el gas ciudad o que se construya un nuevo polideportivo. Las llamas quemaron cualquier viso electoralista del fuego.

Recibe cada tarde el bolet¨ªn ¡®Diario electoral¡¯ escrito por el director adjunto de EL PA?S Claudi P¨¦rez. ?Cu¨¢nto sabes de tu municipio? ?Es rico o pobre, de mayores o de j¨®venes, vota o se abstiene? Ponte a prueba aqu¨ª.