La Virgen hallada en el r¨ªo y la pista de una presa derrumbada que casi nadie recuerda
Los vecinos del Sar, en Santiago, donde se descubri¨® una imagen del siglo XIV, revelan que el lugar tuvo un dique y apuntan la posibilidad de que la escultura fuese reutilizada como relleno
Mientras se informan en la prensa de las hip¨®tesis y c¨¢balas que van surgiendo, los vecinos que llevan toda su vida en la orilla del Sar, en el lugar llamado Fervenza, debaten en familia y alimentan su propia teor¨ªa. La virgen del siglo XIV que el pasado lunes fue rescatada del lecho del r¨ªo en Conxo (Santiago) por una comitiva oficial, descubierta por un pescador aficionado el 5 de junio, apareci¨® sembrada en el cauce entre otras muchas piedras de tama?o equivalente, con la misma p¨¢tina de a?os y el mismo verd¨ªn. Esas otras piedras llevan dispersas en aquel tramo, en la misma posici¨®n, desde ...
Mientras se informan en la prensa de las hip¨®tesis y c¨¢balas que van surgiendo, los vecinos que llevan toda su vida en la orilla del Sar, en el lugar llamado Fervenza, debaten en familia y alimentan su propia teor¨ªa. La virgen del siglo XIV que el pasado lunes fue rescatada del lecho del r¨ªo en Conxo (Santiago) por una comitiva oficial, descubierta por un pescador aficionado el 5 de junio, apareci¨® sembrada en el cauce entre otras muchas piedras de tama?o equivalente, con la misma p¨¢tina de a?os y el mismo verd¨ªn. Esas otras piedras llevan dispersas en aquel tramo, en la misma posici¨®n, desde que hace varias d¨¦cadas se derrumb¨® una gran presa construida para dar abundante caudal al viejo molino que a¨²n se puede ver, y a una f¨¢brica de zuecos de madera cuyas turbinas, se?alan los vecinos, a¨²n se conservan.
La familia que habita las casas m¨¢s pr¨®ximas al r¨ªo todav¨ªa guarda en su archivo una imagen, supuestamente datada a finales de los 70 o principios de los 80, que da fe de la existencia de aquel dique. Una gran pared por la que rebosaba el agua y ca¨ªa con fuerza formando una cascada todo a lo ancho del r¨ªo. ¡°Esa cascada era la Fervenza de Conxo¡±, ilustra un vecino que prefiere no aparecer con su nombre. Hoy, la fervenza [cascada] solo existe en forma de top¨®nimo, y denomina el lugar concreto en el que en plena fase 2 el estradense Fernando Brey, pescador aficionado, casi cay¨® de bruces sobre la imagen g¨®tica al tropezar mientras lanzaba su ca?a. Nadie antes hab¨ªa reparado en ella.
Tal y como explica el historiador del arte y acad¨¦mico Ram¨®n Yzquierdo Perr¨ªn -uno de los primeros expertos, junto con Juan Monterroso, en contemplar la pieza cuando fue rescatada ¡°de urgencia¡± por orden de la Xunta- es un hecho ¡°muy extraordinario¡± que una figura de estas caracter¨ªsticas aparezca en un r¨ªo. Esta Virgen de la Leche, que est¨¢ representada dando el pecho al ni?o Jes¨²s, sentado en su regazo, es una iconograf¨ªa que se repiti¨® hacia mediados del siglo XIV, al tiempo del auge mariano en los conventos, y que despu¨¦s cay¨® en desuso. Cuando las im¨¢genes religiosas dejaban de interesar o ya no se correspond¨ªan con la moda y los gustos de la ¨¦poca, ¡°eran desacralizadas¡±. Y para eso bastaba con amputarles la cara con cincel. Despu¨¦s, lo ¡°normal¡± es que fuesen ¡°enterradas, igual que se inhumaron otras piezas en Conxo¡±, explica Yzquierdo, o que se ¡°reutilizasen¡± como material de construcci¨®n, en muros o en cimientos.
La Virgen de la Leche de Conxo, de m¨¢s de 150 kilos, est¨¢ desacralizada. Le borr¨® el rostro un corte limpio que sin embargo respet¨® la barbilla y el ¨®valo de la cara. Adem¨¢s, de otro golpe de cincel el Ni?o perdi¨® la cabeza, que seg¨²n Yzquierdo probablemente estar¨ªa girada hacia el pecho que le ofrec¨ªa su madre. Flanqueando la corona de la Virgen sedente de granito hay dos ¨¢ngeles ¡°con incensarios, que no botafumeiros¡±, precisa el experto. La escena de la madre de Jes¨²s entronizada y lactante es id¨¦ntica a la que se representa en el centro de la portada de la iglesia de Santa Mar¨ªa Salom¨¦, en la r¨²a Nova de Compostela.
Los vecinos lanzan su propia hip¨®tesis, y dicen que si la virgen apareci¨® en el r¨ªo (entre otras muchas piedras que eran del dique) ser¨¢ porque ella misma habr¨ªa sido empleada como bloque de obra en la construcci¨®n de la presa. Creen que es posible por la forma c¨²bica del trono en el que se sienta y por su gran tama?o. El vecino que cede la foto a EL PA?S sit¨²a la rotura del embalse en torno a 1985, cuando ¨¦l era adolescente. Y explica que muchas veces, cuando era ni?o, ¨¦l y su hermano se quitaban los zapatos y cruzaban la presa ¡°de lado a lado¡± para internarse luego en terrenos del Psiqui¨¢trico, un lugar que conoc¨ªan bien porque all¨ª trabajaba su madre. ¡°La pared de la presa tendr¨ªa unos 50 cent¨ªmetros de grueso en la parte de arriba, por eso pod¨ªamos atravesarla, y mucho m¨¢s de un metro en la base¡± rememora. ¡°Har¨ªan falta buenas piedras para construirla¡±, comenta luego, aunque no es capaz de precisar la ¨¦poca en la que se hizo: ¡°Para m¨ª siempre hab¨ªa estado ah¨ª¡±, concluye.
Por ¡°sentido com¨²n¡±, dice Ram¨®n Yzquierdo, la virgen no pudo ser trasladada al r¨ªo desde muy lejos ni acabar en el r¨ªo ¡°porque s¨ª¡±. ¡°Es un esfuerzo enorme¡±, recalca, ¡°y no se entiende el af¨¢n de echarla all¨ª¡± si no es con alg¨²n motivo. El estudioso, con el que contact¨® la Asociaci¨®n para a Defensa do Patrimonio Cultural de Galicia (Apatrigal) cuando el colectivo fue alertado por el pescador, da por ¡°hecho¡± que la imagen procede del ¨¢mbito de los edificios monacales que precedieron al actual envoltorio barroco del Sanatorio Psiqui¨¢trico.
¡°Desde el siglo XII existi¨® un convento de monjas¡±, explica el historiador, al que luego sucedieron los Mercedarios; pero ¡°va a ser muy dif¨ªcil encontrar documentaci¨®n¡± que confirme el origen. La Virgen de la Fervenza de Conxo, que ahora duerme ya en el Museo das Peregrinaci¨®ns de Santiago para su secado, tratamiento y estudio es ¡°posiblemente una pieza muy buena¡±, valora este miembro de la Real Academia de Belas Artes y del Consello da Cultura Galega. ¡°Eso se sabr¨¢ cuando est¨¦ limpia¡±, aclara: ¡°Ahora solo se intuye¡±.