Los asturianos que llamaron a las puertas de Springsteen
Stormy Mondays graba su propia versi¨®n el¨¦ctrica del disco ¡®Nebraska¡¯, que presenta en Madrid este s¨¢bado, y consigue entregar un ejemplar a The Boss
Las grandes ideas a menudo son fruto de la casualidad, o de un s¨²bito chispazo de lucidez. Pueden corroborarlo los integrantes de Stormy Mondays, a los que esa mezcla de inspiraci¨®n y bendita locura les ha abocado a uno de los empe?os discogr¨¢ficos m¨¢s singulares que se recuerda en nuestra m¨²sica popular reciente. Andaba el cuarteto asturiano barruntando la posibilidad de recrear Nebraska, la canci¨®n que daba t¨ªtulo a aquel disco crud¨ªsimo, desnudo y casi enigm¨¢tico que Bruce Springsteen entreg¨® en 1982, una conmoci¨®n inesperada despu¨¦s del merecido ¨¦xito monumental de The river ...
Las grandes ideas a menudo son fruto de la casualidad, o de un s¨²bito chispazo de lucidez. Pueden corroborarlo los integrantes de Stormy Mondays, a los que esa mezcla de inspiraci¨®n y bendita locura les ha abocado a uno de los empe?os discogr¨¢ficos m¨¢s singulares que se recuerda en nuestra m¨²sica popular reciente. Andaba el cuarteto asturiano barruntando la posibilidad de recrear Nebraska, la canci¨®n que daba t¨ªtulo a aquel disco crud¨ªsimo, desnudo y casi enigm¨¢tico que Bruce Springsteen entreg¨® en 1982, una conmoci¨®n inesperada despu¨¦s del merecido ¨¦xito monumental de The river (1980). ¡°No lo comprende mucha gente, pero es mi ¨¢lbum favorito de The Boss¡±, acert¨® casi a murmurar Juanjo Zamorano, el bajista. Y, de pronto, los otros tres integrantes del grupo intercambiaron una mirada y se atrevieron a formular en voz alta una posibilidad que sonaba a disparate: ?por qu¨¦ no hacer, en ese caso, una versi¨®n del disco al completo?
Genialidad o capricho, ese arrebato ha cobrado cuerpo. Stormy Mondays ha puesto en el mercado su propio Nebraska, la lectura electrificada y norte?a de aquellos diez temas ac¨²sticos y oscur¨ªsimos de Springsteen, con un und¨¦cimo, la rareza This hard land, como propina. Y esta incursi¨®n en la obra del m¨ªtico roquero de Nueva Jersey ser¨¢ objeto de la gira m¨¢s breve e ins¨®lita de nuestros peculiares Lunes Tormentosos: este s¨¢bado en el Caf¨¦ Berl¨ªn madrile?o, la pr¨®xima semana en Oviedo¡, y a otra cosa. ¡°En realidad, la idea de Nebraska nos sacudi¨® cuando trabaj¨¢bamos no en un nuevo elep¨¦, sino en dos, de canciones propias¡±, certifica el cantante y guitarrista de la formaci¨®n, Jorge Otero, ovetense de 44 primaveras. Otero es consciente de que la iniciativa resulta at¨ªpica, si acaso extravagante, pero se congratula de estas ventajas de una carrera musical lib¨¦rrima. ¡°Sabemos que grabar Nebraska parece una locura, una idea absurda, pero quiz¨¢ no lo sea tanto. Las versiones son parte de la tradici¨®n del rock. En todo caso, en Stormy Mondays siempre nos gustaron los altos en el camino. De pronto, tomas una carretera secundaria y pierdes un d¨ªa entero, pero ves y descubres otras cosas distintas¡¡±.
En realidad, los giros inesperados del destino son una constante en una banda que se constituy¨® en el ya remoto 1991, debut¨® discogr¨¢ficamente en 1998 y ha tenido tiempo para entregar 18 ¨¢lbumes y protagonizar episodios ins¨®litos, como ganar un concurso de la NASA que les llev¨® a sonar a bordo del transbordador espacial Endeavour. Por no hablar de aquellos c¨¦lebres encontronazos con la SGAE durante los primeros compases de la era digital. ¡°Con el nacimiento del formato mp3¡±, rememora Otero, ¡°mientras muchos artistas pon¨ªan el grito en el cielo, nosotros nos pusimos a investigar c¨®mo colgar canciones que pudieran escucharse en cualquier parte del mundo. Y funcion¨®¡±.
Nuestro asturiano de las gafitas redondas, que sigue pagando sus facturas con un trabajo relacionado con Internet, se siente ¡°un poco pionero¡± de la aplicaci¨®n de las tecnolog¨ªas a un nuevo ecosistema musical. ¡°Supongo que he sido un premilennial espabilado¡±, se sonr¨ªe. ¡°Las posibilidades de la era digital me interesaron desde el primer momento, y hoy es a¨²n el d¨ªa en que sigo ocup¨¢ndome de programar nuestra web, que se remonta a¡ 1996¡±. Pero detr¨¢s de ese esp¨ªritu precursor late siempre el coraz¨®n de aquel guaje que se emocionaba cada vez que se colgaba la guitarra. ¡°Ahora, con esto de Bruce, nos gusta recordar que los Beatles o los Rolling Stones fueron los primeros que se centraban en sus comienzos en las versiones de otros artistas¡±, anota.
Para moldear esta aproximaci¨®n a Nebraska, Jorge, Juanjo, Pablo Bertrand (teclados) y Danny Montgomery (bater¨ªa) quisieron sentir las 11 canciones como propias, imaginar que el propio Bruce se incorporaba a las sesiones, desentra?ar los pensamientos que bull¨ªan cuando registr¨® aquellas grabaciones caseras que, contra sus propias intenciones iniciales, decidi¨® editar tal cual, sin pasarlas por el tamiz de la E Street Band. Lo m¨¢s sorprendente del caso es que este Nebraska astur obra ya en poder del autor de Born to run o Darkness on the edge of town. ¡°S¨ª, de veras¡±, vuelve a sorprendernos Jorge. ¡°Se lo entreg¨® en mano un amigo com¨²n, [el cantautor neoyorquino] Willie Nile. Bruce se sorprendi¨® mucho y lo guard¨® en la mochila. Confiamos en que antes o despu¨¦s lo terminar¨¢ escuchando¡¡±.
Por cierto, y ya que estamos con un gur¨²: ?alg¨²n consejo para nuestra coexistencia diaria con las redes sociales? ¡°Nosotros mismos hemos empezado a utilizar Twitter de manera m¨¢s restringida, porque genera mucha negatividad¡±, diagnostica Jorge Otero. ¡°Necesitamos todos una reeducaci¨®n con el entorno digital. Dentro de unos a?os comentaremos: ¡®?Os acord¨¢is de aquella locura de principios del siglo, cuando todo el mundo publicaba sin cesar sus fotos? ??ramos unos incautos!¡¯. Con esa obligaci¨®n constante de dar se?ales de vida se pierde la magia del proceso creativo¡±.