La guerra contra el Covid-19 pone en alerta a la econom¨ªa l¨ªder de Espa?a
El cierre de los comercios no esenciales fomenta una cascada de despidos y negocios destruidos que las Administraciones quieren evitar con subvenciones y exenciones
La persiana lleva bajada desde el s¨¢bado, pero Carmen Pati?o, de 67 a?os, todav¨ªa se encontraba este lunes dentro de su restaurante, terminando de recoger todo para dejarlo listo para ¡°qui¨¦n sabe cu¨¢ndo¡±. Manteles, cubiertos, mesas, sillas y comida. Sobre todo eso, la comida. Toca congelar y llevarse a casa todo lo que no cabe en los arcones de La Francisca, un negocio familiar de comida tradicional en la calle de Bail¨¦n que abri¨® sus puertas en 1982. Carmen, ¡°optimista de naturaleza¡±, vislumbra un futuro negro, aunque bromea con hacerse fuerte y no deprimirse. ¡°Tengo el viaducto cerca¡±, ironi...
La persiana lleva bajada desde el s¨¢bado, pero Carmen Pati?o, de 67 a?os, todav¨ªa se encontraba este lunes dentro de su restaurante, terminando de recoger todo para dejarlo listo para ¡°qui¨¦n sabe cu¨¢ndo¡±. Manteles, cubiertos, mesas, sillas y comida. Sobre todo eso, la comida. Toca congelar y llevarse a casa todo lo que no cabe en los arcones de La Francisca, un negocio familiar de comida tradicional en la calle de Bail¨¦n que abri¨® sus puertas en 1982. Carmen, ¡°optimista de naturaleza¡±, vislumbra un futuro negro, aunque bromea con hacerse fuerte y no deprimirse. ¡°Tengo el viaducto cerca¡±, ironiza mientras Madrid se llena del tenso silencio que acompa?a al cierre obligatorio de todos los negocios no esenciales. Las Administraciones prev¨¦n una debacle.
El combate por salvar la vida de miles de personas de las garras del coronavirus ha frenado en seco a la locomotora econ¨®mica de Espa?a. Y eso afecta a miles de sus pasajeros, trabajadores y empresarios que afrontan el v¨¦rtigo del despido, el terror de que su negocio cierre y el miedo a que sus proyectos no puedan arrancar de nuevo cuando todo acabe.
¡°El sector m¨¢s afectado ser¨¢n los servicios, y Madrid es una ciudad que presta servicios al resto de Espa?a y al mundo. Se ver¨¢ muy afectada¡±, resume el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez. ¡°Un mes es el 8% del PIB anual, vamos a vivir la peor recesi¨®n desde la Guerra Civil¡±, sigue. ¡°Ser¨ªa ¨²til que Hacienda permita a los Ayuntamientos gastar el dinero que tienen sin utilizar en los bancos. Y que se activen planes de empleo. El desempleo subir¨¢ con fuerza¡±.
¡°Hay que empezar a pedir moratorias para las hipotecas, los alquileres... Hay que trasladar la idea de que esta es una crisis de todos¡±, coincide Jaime Cedr¨²n, de CCOO. ¡°Las Administraciones tienen que coordinarse para que no cierre ninguna empresa por falta de liquidez. El viernes pasado ya ten¨ªamos 19.000 nuevas personas en el paro, y el 99% llegaron por expedientes de regulaci¨®n de empleo temporales (ERTES). Esto va a tener un efecto importante en el PIB de la regi¨®n¡±.
La situaci¨®n de Pati?o, la due?a de La Francisca, resume la de muchos. Paga un alquiler mensual de 1.600 euros, la seguridad social, el sueldo de su empleada, los gastos generales y los cr¨¦ditos del banco y de lo que le debe a su cu?ado, ¡°un santo al que de vez en cuando recurro¡±. En total, unos 4.500 euros fijos al mes, gastos que desde la crisis que azot¨® a todo el mundo en 2008 le cuesta mantener. ¡°Y esto de ahora me acaba de rematar¡±, lamenta.
Exfumadora desde hace seis a?os, sufre EPOC (enfermedad pulmonar cr¨®nica), por lo que se encuentra en el grupo ¡°de los que llaman de riesgo¡±. ¡°Lo tengo todo¡±, ironiza. Pero m¨¢s que miedo a ¡°pillar el bicho¡± sufre por su futuro. ¡°Necesitamos ayudas que sean asequibles y r¨¢pidas. Somos muchos y no se puede esperar. Es como tener que tomarte un antibi¨®tico y no tener medicinas¡±.
La regla de gasto
El Consejo de Ministros de hoy debatir¨¢ la aprobaci¨®n de un paquete de medidas definido como un escudo social contra la crisis. Y Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, el alcalde de la capital, ha pedido que se relaje la regla de gasto para que los Ayuntamientos puedan financiar un plan de choque contra despidos en lugar de amortizar deuda con su super¨¢vit por imperativo legal. Madrid tiene en esas circunstancias casi 400 millones de 2019. El Ayuntamiento, adem¨¢s, ha anunciado una rebaja de 63 millones en impuestos a las empresas que mantengan el empleo ¡ªa trav¨¦s del IBI y del tributo de actividades empresariales¡ª. Y estudia subvencionar n¨®minas directamente.
¡°La idea es crear alg¨²n ingreso extraordinario para que el aut¨®nomo, la pyme, o el empresario, no se tengan que hacer cargo de todos los gastos estando cerrados¡±, dicen fuentes del Ayuntamiento.
En el contexto de la Comunidad, sin embargo, esa medida puede ser una gota de agua en el desierto. La regi¨®n que m¨¢s aporta al PIB nacional, seg¨²n las cifras del INE para 2018, necesita una hidrataci¨®n mucho m¨¢s ambiciosa. Isabel D¨ªaz Ayuso pide 994 millones solo para sostener el esfuerzo del sistema sanitario regional. Tras ver c¨®mo su PIB crec¨ªa un 3% en 2019 ¡ªun punto m¨¢s que el nacional¡ª; c¨®mo cerraba ese a?o con m¨¢s trabajadores ocupados que nunca (3.174.500); o c¨®mo lideraba en los ¨²ltimos 12 meses el n¨²mero de afiliaciones a la Seguridad Social (87.000, un +2,73%), las consecuencias de la crisis para Madrid son impredecibles.
Y sin embargo, el zarpazo que le dar¨¢ el coronavirus a la econom¨ªa regional ya se nota en las calles. Restaurantes, peluquer¨ªas, escuelas infantiles... Se mire donde se mire hay un negocio en la cuerda floja. Y con cada negocio en peligro, sus trabajadores.
Adela Le¨®n, de 60 a?os, abri¨® en 1985 lo que entonces se llamaba jard¨ªn de infancia, en el barrio del Pilar. El local es suyo ¡ª¡°si no, no s¨¦ qu¨¦ habr¨ªa pasado¡±¡ª, aunque emplea a dos trabajadoras y una becaria que le quitan el sue?o. ¡°Lo m¨¢s caro siempre son los empleados¡±, dice Adela, que tiene unos gastos fijos de entre 6.000 y 7.000 euros mensuales. La seguridad social, los sueldos¡ No quisiera hacer un ERTE. ¡°Voy a esperar a ver qu¨¦ medidas toma el Gobierno¡±, dice. Y despu¨¦s, a rezar. ¡°Hay padres que nos han pedido el dinero de este mes. El mes que viene no lo van a pagar. Y no sabemos cu¨¢nto durar¨¢ esto. A ver c¨®mo sobrevivimos¡±.
Al lado de Adela se encuentra su hijo, Pablo, de 32 a?os. ?l es t¨¦cnico de luces de conciertos y programas de televisi¨®n. Es decir, aut¨®nomo. Y su vida se ha parado por completo.
¡°Ven¨ªa la ¨¦poca buena de conciertos y festivales. Adem¨¢s, estaba preparando un programa de televisi¨®n que estaba a punto de estrenarse. Me manten¨ªa activo y enlazaba una cosa con otra. Pero nos hemos ido todos a casa¡±. En su caso, a la de su madre.
All¨ª se fue a cobijar hace unos meses: dej¨® el alquiler con unos amigos y se puso a buscar una casa para comprar e irse a vivir con su novia. Se lanzaron a invertir y, hace tan solo dos semanas, sonaron las campanas: piso antiguo en Madrid, buen precio y una vida por delante para compartir. ¡°Firmamos hace solo 15 d¨ªas¡ si llego a saber esto¡¡±.
El caso es que firmaron la hipoteca, de 417 euros, con una ilusi¨®n tremenda. Y estaban a punto de empezar las reformas, que le iban a costar 24.000 euros. Su vida, ahora, se ha congelado. Sin dinero, sin trabajo, con un piso reci¨¦n comprado. La infecci¨®n se extiende a todos los ¨¢mbitos.
¡°No conocemos la intensidad exacta de la paralizaci¨®n, pues parece que muchas empresas y servicios est¨¢n recurriendo al teletrabajo; no sabemos su duraci¨®n; no tenemos precedentes; y desconocemos el escenario completo de medidas que se van a tomar para paliar estos impactos¡±, advierte Francisco Javier Vel¨¢zquez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada. ¡°Se puede facilitar que las personas [implicadas en un ERTE] no requieran per¨ªodos m¨ªnimos de cotizaci¨®n previos y que no cuenten estos d¨ªas como d¨ªas de paro consumido. Tambi¨¦n se puede ¡®inventar¡¯ alguna figura jur¨ªdica que no conlleve el despido pero que de alguna forma sea el presupuesto p¨²blico el que absorba el coste econ¨®mico. Y deben ponerse algunas medidas complementarias para el apoyo de las empresas y aut¨®nomos, que deber¨ªan ser eximidos de sus cuotas¡±.
Nadie sabe c¨®mo estar¨¢ la locomotora de la econom¨ªa de Espa?a cuando arranque de nuevo.
Un mes de margen para cerrar el negocio o seguir
As¨ª que Irena limpi¨® el local, lo decor¨® de una manera coqueta y moderna y se lanz¨® a la piscina. ¡°He estado dos a?os sin ganar nada, solo cubriendo gastos. Este es el primero que me he puesto un sueldo de 600 euros¡±. Pero lleg¨® el coronavirus y todo lo que tra¨ªdo detr¨¢s.Y cerrar ahora, para ella, ¡°es letal¡±.
Aunque abrir, lo que se dice abrir, ella no pensaba hacerlo, por mucho que se lo permitiera el Gobierno en un primer momento. ¡°Por responsabilidad. Tengo clientas mayores, no me pod¨ªa arriesgar¡±.
Los n¨²meros, sin embargo, no entienden de responsabilidad y cuando echa cuentas, se pone a temblar. Al mes, desembolsa entre 1.500 y 2.000 euros fijos. El alquiler, las facturas¡ ¡°No s¨¦ si nos van a retrasar los pagos a la Seguridad Social¡ no s¨¦¡ Yo no quiero que me regalen nada, solo quiero trabajar. Pero si todo sigue igual, en un mes tendr¨¦ que cerrar¡±.